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martes, 30 de abril de 2013

CONSTRUIR UN FUTURO NUEVO


El 1º de mayo ha sido históricamente un símbolo de la lucha del movimiento obrero por afirmar la dignidad de la persona en el trabajo. Las reivindicaciones del 1º de mayo se plantean en España, en un escenario con datos tan sangrantes como una cifra que supera los 6 millones de personas desempleadas, y una tasa de paro que entre los jóvenes se sitúa en torno al 55%. Más de 1,8 millones de hogares tienen a todos sus miembros en paro, la edad de jubilación se ha prolongado más allá de los 65 años, se está produciendo una media de 115 desahucios al día, personas jubiladas estafadas por las preferentes…
Este 1º de mayo está muy marcado por la última Reforma laboral aprobada en febrero de 2012. La mercantilización del trabajo y las políticas que se vienen practicando, están quebrando el Estado de Bienestar, devaluando el Sector Público y recortando en servicios y prestaciones Están profundizando la desigualdad estructural que sufre el mundo obrero y del trabajo, continúan debilitando las relaciones laborales sin garantizar la seguridad de una vida digna para las personas, y están aumentando la vulnerabilidad que sufren las mujeres y los hombres del trabajo, especialmente sus sectores más débiles.
Estas duras realidades están ocasionando terribles costes humanos: Miles de familias que viven con ansiedad e incertidumbre, afectadas en sus relaciones por situaciones de tensión, angustia, estrés, depresión.
Una juventud que se siente sin futuro, y que está emigrando fuera del país afectada por el desempleo de larga duración y por la incapacidad de lograr independencia económica debido a la inestabilidad laboral y los bajos salarios. Familias a las que les son arrebatadas sus viviendas porque ya no pueden pagar las hipotecas. Trabajadores de otros lugares que deben volver a sus países de origen por falta de salidas laborales y perspectiva de futuro…
Así lo constatamos desde las situaciones vitales de precariedad de nuestros militantes y las personas con las que entramos en contacto a través de nuestro trabajo y compromisos.
Cada día es más evidente que todo esto que nos está sucediendo es algo mucho más profundo que una crisis económica. Es todo el entramado institucional el que ha perdido toda credibilidad. Todo ha quedado como barrido por un tsunami de inmoralidad, por una profunda quiebra moral y ética, a la que no se ha prestado mucha atención hasta que mayorita-riamente nos ha tocado el bolsillo, lo que es significativo para evaluar el problema que tenemos.
Nos enfrentamos a una crisis de humanidad, que afecta a la persona y a las relaciones sociales e institucionales, y que se materializa en las respuestas mercantilistas y no humanas que estamos dando a los grandes problemas que tenemos.
La sola recuperación de la economía no será suficiente para hacer efectivo el derecho al trabajo; más bien, lo que se está produciendo es una recuperación económica contra el trabajo, un empobrecimiento de la sociedad, el desarrollo de procesos de bajo costo en las relaciones de producción y consumo. El trabajo como derecho, en los términos y formas en que lo hemos conocido, no volverá, aun en el caso de que se produzca una recuperación económica.
Ya Juan Pablo II nos advertía en “Laborem Exercens” de la necesidad de la defensa de la dignidad del trabajo y su centralidad. Hoy este mensaje tiene una vigencia plena: “El trabajo humano es una clave, quizá la clave esencial, de toda la cuestión social”. “Los pobres (…) aparecen en muchos casos como resultado de la violación de la dignidad del trabajo humano: bien sea porque se limitan las posibilidades del trabajo –es decir por la plaga del desempleo–, bien porque se desprecia el trabajo y los derechos que fluyen del mismo».
Se ha construido la economía de espaldas al trabajo y a las necesidades de las personas. Con los actuales niveles de desempleo, las personas nos vemos presionadas a trabajar bajo condiciones precarias, inseguras y con salarios indecentes. Y de la precariedad a la exclusión hay un margen muy pequeño.
Como movimientos cristianos en el mundo obrero y del trabajo, consideramos que a pesar de la situación caótica en la que nos encontramos, también se desarrolla el Plan de Dios. El Reino de Dios ya está en nosotros y entre nosotros: tenemos que vivir el Reino. O dicho de otro modo: para salir de la crisis en que nos encontramos, el camino consiste en vivir como ciudadanos del Reino de Dios.
Esto conlleva establecer relaciones de Comunión guiadas por la vivencia del Mandamiento Nuevo: un amor al prójimo que se fundamenta en el Amor de Dios (podemos amar porque Él nos amó primero). Vivir la comunión es la expresión del Reino de Dios en nuestras actividades cotidianas: Empresas, familias, Bancos, políticos y políticas, sindicatos, iniciativas de todo tipo…, que busquen comunión y que la construyan.
La comunión nos exige una transformación radical de nuestros modos de sentir, pensar y actuar. Esto es lo que necesi-tamos personalmente, como movimientos, en nuestra Iglesia y en nuestra sociedad.
Y para construir una sociedad humana es ineludible luchar por el derecho al trabajo y un trabajo decente, tal y como lo ha definido Benedicto XVI en Caritas in veritate.
La crisis nos llama no a salir de ella para volver a lo que teníamos, sino a construir un futuro nuevo, un mundo más justo y fraterno, un mundo que nos permita vivir como ciudadanos y ciudadanas del Reino de Dios.

