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domingo, 30 de marzo de 2014

AVISOS SEMANA 31 DE MARZO

Lunes 31 de Marzo
- A las 4:30 nos reunimos el Grupo de Mayores en el centro de San Mateo.
- A las 5, Taller de punto en el centro de la Anunciación.

Miércoles 2 de Abril 
- De 5 a 6 de la tarde tendremos “Oración de Silencio” en la iglesia de la Anunciación del Señor, con exposición del Santísimo.
- Después de la Eucaristía, a las 7,15 h. tendremos Celebración Penitencial de Cuaresma en la Iglesia de la Anunciación.

 Jueves 3
-  A partir de las 5, Taller de Guitarra en el centro de la Anunciación.
-  A las  8:15 la segunda Reflexión cuaresmal a cargo de D. Ricardo de Luis, prior de los Dominicos en la Iglesia de la Anunciación del Señor.
- Este día no habrá Exposición del Santísimo, quedando para la siguiente semana.

Viernes 4
-  Meditación del Vía Crucis, estaciones 13, 14 y 15. No habrá rezo de Vísperas.
-  A las 8 reunión del Grupo de Biblia en el centro de San Mateo.


TU LUZ NOS HACE VER LA LUZ




sábado, 29 de marzo de 2014

TEATRO SOLIDARIO

En el marco de la semana de la festividad de la Anunciación del Señor, la Asociación de Mujeres de Cabrerizos puso en escena el los locales de la Gaceta la obra "El padre pitillo", con gran éxito de crítica y público.
Lo recaudado se destinó a Cáritas interparroquial.






viernes, 28 de marzo de 2014

CHARLA DEL RECTOR DE LA UNIVERSIDAD PONTIFICIA

El pasado jueves, D. Ángel Galindo, rector de la universidad Pontificia, impartió la charla cuaresmal "Evangelizar a los pobres en situación de crisis" en la iglesia de la Anunciación, cuyo eje fue la reciente encíclica papal Evangelii Gaudium.

Así, indicó que el papa Francisco nos indica una hoja de ruta para nuestra Iglesia que pasa necesariamente por la conversión a los pobres. Lo que ha sido una de las notas de la Iglesia en los momentos de su máximo esplendor es el camino de reforma que hoy es preciso tomar. El proyecto de Francisco de "restaurar la Iglesia" pasa por la propia experiencia de "esposar la pobreza" del santo italiano. La reforma no viene dada tanto por los cambios en las estructuras de poder u organización, sino que es provocada por la propia misión a la que es convocada: "me ha enviado a evangelizar a los pobres, a proclamar a los cautivos la libertad, y a los ciegos la vista; a poner en libertad a los oprimidos; a proclamar el año de gracia del Señor" (Lc 4,18-19)



ME LAVÉ Y VEO

            “Ese hombre que se llama Jesús hizo barro, me lo untó en los ojos y me dijo que fuese a Siloé y que me lavase. Entonces fui, me lavé y empecé a ver”. Así cuenta el ciego de nacimiento el inició de su sanación. El episodio terminará cuando, postrándose ante Jesús, confiesa: “Creo, Señor”. Se cuenta la curación del ciego de nacimiento como una gran parábola. ¿Por qué la ceguera? ¿Tuvieron culpa sus padres o él mismo? Cuando a sus padres se les pregunta, no quieren saber nada del asunto, compromiso cero. Los dirigentes del pueblo, que han de verificar los hechos, se niegan a la evidencia. Por nada del mundo quieren reconocer el hecho contrastado: que el ciego ahora ve. Todos los demás no pasan de espectadores pasivos. También se abre un debate en el que se juzga al mismo Dios. Cristo, el sanador, es condenado. Todo esto sigue ocurriendo hoy.

            A propósito del ciego se levantan muchas cuestiones. Porque hay diversas maneras de “ver”. Está la invidencia total, el incapacitado para recibir la luz. Pero hay otras invidencias. Por ejemplo las de quienes sólo se fijan en las apariencias, pero no ven en el corazón. O las de quienes son incapaces de ver su propia imagen ante el espejo porque está empañado y no quieren limpiarlo. O las de quienes se niegan a ver la realidad que molesta y exige fuertes correcciones de rumbo para no estrellarse.

            También en la Iglesia hay muchas cegueras. Las verdades del papa Francisco escuecen a unos, nos pillan a paso cambiado a otros. Se admiran sus gestos. Pero llevar a la práctica en serio su programa de “La alegría del Evangelio” es otra cosa. Requiere demasiada energía. Algo muy profundo tiene que cambiar en la Iglesia de hoy para que podamos ser, en Cristo, la luz de la que habla Pablo en la segunda lectura de la misa del domingo próximo: “en otro tiempo erais tinieblas, ahora sois luz en el Señor”. Se refiere el apóstol en el antes al pasado pagano; en el ahora a la fe de los cristianos. ¿Nos atreveríamos a afirmar esto de nosotros? ¿Hemos pasado del paganismo a la fe o nos está ocurriendo justo lo contrario? Durante muchos siglos la Iglesia ha sido luz, lo que sinceramente creo que no puede negar ningún historiador honesto. En las artes, en la filosofía, en todas las ramas de la cultura, en la asistencia a los pobres, en la oración, en la promoción de los pueblos... Por muchos errores y sombras que se le quieran achacar, la Iglesia ha sido guía y promotora de humanidad. ¿Lo es hoy? Puede que más de lo que se quiere reconocer. Pero no hay que engañarse: la mayoría de los bautizados no encuentran en la Iglesia la orientación que necesitan y la acogida materna que reclaman.

            Una manera de ser luz es la alegría. Ni ficticia, ni autoimpuesta. La alegría que brota espontáneamente de Cristo Luz, sanador y que se otorga a quien cree. Me lo decía una religiosa hace dos días: si los cristianos fuéramos felices, las gentes vendrían en masa a preguntarnos por la fuente de esa felicidad. ¿Qué nos está impidiendo hoy gozar de la Luz que es Cristo y difundirla con obras y palabras? Sería bueno que nos preguntásemos esto quienes nos llamamos cristianos. Buen ejercicio cuaresmal.
          
                                                                                            JOSÉ MARÍA YAGÜE


  



jueves, 27 de marzo de 2014

INFORME DE CÁRITAS PARA 2014



La publicación “Análisis y Perspectivas 2014” evidencia un escenario social de pobreza creciente y derechos menguantes.   Destaca el papel fundamental que está jugando la familia como elemento nuclear para enfrentar las situaciones más complicadas.


La calidad y fortaleza de las relaciones sociales en España son un recurso de vital importancia para evitar el riesgo de fractura social generado por los efectos de la crisis en los niveles de renta y de desigualdad. Esta es una de las constataciones más llamativas contenidas en el documento “Análisis y Perspectivas 2014” que la Fundación FOESSA y Cáritas han presentado esta mañana en Madrid. 

