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miércoles, 30 de abril de 2014

ANTE EL PRIMERO DE MAYO

Viñeta de El Roto


Una vez más, el Día Internacional de los Trabajadores, este 1º de mayo, estará marcado por el alto nivel de desempleo que hay en España, puesto de manifiesto, una vez más, en la Encuesta de Población Activa (EPA). El informe, hecho público el pasado 29 de abril, apunta una mínima reducción del desempleo de 2.300 personas, aunque la tasa de paro, por el descenso de la población activa, sube hasta el 25,93%. En total, 5,9 millones de parados.
Una situación que afecta especialmente a los jóvenes –de ellos hablaron el papa Francisco y el rey Juan Carlos en una audiencia, pues el drama de no encontrar trabajo afecta a un 55,48% de los miembros de este colectivo. Igualmente dramático es que dos millones de hogares tengan a todos sus miembros en paro. Los datos han mejorado ligeramente, pero parece ser insuficiente para hablar de recuperación económica y de mejora de la situación de las familias.

Para la Hermandad Obrera de Acción Católica (HOAC) y la Juventud Obrera Cristiana (JOC), tal y como denuncian en su comunicado conjunto con motivo del 1º de mayo, esta situación se debe a que se ha puesto en el centro de la actividad económica el beneficio y el dinero.
“Así, la persona y sus familias son mercancía que se compra a cambio de un salario cada día menor. (…) El trabajo, convertido en un factor más de la producción y al servicio del capital, está dejando de ser un elemento esencial para que las personas y las familias puedan vivir con dignidad. Un escenario nefasto para el desarrollo de la vida de tantas personas”, denuncia.
En este sentido, estas instituciones obreras reclaman que la persona vuelva a estar en el centro no solo de la actividad económica, sino también de la política, de las relaciones laborales y del trabajo. “La forma en la que se está organizando el trabajo y la sociedad nos deshumaniza, nos impide el desarrollo personal, familiar, social y nos condena a vivir para trabajar, dispuestos a aceptar cualquier condición social. Se supedita al ser humano y a la familia a esta lógica”, añaden.
Del mismo modo, se muestran decididas a seguir luchando por los derechos sociales y a promover una “necesaria renovación y fortalecimiento” del movimiento sindical: “Es hora de seguir construyendo pequeñas alternativas en lo económico y en lo relacional, basadas en el incremento del compartir, a veces incluso de lo que no sobra, a contracorriente y en contraposición de la cultura falsa e inhumana del ‘tener más para vivir mejor’”.

De  Vida Nueva


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