                                                                       HOAC y JOC


domingo, 28 de abril de 2013

AVISOS SEMANA 29 DE ABRIL


Lunes 29 de Abril
A las 4,30 h. en los locales de Fátima se reúne el Grupo de Cáritas de Fátima y la Anunciación.

Lunes y martes, 29  y 30 de Abril, a las 5 en los locales de la Anunciación se tendrán unas charlas preparatorias para la Unción de Enfermos para los que van a recibir el sacramento y para toda la Unidad Pastoral.

Miércoles 1 de Mayo
A las 5 de la tarde “Oración de Silencio” en la Iglesia de la Anunciación del Señor, con exposición del Santísimo.

Jueves, 2 de Mayo: comienza el Mes de María, con el rezo del Rosario:
6:15 en la Anunciación del Señor
7:00 en San Mateo

A las 6 de la tarde, en los locales de la Anunciación, clases de guitarra de la UP.

También el jueves 2 de Mayo a las 7:15  habrá exposición del Santísimo en la  Iglesia de Anunciación del Señor.

El domingo 5 de Mayo en la Eucaristía dominical de 11 en San Mateo se celebrara la Unción de enfermos.

Apúntate a las Actividades de Verano – 2013
Campos de trabajo para adolescentes.
Campamento de verano – 21 al 28 de Julio