Noticia completa en:


CUARTO DOMINGO DE CUARESMA

"En ti está la fuente viva, y tu luz nos hace ver la luz"  (Sal 35,10)



En el camino de la cuaresma hoy brilla una luz particular que nos invita a encontrarnos con mayor profundidad con el Señor Jesús. El ciego ha seguido un proceso desde las tinieblas a la luz de la fe en Jesús, que le habla, que está delante de él. Creer que alguien le ha dado la vista no es tan difícil. Encontrarse en una situación determinada de un hecho y reconocerlo es ya tener cierta fe. Pero encontrarse de tú a tú con el que ha cambiado nuestra situación, con el que nos ha sacado de la noche de la ceguera y nos ha hecho pasar a la claridad de su día es la fe madura a la que debemos llegar. Debemos ir más allá del creer ser cristianos, para manifestar con toda nuestra vida este encuentro que nos vincula indisolublemente al Señor Jesús como su fuente. Jesús no nos pide creer en una doctrina abstracta, sino que quiere una adhesión plena e incondicional a su persona. Nos pregunta: "¿Quieres encontrarte conmigo para vivir para mí?".
Todos los días y a todas horas, el Señor es el que está ante nosotros y nos habla. Si él es mi luz, veo en su luz y me convierto en una manifestación transparente de las obras de Dios para su gloria.


Aquí estamos, Señor Jesús, luz radiante de la gloria del Padre, a tus pies, como ciegos ignorantes de su enfermedad. Míranos, hijo de David, como miraste a tus discípulos cargados de sueño, en la luz del Tabor. Despiértanos, Señor Jesús, verdadero sol sin ocaso; ilumínanos y quedaremos radiantes. Cúranos, Señor Jesús, con el leve rozar del dedo de Dios y con la Palabra que abre los ojos y corazones a la luz. Envíanos, Señor Jesús, a la perenne piscina del bautismo de vida nueva. Danos a tu Madre, Señor Jesús, cántaro de oro para sacar agua viva de la fuente perenne de tu corazón traspasado por nosotros en la cruz. Guárdanos, amoroso Jesús, en la prueba de la fe por la que todos pasamos, como la pasaste tú, Señor. Manifiéstate, Señor Jesús, luz gozosa del día eterno, poniendo sobre nuestros labios el grito del ciego curado: "¡Creo, Señor!".


Nuestro Señor dijo: "Yo soy la luz del mundo"[...]. "Abandona tu luz, que en realidad es tiniebla frente a mi luz, y me es contraria; puesto que yo soy la Luz verdadera, quiero darte, en vez de tus tinieblas, mi luz eterna, para que sea tan tuya como mía, y con mi luz te daré mi ser, mi vida, mi beatitud y mi alegría" [...].
Hay que indicar el modo y el camino para lograr la verdadera luz. Se trata de la verdadera renuncia del hombre a sí mismo y una pura, profunda y exclusiva intención de amar a Dios y no nuestras cosas: desear únicamente el honor y la gloria de Dios y atribuir todo inmediatamente a Dios, provenga de donde provenga, y dárselas a él sin escapatorias ni mediaciones: éste es el verdadero camino recto. El es la verdadera luz que ilumina a todo hombre que viene a este mundo. Esta luz resplandece en las tinieblas, y las tinieblas no la recibieron. Ninguno recibe esta luz, excepto los pobres de espíritu y de voluntad propia. Hijos carísimos, poned en obra lo que podáis, tanto espiritual como naturalmente, para que esta luz verdadera resplandezca en vosotros y podáis gustar la luz. Pedid a los amigos de Dios que os ayuden; juntaos con los que se adhieren a Dios para que os atraigan a Dios.
Que todos nosotros podamos cumplirlo. Nos ayude Dios amable. Amén.

                                                                                            J. Taulero


Lecturas del día:
http://www.ciudadredonda.org/calendario-lecturas/evangelio-del-dia/?f=2014-03-30

Vídeo de la semana:
http://www.youtube.com/watch?v=T-FXwxq0urY&list=UUUpxM9aeGr1dAVvlSX9VFdQ

EUCARISTÍA Y CONVIVENCIA EN LA FIESTA DE LA ANUNCIACIÓN

























miércoles, 26 de marzo de 2014

PARA EXCLUIDOS

Es ciego de nacimiento. Ni él ni sus padres tienen culpa alguna, pero su destino quedará marcado para siempre. La gente lo mira como un pecador castigado por Dios. Los discípulos de Jesús le preguntan si el pecado es del ciego o de sus padres.
Jesús lo mira de manera diferente. Desde que lo ha visto, solo piensa en rescatarlo de aquella vida desgraciada de mendigo, despreciado por todos como pecador. Él se siente llamado por Dios a defender, acoger y curar precisamente a los que viven excluidos y humillados.
Después de una curación trabajosa en la que también él ha tenido que colaborar con Jesús, el ciego descubre por vez primera la luz. El encuentro con Jesús ha cambiado su vida. Por fin podrá disfrutar de una vida digna, sin temor a avergonzarse ante nadie.
Se equivoca. Los dirigentes religiosos se sienten obligados a controlar la pureza de la religión. Ellos saben quién no es pecador y quién está en pecado. Ellos decidirán sipuede ser aceptado en la comunidad religiosa.
El mendigo curado confiesa abiertamente que ha sido Jesús quien se le ha acercado y lo ha curado, pero los fariseos lo rechazan irritados: “Nosotros sabemos que ese hombre es un pecador”. El hombre insiste en defender a Jesús: es un profeta, viene de Dios. Los fariseos no lo pueden aguantar: “Empecatado naciste de pies a cabeza y, ¿tú nos vas a dar lecciones a nosotros?”.
El evangelista dice que, “cuando Jesús oyó que lo habían expulsado, fue a encontrarse con él”. El diálogo es breve. Cuando Jesús le pregunta si cree en el Mesías, el expulsado dice: “Y, ¿quién es, Señor, para que crea en él?”. Jesús le responde conmovido: No esta lejos de ti. “Lo estás viendo; el que te está hablando, ese es”. El mendigo le dice:“Creo, Señor”.
Así es Jesús. Él viene siempre al encuentro de aquellos que no son acogidos oficialmente por la religión. No abandona a quienes lo buscan y lo aman aunque sean excluidos de las comunidades e instituciones religiosas. Los que no tienen sitio en nuestras iglesias tienen un lugar privilegiado en su corazón.
¿Quien llevará hoy este mensaje de Jesús hasta esos colectivos que, en cualquier momento, escuchan condenas públicas injustas de dirigentes religiosos ciegos; que se acercan a las celebraciones cristianas con temor a ser reconocidos; que no pueden comulgar con paz en nuestras eucaristías; que se ven obligados a vivir su fe en Jesús en el silencio de su corazón, casi de manera secreta y clandestina? Amigos y amigas desconocidos, no lo olvidéis: cuando los cristianos os rechazamos, Jesús os está acogiendo.


De  Eclesalia.net

lunes, 24 de marzo de 2014

LA DETERMINACIÓN DETERMINADA DE ADOLFO SUÁREZ

            Santa Teresa de Jesús, paisana de Suárez, inventó este ploeonasmo de “la determinación determinada”. Ella la tuvo y recomendó para los asuntos de Dios y del prójimo. El Duque de Suárez la aplicó en su vida para los asuntos de España.  La manifestó en su mirada limpia y tersa, de frente, en su palabra, rotunda, bien modulada y firme, y en sus acciones rápidas pero nada improvisadas. No fue un “iluminado” sino un hombre consciente y amante de su responsabilidad. La manifestó al asumir las riendas del Gobierno para una travesía, que luego se llamó transición, difícil, arriesgada, minada por el pasado franquista y por la oposición emergente. Aún así, esa determinación determinada le hizo salir triunfador con la Ley de la Reforma Política y con los “milagrosos” pactos de la Moncloa. Cautivó y encantó. Llevó adelante lo que no creíamos posible cuando fue llamado para aquella misión. Manifestó la misma determinación al renunciar al Gobierno de la Nación. Por los mismos motivos por los que lo aceptó cinco años atrás. Porque consideraba esa decisión como su mejor servicio a España.  En toda su carrera política, podemos estar seguros de algo: quiso servir a España y a los españoles. Siendo un hombre ambicioso, esa fue su mayor ambición.

            ¡Qué lejos de la mayor parte de los que le sucedieron! Ambición de éstos: mantener el poder a costa de lo que sea. Entre “iluminados” que se avergüenzan de España y de sus signos y arribistas que buscan medrar personalmente, hoy nos movemos en una penosa carencia de identidad nacional. Condicionan los valores más nobles a las encuestas y a las urnas; dejan la calle en manos de los cafres que golpean a sus propios defensores y tienen la desvergüenza de hablar de “dignidad nacional”. Arrojan sobre los adversarios políticos palabras huecas, mendaz demagogia, que estomagan al ciudadano sencillo ajeno a todos esos intereses partidistas. Es hora de aprender. Y, si queremos aprender, quizá tengamos todavía remedio. Podemos buscar la reconciliación, como hizo Suárez, o volver a las andadas de los años 30 del siglo pasado y rompernos la crisma una vez más. Alejemos el fantasma, que nos persigue, de las dos Españas. ¿Serán más en el futuro?

            A la hora de tu muerte, querido Adolfo Suárez, muchos gritamos con Gutiérrez Mellado: “Viva la madre que te parió”. Pero también deseamos y pedimos algo de tu determinación determinada para hacer posible el proyecto de una España, patria común. Dios quiera que no nos avergoncemos de hablar de España y de una patria común para este hermoso lugar que Dios nos ha regalado. Descansa en paz.


                                                                                           JOSÉ MARÍA YAGÜE

SOLEMNIDAD DE LA ANUNCIACIÓN DEL SEÑOR

"El Señor está contigo"  (Lc 1,28)


Anunciación. San Isidoro de León.

La catequesis ha hecho coincidir siempre anunciación y encarnación. Se puede deducir una primera colocación de la memoria de la encarnación en la liturgia de la edificación de una basílica constantiniana sobre la casa de María en Nazaret en el siglo IV. Hay documentación irreprochable procedente del siglo VII de una peculiar celebración litúrgica el 25 de marzo tanto en Oriente como en Occidente.
La reforma del calendario litúrgico romano de Pablo VI restableció la denominación de anunciación del Señor, «celebración que era y es fiesta conjunta de Cristo y de la Virgen: del Verbo que se nace Hijo de María y de la Virgen que se convierte en madre de Dios» (Marialis cultus, 6).


Al anuncio de que Dios salva, nosotros también podemos responder, como María, con el fíat, «hágase». Pero ¿hágase qué? Cúmplase en mí, pero ¿qué cosa? Cúmplase en mí la fe: que yo pueda creer. Creer que desde hace miles de años Dios está en busca del hombre [...]. Fe en que Cristo es carne de esta carne nuestra, destino de nuestro destino; que él es aquí, apacible y poderosa energía; que él está más allá, horizonte y destino y flauta que nos llama a otro lugar, y que con esta fe también nosotros podemos ser, al menos por un momento, casa de Dios, llenos de gracia al menos por un momento; que también nosotros podamos oírte decir: yo estaré contigo por donde vayas. El ángel nos repetirá entonces a cada uno las tres palabras esenciales: alégrate, no temas, también en ti va a nacer una vida
(E. M. Ronchi, Dietro imormoríí dell'arpa, Sotto il Monte 1999, pp. 35ss).

Lecturas:
http://www.ciudadredonda.org/calendario-lecturas/evangelio-del-dia/?f=2014-03-25


domingo, 23 de marzo de 2014

RETIRO DE CUARESMA

El día 22 de marzo, la Unidad Pastoral celebró su retiro de Cuaresma en el colegio de las Hijas de María, Madre de la Iglesia.
Lo impartió Raúl Román, dividido en dos partes: por la mañana centrada en la escena del pozo de la samaritana en Sicar (Jn 4, 5-42), y por la tarde, tras la comida en común, habló acerca del mensaje de Cuaresma de Francisco.
Acabamos con la Eucaristía en un ambiente de oración, meditación y fraternidad.








sábado, 22 de marzo de 2014

FIESTA DE LA ANUNCIACIÓN. CONFERENCIA SOBRE EL GRECO.

En el marco de la festividad de la Anunciación del Señor, el viernes día 21 D. Ramón Campos, párroco de Calvarrasa de Arriba impartió una conferencia acerca de El Greco: su obra y su espiritualidad en el salón de actos de la Gaceta.
La charla resultó muy amena, ayudándonos a comprender la obra del genial pintor.
Desde aquí le damos las gracias por ello y le esperamos para sucesivos encuentros de este tipo, especialmente sobre iconos, de los que es un gran especialista.





AVISOS SEMANA 24 DE MARZO

Lunes 24 de Marzo
- A las 5 nos reunimos el Grupo de Mayores en el centro de la Anunciación del  Señor.

Martes 25.
Fiesta de la Anunciación del Señor.
Eucaristía a las 8 en la iglesia de la Anunciación. Y a continuación pinchos fraternos como todos los años. Cada uno pone lo que pueda (tortilla, embutido, queso, empanada, postres…) y se recoge en el centro de la Anunciación de 5 a 7). La parroquia  pone la bebida. Gracias a todos.

Miércoles 26
- A las 5 “Oración de Silencio"con exposición del Santísimo en la iglesia de la Anunciación del Señor.

Jueves 27
- Clases guitarra UP a las 5 en los locales de la Anunciacion.
- Encuentro de Vida Ascendente a las 5 en el centro de San Mateo.
- A las 8:15, primera Reflexión de Cuaresma a cargo de D. Angel Galindo, rector de la Pontificia y profesor de teología, en la Iglesia de la Anunciación del Señor.

Viernes 28
- Meditación del Vía Crucis antes de las Eucaristías. Estaciones  10º, 11º y 12º .  No habrá rezo de Vísperas.
- A las 6 habrá Eucaristía en la capilla de la Hermandad Ferroviaria (Avda. de Paris).
- A las 7, dentro de la Fiesta de la Anunciación del Señor, habrá Teatro Solidario a cargo de la asociación de mujeres de Cabrerizos en favor de la Cáritas Interparroquial (donativo 2 euros). Las entradas se recogerán en las sacristías y despacho de San Mateo. Gracias.

El domingo 30 de Marzo desde las 4:15 a 7, para concluir la Fiesta de la Anunciación del Señor, celebramos un evento deportivo en el colegio de San Agustín para todos los niños/as, preadolescentes, adolescentes, jóvenes, padres. Apuntaros a los catequistas para organizar.




jueves, 20 de marzo de 2014

TERCER DOMINGO DE CUARESMA

"Mi alma tiene sed de ti, Señor"  (Sal 62,2)



El evangelista lee la revelación del misterio profundo de la persona de Jesús en las vicisitudes cotidianas. Es mediodía y junto al pozo de Sicar (v. 5; cf. Gn 48,22) tiene lugar el encuentro y el diálogo insólito (v. 8) entre una mujer samaritana y un judío (v. 9), un “profeta” (v. 19) mayor que Jacob (v. 12), “el Cristo” (v. 29). Sucesivamente van llegando los discípulos (vv. 27-38), finalmente otros samaritanos paisanos de la mujer (vv. 40-42): los estrechos horizontes tradicionales se abren a la universalidad.
¿Quién es, pues, aquel rabbí que se atreve a conversar con una mujer (v. 27), y encima samaritana, es decir, considerada herética, idólatra (vv. 17-24; cf. 2 Re 17,29-32) y pecadora (v. 18)? Las personas que salieron a su encuentro lo declaran “Salvador del mundo” (v. 42): estamos en la cumbre de la narración y de su contenido teológico. Y, sin embargo, Jesús se presentó como un sencillo caminante que no duda en pedir un poco de agua. Incluso este dato no carece de significado: su sed -sed de salvar a la humanidad- remite a numerosos pasajes del Antiguo Testamento. Junto a la zarza ardiente, Moisés, destinado a ser guía del pueblo elegido en el Éxodo, había pedido a Dios revelarle su nombre; finalmente aquella pregunta encuentra ahora respuesta: “Yo soy, el que habla contigo” (v. 26; cf. Ex 3,14). Sobre la sombra del pecado, el Mesías proyecta la luz de la esperanza: la conversión abre el camino para adorar al Padre “en espíritu y en verdad” (v. 23; cf. Os 1,2; 4,1). Ahora va a cumplirse una larga historia de deseo y fatiga, de fe y de incredulidad. La plenitud está en el encuentro con Cristo, cuyas palabras son hechos: en el Calvario brotará la fuente de agua viva, en la pasión se saciará totalmente su hambre y su sed de hacer la voluntad del Padre (v. 28, cf. Jn 19,28). De su muerte nace la vida para todos -ahora cualquier hombre puede considerarse “elegido”, amado-; de su fatiga en el sembrar (vv. 6.36-38) se abre para los discípulos el gozo de la siega (v. 38) y del testimonio, como la mujer samaritana deja entrever en su ímpetu de auténtica misionera (v. 28).


Espéranos, Señor, junto al pozo del pacto, en la hora providencial que a cada uno le toca. Preséntate, inicia tú el diálogo, tú mendigo rico de la única agua viva. Aléjanos, poco a poco, de tantos deseos, de tantos amores efímeros que todavía nos distraen. Disipa la indiferencia, los prejuicios, las dudas y los temores; libera la fe. Ahonda en nosotros el vacío para que lo llenes de deseo. Ensancha nuestro corazón, inflámalo de esperanza. Da un nombre a esta sed que nos abrasa interiormente y que no sabemos llamarla con su verdadero nombre. Haz que nos adentremos en nosotros mismos, hasta el centro más secreto donde sólo llegas tú.
A través de las duras piedras del orgullo, entre el fango de los falsos compromisos, por la arena de los rechazos, abre tú mismo un acceso a tu Santo Espíritu.


Dígnate, Dios misericordioso y Señor piadoso, llamarme a esta fuente, para que también yo, junto con todos los que tienen sed de ti, pueda beber el agua viva que de ti mana, oh fuente viva. Que pueda embriagarme en tu inefable dulzura sin cansarme nunca de ti y diga: ¡Qué dulce es la fuente de agua viva; su agua que brota para la vida eterna no se agota jamás!
Oh Señor, tú eres esta fuente eternamente deseada, en la que continuamente debemos apagar la sed y de la que siempre tendremos sed.
Danos siempre, oh Cristo Señor, de esta agua para que se transforme en nosotros en surtidor de agua viva para la vida eterna.
Ciertamente pido una gran cosa, ¿quién lo ignora? Pero tú, oh Rey de la gloria, sabes dar grandes cosas y has prometido grandes cosas.
Nada hay más grande que tú: te nos has dado y te has dado por nosotros. Por eso te rogamos que nos des a conocer eso que amamos, porque no queremos nada fuera de ti. Tú eres todo para nosotros: nuestra vida, nuestra luz, nuestra salvación, nuestro alimento, nuestra bebida, nuestro Dios.
(San Columbano, Instrucción XII)

Lecturas del día:

Vídeo de la semana:


miércoles, 19 de marzo de 2014

A GUSTO CON DIOS

La escena es cautivadora. Cansado del camino, Jesús se sienta junto al manantial de Jacob. Pronto llega una mujer a sacar agua. Pertenece a un pueblo semipagano, despreciado por los judíos. Con toda espontaneidad, Jesús inicia el diálogo. No sabe mirar a nadie con desprecio, sino con ternura grande. “Mujer, dame de beber”.
La mujer queda sorprendida. ¿Cómo se atreve a entrar en contacto con una samaritana? ¿cómo se rebaja a hablar con una mujer desconocida?. Las palabras de Jesús la sorprenderán todavía más: “Si conocieras el don de Dios y quién es el que te pide de beber, le pedirías tú, y él te daría del agua de la vida”.
Son muchas las personas que, a lo largo de estos años, se han ido alejando de Dios, sin apenas advertir lo que realmente estaba ocurriendo en su interior. Hoy Dios les resulta un “ser extraño”. Todo lo que está relacionado con él, les parece vacío y sin sentido: un mundo infantil, cada vez más lejano.
Los entiendo. Sé lo que pueden sentir. También yo me he ido alejando poco a poco de aquel “Dios de mi infancia” que despertaba dentro de mí tantos miedos desazón y malestar. Probablemente, sin Jesús nunca me hubiera encontrado con un Dios que hoy es para mí un Misterio de bondad: una presencia amistosa y acogedora en quien puedo confiar siempre.
Nunca me ha atraído la tarea de verificar mi fe con pruebas científicas: creo que es un error tratar el misterio de Dios como si fuera un objeto de laboratorio. Tampoco los dogmas religiosos me han ayudado a encontrarme con Dios. Sencillamente me he dejado conducir por una confianza en Jesús que ha ido creciendo con los años.
No sabría decir exactamente cómo se sostiene hoy mi fe en medio de una crisis religiosa que me sacude también a mí como a todos. Solo diría que Jesús me ha traído a vivir la fe en Dios de manera sencilla desde el fondo de mi ser. Si yo escucho, Dios no se calla. Si yo me abro, él no se encierra. Si yo me confío, él me acoge. Si yo me entrego, él me sostiene. Si yo me hundo, él me levanta.
Creo que la experiencia primera y más importante es encontrarnos a gusto con Dios porque lo percibimos como una “presencia salvadora”. Cuando una persona sabe lo que es vivir a gusto con Dios porque, a pesar de nuestra mediocridad, nuestros errores y egoísmos, él nos acoge tal como somos, y nos impulsa a enfrentarnos a la vida con paz, difícilmente abandonará la fe. Muchas personas están hoy abandonando a Dios antes de haberlo conocido. Si conocieran la experiencia de Dios que Jesús contagia, lo buscarían.

De  Eclesalia.net



martes, 18 de marzo de 2014

SAN JOSÉ

"Cantaré eternamente el amor del Señor"  (Sal 88,2a)



Los fragmentos de la Escritura nos ofrecen un marco histórico y profético, es decir, nos hablan de una historia verdadera, embargo, ha irrumpido la acción de Dios según un designio que recorre todo el mensaje bíblico.
En el fondo del evangelio aparece la figura de José, llamado «hombre justo» (Mt 1,19). Esta justicia debe verse, como sugiere la Sagrada Escritura, como la acogida con ánimo agradecido y conmovido del don de la fe, en la rectitud interior, en el respeto a Dios y a los hombres, a la Ley y a los acontecimientos.
Obviamente, a José le resulta difícil aceptar esa paternidad que no es suya y, después, la enorme responsabilidad que supone ser el maestro y el guía de quien habría de ser un día el Pastor de Israel. Respeto, obediencia y humildad figuran en la base de la «justicia» de José, y esta actitud interior suya, junto a su misión, única y maravillosa, lo han situado en la cima de la santidad cristiana, junto a María, su esposa.
José brilla sobre todo por estas actitudes radicalmente bíblicas, propias de los grandes hombres elegidos por Dios para misiones importantes, los cuales siempre se consideraban indignos e incapaces de las tareas que Dios les había confiado (baste con pensar en Abraham, Moisés, Isaías, Jeremías...). Dios sale, después, al encuentro de estos elegidos suyos, otorgándoles fortaleza y fidelidad.



Lecturas de la festividad:
http://www.ciudadredonda.org/calendario-lecturas/evangelio-del-dia/?f=2014-03-19


DAME DE ESA AGUA

             Entramos en el centro, en el núcleo de la Cuaresma. Tres semanas, tres domingos en los que la Iglesia nos propone y ofrece lo mejor que tiene: tres relatos del evangelio de San Juan en los que se desvela el misterio de Cristo. Como no se puede expresar en directo, se usan tres símbolos. Agua, Luz, Vida. Todo bautizado debería saberlo. Jesucristo es todo eso. Y a todo hombre o mujer de buena voluntad, cristiano o no,  hay que decírselo. Para que, al fin, cada uno termine diciendo: Señor, dame de esa agua; Señor, que yo vea; Señor, que yo resucite a la Vida nueva que sólo Tú puedes ofrecer. Vayamos con lo primero.

            Un encuentro casual. Jesús tiene sed y está cansado. Una mujer llega al pozo a buscar agua. Como los pueblerinos íbamos a la fuente de nuestro pueblo –la del mío estaba en el camino de Cantalpino- a buscar agua. No eran tiempos los de Jesús ni los de nuestra infancia de agua en las casas, de abrir el grifo y ya. Tanta abundancia de hoy también tiene sus riesgos. ¿Por qué, saciados de todo, llegamos a sentir con frecuencia una tristeza dulzona y casi infinita, una sed de algo más? Lo que sigue es lo más normal. Jesús sediento pide a la mujer que lleva su cántaro que le dé un trago de agua. Pero la señora no está por la labor. ¿Cómo tú, siendo judío,  me pides de beber a mí que soy samaritana? La fastidiamos. Mal comienzo para una relación natural, sana y productiva. Ante algo tan sencillo, cotidiano y universal como la sed y el agua para quitarla, se mete una cuña, una barrera. Tú judío, yo samaritana. ¿Y qué tendrá que ver eso con la sed y el agua? ¿Nos damos cuenta de que nos salimos por la tangente a cada instante? Es que, con tal de no entendernos, hay que señalar siempre las diferencias. Hombre-mujer; rico-pobre; joven-mayor; europeo-subsahariano; español-catalán; pepero-pesoista (aunque los primeros tengan nada de populares y los segundos muy poco de socialistas). Y un largo etcétera. Con lo fácil que sería atenerse a lo evidente: soy persona humana ante otra persona humana. Toma un trago de agua y luego hablamos.

            Menos mal que Jesús sí lo ve claro y además tiene algo que ofrecer. Hace caso omiso de sus diferencias, no entra al trapo y va a lo suyo. “Si conocieras el don de Dios”. Pronto cae en la cuenta la señora de que ella es la sedienta: “dame de esa agua”. Al final, ya no le da sólo un trago de agua sino que deja allí el cántaro. Para que Jesús y los suyos puedan sacar agua del pozo y beber en abundancia. Mientras tanto, la señora se va al pueblo a contar lo que acaba de encontrar. Que sepamos, es la primera misionera, mujer y extranjera.

            Esto se llama aprovechar las ocasiones. Cansado y sediento, Jesús convence a una mujer de que le falta lo principal: el don de Dios. ¿No es una parábola maravillosa? ¿Y no debería ser todo mucho más fácil? También nuestra iglesia está cansada, es incluso vieja. Pero, si cree, si creemos, sabremos no entrar al trapo en cuestiones ideológicas y marcar diferencias, y ofreceremos la Palabra justa. Al mundo autosuficiente, ahíto de bienes y codicia. Y al mundo de los pobres que carecen de todo, pero quizá están más abiertos para recibir el don de Dios, el agua viva que salta hasta la vida eterna.

                                                                                            JOSÉ MARÍA YAGÜE






lunes, 17 de marzo de 2014

ECONOMÍA SAN MATEO AÑO 2013

1 - INGRESOS

CUOTAS PARROQUIALES                                 13.133,00 €
COLECTAS PRO-PARROQUIA Y MISAS          10.188,00 €
LAMPARARIO, CEPILLO Y DONATIVOS           2.224,95 €
DONATIVOS PARA LOS POBRES DE LA PARROQUIA      12.688,00 €
INTERESES CARTILLAS  4,81 €
OTROS INGRESOS   6 €

TOTAL INGRESOS 2013      38.244,76 €

 2 - GASTOS

A PERSONAL SACERDOTES      3.600,00 €
ACTIVIDADES PASTORAL Y CATEQUESIS   687,99 €
OBRAS Y REPARACIONES CORRIENTES      156,90 €
SUMINISTROS, AGUA, LUZ, BASURA, GAS, TELÉFONO   4.362,24 €
SUSCRIPCIONES, PERIÓDICOS, REVISTAS, BOLETINES y HOJA COMUNIDAD   734,92 €
TRIBUTOS, IMPUESTOS, CONTRIBUCIÓN, CASAS, FINCAS, ETC           3.930,92 €
GASTOS BANCARIOS      66,02 €
DONATIVOS A POBRES DELA PARROQUIA 12.688,00 €
CULTO (LIMPIEZA, VINO, FORMAS, CERA, LAUREL, FLORES, ETC)      1.091,58 €
GASTOS SOCIALES           220,34 €
FOTOCOPIAS Y MATERIAL DE OFICINA       1.790,49 €
VARIOS                                    112,65 €

TOTAL GASTOS 2013        29.442,05 €


3 - COLECTAS DESTINADAS FUERA DE LA PARROQUIA 2013

CÁRITAS        700,00 €
DOMUND     1.586,00 €
CAMPAÑA “CONTRA EL HAMBRE”    1.135,00 €
IGLESIA DIOCESANA      505,00 €
OPERACIÓN VIVIENDA  799,89 €
SANTOS LUGARES          292,00 €
DIA DEL SEMINARIO      460,00 €

TOTAL                  5.477,89 €


4 -  CÁRITAS PARROQUIAL

Tiene AUTONOMÍA PROPIA  y rinde cuentas mensualmente y en hoja aparte.


La Junta Económica Parroquial agradece su colaboración y tiene a su disposición los libros de cuentas.

Salamanca, 31 de diciembre de 2013.


EL PÁRROCO

ASÍ SOMOS (SEGÚN CALVIN Y HOBBES)




domingo, 16 de marzo de 2014

ENTRE NOSOTROS Y ELLOS


AVISOS SEMANA 17 DE MARZO

Lunes 17
- A las 4:30 nos reunimos el Grupo de Mayores en el centro de San Mateo.
- Taller de Punto a las 5 en los locales de la Anunciación.

Miércoles 19
Festividad de San José, patrón de la Iglesia y del Seminario.
- De 5 a 6 de la tarde tendremos “Oración de Silencio" en la iglesia de la Anunciación del Señor, con exposición del Santísimo.
Eucaristías en horario normal.

Jueves 20
- De 5 a 7 de la tarde hay “Taller de Guitarra" dirigido a niños, adolescentes y mayores en el centro de la Anunciación del Señor.
 - A las 8 Exposición del Santísimo en la iglesia de San Mateo.

Viernes 21
- Meditación del Vía Crucis, estaciones 7, 8 y 9. No habrá rezo de Vísperas.
- Dentro del programa de la fiesta de la Anunciación del Señor, tendremos una conferencia sobre  “El Greco, su obra y su espiritualidad” a cargo de D: Ramón Campos, párroco de Calvarrasa de Arriba y licenciado en arte, en el salón de la Gaceta (Avda. de los Cipreses). Entrada libre hasta llenar el aforo.


Sábado 22 
RETIRO DE CUARESMA en casa de ejercicios de la Hijas de la Iglesia (Las azules) enfrente de la Sindical. El plazo para apuntarse será hasta el 20 de marzo en el despacho o en las sacristías de ambas iglesias. Saldremos todos juntos ese día a las 10 de la mañana de la puerta de San Mateo.


sábado, 15 de marzo de 2014

FIESTA DE LA ANUNCIACIÓN DEL SEÑOR 2014. PROGRAMA.

Anunciación. El Greco.

Viernes 21 de Marzo a las 8,15 en el salón de la Gaceta (Avda.  de los Cipreses) tendremos la conferencia sobre el  Greco, su obra y su espiritualidad a cargo de D. Ramón Campos, párroco de Calvarrasa de Arriba y licenciado en arte.

Sábado 22 de Marzo de 5:30 a 7 habrá para los niños y preadolescentes de catequesis Talleres de Tiempo Libre en el centro de la Anunciación del Señor.

Martes 25 de Marzo, FESTIVIDAD DE LA ANUNCIACIÓN  DEL SEÑOR, tendremos la Eucaristía a las 8 en la iglesia de la Anunciación del Señor y a continuación en el centro parroquial compartiremos unos pinchos y bebidas.
La parroquia pone la bebida, y los pinchos cada uno generosamente ofrece embutido, empanada, queso, fiambre, tortilla de patata, postre…  y se recogen el mismo día en centro parroquial de 5:30 a 7:30.  Gracias de antemano a todos.

Viernes 28 de Marzo a las 7 de la tarde en el salón de la Gaceta (Avda. de los Cipreses) habrá una obra de Teatro a cargo de la asociación de mujeres de Cabrerizos y cuya recaudación irá destinada a la Cáritas interparroquial. La entrada costara 2 euros.

Domingo 30 de Marzo de 4:15 a 7 celebraremos una Evento deportivo de fútbol – sala y baloncesto para los niños/as, preadolescentes, adolescentes, jóvenes, catequistas y padres en las pistas del Colegio San Agustín.

PD: Os esperamos a todos los que formamos la UNIDAD PASTORAL de San Mateo y la Anunciación del Señor.


jueves, 13 de marzo de 2014

SEGUNDO DOMINGO DE CUARESMA

"Envía tu luz y tu verdad; que ellas me guíen hasta tu monte santo, hasta tu morada" (Sal 42,3)

Tansfiguración. Teófanes el griego. Siglo XIV

La liturgia de hoy nos pide caminar por un sendero estrecho y áspero. Es el camino de la fe obediente que exigió a Abrahán unas rupturas concretas y dirigirse a metas desconocidas. Es el camino de la difícil perseverancia que exige a Timoteo vencer el desaliento y una  generosidad renovada del don de sí. Es el camino del sufrimiento y de la muerte que Jesús recorre plenamente consciente, preparando a sus discípulos para que también lo afronten con fortaleza. Sin embargo, es el único camino que conduce a la verdadera vida, a la gloria auténtica, a la luz sin ocaso.
Ya desde ahora se nos concede pregustar un poco aquel esplendor para proseguir con nuevo impulso caminando. La promesa de la bendición divina colmó de esperanza la vida de Abrahán; la fuerza de Dios ayuda a Timoteo a obtener la gracia de Cristo para difundir el Evangelio con entusiasmo; la visión de Cristo transfigurado corrobora a los discípulos en la hora de la ignominia y de la cruz. El Espíritu Santo no deja nunca de alentarnos.
El sufrimiento es fiel compañero en el camino de la vida, pero en la prueba no estamos solos: Jesús está a nuestro lado como "varón de dolores que conoce bien lo que es sufrir", como el primero que ha llevado el peso de la cruz. Esto basta para mantenernos confiados en que su poder se manifiesta plenamente en nuestra debilidad; nos inyecta ánimo para asumir estas opciones en el camino hacia la pascua y para dar testimonio de la resurrección.

Jesús, tú eres el Señor: has mostrado tu rostro radiante de luz a tus discípulos, poco antes confusos por la predicción de tu pasión y ahora temerosos ante la gloria que irradias. Siempre nos supera tu misterio.
Tú eres el Señor: como hijo predilecto del Padre, has recorrido primero y ahora abres para nosotros el camino de la obediencia de fe, que nos parece imposible; de la perseverancia, que estimamos inútil; de la esperanza, que juzgamos insostenible.
Tú eres el Señor: y queremos confiar en ti porque es demasiado arduo el camino, demasiado oscuro el sendero; no sabemos recorrerlo solos, pero contigo, nuestro buen Pastor, el sendero es seguro, desaparece el miedo, y la fatiga es una ofrenda generosa.

Al elegido y amado de Dios se le muestra, de tiempo en tiempo, algún reflejo del rostro divino, como una luz oculta entre las manos que ya aparece, ya se esconde, a gusto del portador, para que, por estos reflejos momentáneos y fugitivos, se inflame el alma en deseos de la plena posesión de la luz eterna y de la herencia en la total visión de Dios. Y para que de algún modo se dé cuenta de lo que le falla todavía, no es raro que la gracia, como de pasada, haga vibrar sus sentimientos amorosos y la arrebate y la conduzca al seno del día que está lejos del mundanal ruido, en el gozo del silencio. Y allí, por un momento, por un instante, según su capacidad, El mismo se le muestra y le ve tal como es. A veces, trasformándole en Él mismo, para que sea, en su medida, como es Él.
Habiendo así comprendido la diferencia entre el Puro y lo impuro, vuelve el hombre sobre sí mismo para darse más a la purificación del corazón, preparándose para la visión [...]. Nada mejor para descubrir la imperfección humana que la luz del rostro de Dios, el espejo de la visión divina (Guillermo de Saint-Thierry, Carta de oro, nn. 268ss, passim).


Lecturas del día:

Vídeo:


miércoles, 12 de marzo de 2014

ESCUCHAR A JESÚS

 El centro de ese relato complejo, llamado tradicionalmente “La transfiguración de Jesús”, lo ocupa una Voz que viene de una extraña “nube luminosa”, símbolo que se emplea en la Biblia para hablar de la presencia siempre misteriosa de Dios que se nos manifiesta y, al mismo tiempo, se nos oculta.
La Voz dice estas palabras: “Este es mi Hijo, el amado, mi predilecto. Escuchadlo”. Los discípulos no han de confundir a Jesús con nadie, ni siquiera con Moisés y Elías, representantes y testigos del Antiguo Testamento. Solo Jesús es el Hijo querido de Dios, el que tiene su rostro “resplandeciente como el sol”.
Pero la Voz añade algo más: “Escuchadlo”. En otros tiempos, Dios había revelado su voluntad por medio de los “diez mandatos” de la Ley. Ahora la voluntad de Dios se resume y concreta en un solo mandato: escuchad a Jesús. La escucha establece la verdadera relación entre los seguidores y Jesús.
Al oír esto, los discípulos caen por los suelos “llenos de espanto”. Están sobrecogidos por aquella experiencia tan cercana de Dios, pero también asustados por lo que han oído: ¿podrán vivir escuchando solo a Jesús, reconociendo solo en él la presencia misteriosa de Dios?
Entonces, Jesús “se acerca y, tocándolos, les dice: Levantaos. No tengáis miedo”. Sabe que necesitan experimentar su cercanía humana: el contacto de su mano, no solo el resplandor divino de su rostro. Siempre que escuchamos a Jesús en el silencio de nuestro ser, sus primeras palabras nos dicen: Levántate, no tengas miedo.
Muchas personas solo conocen a Jesús de oídas. Su nombre les resulta, tal vez, familiar, pero lo que saben de él no va más allá de algunos recuerdos e impresiones de la infancia. Incluso, aunque se llamen cristianos, viven sin escuchar en su interior a Jesús. Y, sin esa experiencia, no es posible conocer su paz inconfundible ni su fuerza para alentar y sostener nuestra vida.
Cuando un creyente se detiene a escuchar en silencio a Jesús, en el interior de su conciencia, escucha siempre algo como esto: “No tengas miedo. Abandónate con toda sencillez en el misterio de Dios. Tu poca fe basta. No te inquietes. Si me escuchas, descubrirás que el amor de Dios consiste en estar siempre perdonándote. Y, si crees esto, tu vida cambiará. Conocerás la paz del corazón”.
En el libro del Apocalipsis se puede leer así: “Mira, estoy a la puerta y llamo; si alguno oye mi voz y me abre la puerta, entraré en su casa”. Jesús llama a la puerta de cristianos y no cristianos. Le podemos abrir la puerta o lo podemos rechazar. Pero no es lo mismo vivir con Jesús que sin él.

De  Eclesalia.net




SIGAMOS CON LAS TENTACIONES



            Aunque el próximo domingo nos ofrece un fantástico texto para plantearnos la meta de nuestro camino, seguiremos con el tema del domingo pasado. La Transfiguración, leída al comienzo de la Cuaresma, es necesaria porque nadie emprende un camino sin apuntar al término del viaje. Menos aún se impone sacrificios si éstos no sirven a alguien. Contemplar a Cristo con el rostro radiante y revestido de luz, contemplado con paz y amor por los que ya llegaron a la Meta (Moisés y Elías) es una pasada. Hacia la contemplación de esa gloria caminamos. Por eso, aún al comienzo de la Cuaresma, se nos invita a poner ante la mirada a Cristo transfigurado. Es como un anticipo de la Pascua que nos espera al final de la larga y penosa Cuaresma de esta vida. Es el oasis en medio de la caminata por el desierto.  Prosigamos, no obstante, con las tentaciones. Porque eso de las “ideolatrías” de la semana pasada pudo iluminar algunas de nuestras inclinaciones. Pero pasó por alto otras muy importantes. Voy a recoger tres de ellas que el Papa Francisco comenta en su Exhortación “La alegría del evangelio”. Cambio el orden en que él las expone.

            Mundanidad espiritual. El papa la define como buscar la gloria y el bienestar personal antes que la gloria de Dios. Exacto. Eso que Jesús denuncia en los dirigentes de su tiempo: “¿cómo podéis creer vosotros que aceptáis la gloria unos de otros y no buscáis la gloria que viene del Dios único”? (Jn 5, 44). Tentación grave hoy de dirigentes no sólo políticos, sino sobre todo eclesiásticos, sean obispos o curas o sacristanes, cantores o lectores de la Palabra. Todos los que consideran que su prestigio y buena imagen es condición para que la gente crea. ¡Cuidado con ponerse en el candelero o escucharse a sí mismos o buscar sutilmente el halago y la autoafirmación! Eso es mundanidad vácua. Vanidad de vanidades, atrapar viento.

            Pesimismo estéril. Así lo define Francisco papa: “Una de las tentaciones más serias que ahogan el fervor y la audacia es la conciencia de derrota que nos convierte en pesimistas quejosos y desencantados, con cara de vinagre. Nadie emprende una lucha si de antemano no confía en el triunfo. Aun con la conciencia de las propias fragilidades, hay que seguir adelante, recordando lo que el Señor dijo a Pablo: “Te basta mi gracia, porque mi fuerza se manifiesta en la debilidad”. El triunfo cristiano es siempre el de la cruz”. ¡Como para perder el tiempo en las sacristías y en grupos de creyentes lamentándose día tras día de que a la iglesia sólo acuden los viejos!

            Acedia egoísta y paralizante. La palabra acedia significa falta de fervor, de vigor del ánimo. Lo que conlleva encerrarse en una tristeza dulzona que paraliza el alma. Así se deriva hacia el pragmatismo y la mezquindad. Es conformarse, en el quehacer cotidiano, con los mínimos que salvaguardan las apariencias pero sin garra para emprender la tarea de crecer personalmente y ser eficaz en la misión evangelizadora. ¡Qué dolor ver sumidos a los enviados por el Señor al mundo clausurados sobre sí mismos, sin esperar nada y sin fructificar en gozo evangélico! “Muchos laicos tratan de escapar del compromiso misionero. Es difícil encontrar catequistas capacitados que perseveren en las tareas varios años. Algo semejante ocurre con los sacerdotes que cuidan con obsesión su tiempo personal...” (Francisco, La alegría del Evangelio, 81).
           
                                                                        JOSÉ MARÍA YAGÜE




lunes, 10 de marzo de 2014

PURIM



Esta semana, nuestros hermanos mayores en la fe, el pueblo judío, celebran la fiesta de Purim.
Purim (= suertes) conmemora el milagro relatado en el libro de Ester en el que el pueblo judío se salva de ser exterminado durante el reinado de Asuero debido a las intrigas del cortesano Amán, gracias a la intervención del judío Mardoqueo y, especialmente, de su sobrina Ester, esposa de Asuero (conocido tambíén por Jerjes I).
El día anterior se centra en el ayuno, pues en el libro de Ester se narra que el pueblo ayunó para encomendarse al Señor ante la catástrofe inminente, pero la conmemoración en sí constituye una de las fiestas más alegres, con disfraces, limosna, cantos e intercambio de regalos, así como comer y beber, estando socialmente permitido "achisparse" un poco.

Jag Purim Sameaj

domingo, 9 de marzo de 2014

AVISOS SEMANA 10 DE MARZO

A partir del lunes 10 de marzo, durante toda la Cuaresma, habrá rezo de Vísperas de lunes a jueves, por lo que la Eucaristía dará comienzo quince minutos antes. A las 6:30 en la Anunciación y a las 7:15 en San Mateo.

Lunes 10
- A las 5 taller de punto en los locales de la Anunciación.
- Reunión del Grupo de Mayores también a las 5 en los locales de la Anunciación.

Miércoles 12
- Grupo de Habilidades Sociales a las 4:30 en los locales de San Mateo.
- A las 5 Oración de Silencio, con exposición del Santísimo, en la Anunciación.

Jueves 13
- A las 5 Grupo de Vida Ascendente en el centro de San Mateo.

Viernes 14
- Vía Crucis. Estación 4, 5 y 6.
A las 6:15 en La Anunciación y a las 7 en San Mateo.

Como ya se ha comunicado, el retiro de Cuaresma será el sábado 22 de marzo. La fecha límite para apuntarse es el 19 en el despacho y en la sacristía de las dos iglesias.


FORO EFFETA: ENCUENTRO CON JESÚS

El pasado viernes, el foro Effeta organizó en la Unidad Pastoral un acto de cara al encuentro con Jesús en el inicio de esta Cuaresma. Resumimos las líneas de reflexión.




1 - LUZ QUE PROCEDE DE LA LUZ
Mt 10, 46-52
Jesús, dirigiéndose a él, le dijo: "¿Qué quieres que haga por ti?"
El ciego le contestó:" Maestro, que recobre la vista".

Ideas fundamentales:
La oración es encuentro con el Señor, un encuentro que me transforma y me salva.
La oración supone un deseo profundo de encontrarse con el Señor.
Necesitamos perseverar, ser constantes en la oración, ejercitarla cada día ... para llegar al encuentro con
el Señor.
La oración no depende solo de nosotros, sino también del Señor. Dejémosle a Él hacer su parte.
El encuentro con Jesús se realiza a través de mediaciones. La Iglesia es una mediación.

Preguntas:
¿Deseo en lo más profundo de mi ser encontrarme con el Señor?
¿Soy consciente de mis cegueras?
¿Cuáles son esas cegueras que me impiden descubrir la verdadera Luz en mi vida?


2 - LA ZARZA ARDIENTE
Éxodo 3, 1-5
El ángel del Señor se le apareció en una llamarada entre las zarzas. Moisés se fijó: la zarza ardía sin consumirse. Moisés dijo: --- Voy a acercarme a mirar este espectáculo tan admirable: cómo es que no se quema la zarza.
Viendo el Señor que Moisés se acercaba a mirar, lo llamó desde la zarza: ---Moisés, Moisés.
Respondió él- ---Aquí estoy. Dijo Dios: ---No te acerques. Quítate las sandalias de los pies, pues el sitio que pisas es terreno sagrado.

Para encontrarse con Dios es necesario ir al desierto.
Vivir en el desierto supone despojarse de todo lo superfluo.
Es Dios el que toma la iniciativa.
El fuego de Dios no se apaga. Quema lo que no es de Él en nuestro interior.
El Señor nos llama por nuestro nombre. Es una relación personal.
Una relación que necesita tiempo. Estar a solas con Él.
Relación de amor, no de temor.
Esta relación nos cambia la mirada hacia nosotros mismos y hacia el mundo.
Si buscamos a Dios, Él nos encontrará

Dos cuestiones:
¿Cuál es hoy mi relación personal con el Señor?
¿Qué debo cambiar de esa relación a partir de ahora?


3 - EL AGUA
Gen. 1: Desde el caos, el agua es divina: ella forma parte de la revelación y/o creación de Dios.
Jn 2, 1-11, Jesús convierte el agua de esas seis tinajas (seis es siempre el número imperfecto de este mundo que no alcanza la plenitud) en vino de bodas, es decir, de alegría mesiánica.
Mt 25, 31-46, donde la exigencia de "dar de beber al que tiene sed" se convierte en sentido y clave de la vida humana.
Jn 4, 13-14, Todo el que bebe del agua de ese pozo (de Siquem) volverá a tener sed. Pero cualquiera que beba del agua que yo le daré nunca más tendrá sed, sino que el agua que yo le daré será en él una fuente de agua que salte para vida eterna.

Rasgos de los textos:
El agua evoca los grandes textos del Antiguo Testamento: el agua de la roca en el desierto, el agua que brota del templo, el agua del camino de retorno de los exiliados. Todas esas aguas se concentran ahora en Cristo. El agua de Cristo es, sin duda, un agua mística abierta a la contemplación de Dios; es lo que reflejan los textos que hemos citado antes.
Pero, al mismo tiempo, es el agua de la curación de los enfermos, el agua del servicio mutuo que consiste en lavarse los pies unos a otros, empezando por los señores a los siervos (cf. Jn 13, 1-17), el agua de vida que bota, con la sangre, del costado del Cristo (Jn 19, 34; cf. 1 Jn 5,8).


Preguntas:
¿Qué agua ofrezco yo? ¿Busco y uso el agua de mi bondad, el agua que refleja a Cristo?