viernes, 26 de abril de 2013

LOS QUE NO SE FÍAN DE FRANCISCO


Lo que hace y lo que dice este papa está desconcertando tanto a tanta gente en la Iglesia, que cada día aumentan los que, por un motivo o por otro, no se fían de lo que están viendo y oyendo. Es lógico que haya quienes opinan que es pronto para dar un juicio, en el sentido de que estamos viviendo un cambio definitivo o, por el contrario, es pronto para opinar que no tardaremos en ver cómo todo sigue igual que antes. Sea lo que sea y pase lo que pase, lo que no me parece razonable es ponerse ya a sentenciar que no tardaremos en ver que el fracaso de este papa - a primera vista tan innovador – está a la vuelta de la esquina. Y el hecho es que así piensan – y así lo dan a entender – más de dos y más de cuatro, por mucho que intenten disimularlo los que, no sólo no se fían del papa Francisco, sino que en realidad lo que desean intensamente es que se estrelle cuanto antes.
Lo notable es que quienes piensan y sienten estas cosas son los mismos que, hace cuatro días, no soportaban que alguien pusiera en cuestión lo que alguno de los papas anteriores había dicho desde la ventana del palacio apostólico ante la gente congregada en la plaza de San Pedro en Roma. Por lo menos, a partir del día que eligieron como papa a Pablo VI. Porque con Juan XXIII pasaba algo de lo que está pasando ahora con Francisco. Yo estaba entonces en Roma. Y no quiero acordarme de los disparates, y hasta los insultos, que los papistas más papistas del mundo le dedicaban al papa Roncallí. ¿Por qué semejantes insultos, entonces a Juan XXIII y ahora a Francisco, precisamente de parte de quienes se autoproclaman más papistas que el papa?
La respuesta es muy sencilla. Porque el amor al papa es una de las cosas más ambiguas que hay en el mundo. Como es ambigua la obediencia de los que se someten a todo el que les manda que digan y hagan lo que a ellos les gusta, lo que ellos piensan y lo que a ellos les conviene. Esto es antiguo en la Iglesia. Tan antiguo como la Iglesia misma.
Y es que el problema no está en el papa. El problema está en el Evangelio. Concretamente en los valores que presenta y exige Jesús en el Evangelio. Eso es lo que nos tiene que preocupar. Y en eso es en lo que todos los creyentes tenemos que coincidir. Sobre todo, en lo que es central en el Evangelio. Leyendo y releyendo los relatos, que nos dejaron los evangelistas, lo que está fuera de duda es que lo central para Jesús no fue la sumisión al templo y sus dirigentes. Lo que más preocupó a Jesús fue el sufrimiento de los enfermos, el hambre de los pobres, el desamparo de los marginados y excluidos. Todo eso, vivido en la sencillez y simplicidad de un hombre bueno que acogió a todos, lo mismo a un revoltoso como Judas que a un entusiasta como Pedro. En la mesa de Jesús cabían todos. Y, que sepamos, a nadie excluyó, ya fueran justos o pecadores, hombres o mujeres, judíos, galileos o samaritanos.
¿No es esto lo que más necesitamos en la Iglesia ahora mismo? Y si el papa Francisco nos habla de Jesús y nos impulsa a vivir como vivió Jesús, ¿no es esto lo que más necesitamos todos y lo que más necesita la Iglesia? Los que no se fían de Francisco, por favor, que se pregunten por qué se preocupan tanto por lo que hace y dice este papa. ¿Por lo que hizo en tiempos ya pasados? ¿por lo que está haciendo ahora? ¿porque no les da seguridad? ¿en qué? ¿no tienen bastante con el Evangelio? Pues bien, si el papa Francisco nos enseña a vivir la sencillez y la bondad del Evangelio, ¿qué más queremos? ¿qué temores ocultos nos inquietan? ¿no estará el secreto de todo en que nos da miedo afrontar estas preguntas? En cualquier caso, y sea el papa como sea, piense como piense, sea conservador o progresista, tenga la ideología que tenga, si el papa nos habla de los pobres, del sufrimiento de quienes peor lo están pasando, si nos exhorta a tener entrañas de bondad y de misericordia, si nos anima y nos ayuda unirnos en la defensa de la justicia y la igualdad, lo demás, todo lo demás, pasa a un segundo término. Porque, si es que el evangelio dice la verdad, a Dios lo encontramos en el que sufre (Mt 25, 31-46), no en el que coincide con mis preferencias políticas, ideológicas o quizás económicas. Por ahí, ciertamente el papa es libre para escoger lo que prefiera. En todo caso, que nos enseñe a vivir el Evangelio. Lo demás, que cada cual vea lo que más y mejor nos lleva a hacer este mundo más habitable y más humano.

                                                                              José María Castillo

jueves, 25 de abril de 2013

QUINTO DOMINGO DE PASCUA

"Su ternura se extiende a todas las criaturas"  (Sal 144,9)




«Os doy un mandamiento nuevo.» Como era de esperar que los discípulos, al oír esas palabras y considerarse abandonados, fueran presa de la desesperación, Jesús les consuela proveyéndoles, para su defensa y protección, de la virtud que está en la raíz de todo bien, es decir, la caridad. Es como si dijera: «¿Os entristecéis porque yo me voy? Pues si os amáis los unos a los otros, seréis más fuertes». ¿Y por qué no lo dijo precisamente así? Porque les impartió una enseñanza mucho más útil: «Por el amor que os tengáis los unos a los otros reconocerán todos que sois discípulos míos». Con estas palabras da a entender que su grupo elegido no hubiera debido disolverse nunca, tras haber recibido de él este signo distintivo. Él lo hizo nuevo del mismo modo que lo formuló. De hecho, precisó: «Como yo os he amado» [...].
Y dejando de lado cualquier alusión a los milagros que hubieran de realizar, dice que se les reconocerá por su caridad. ¿Sabéis por qué? Porque la caridad es el mayor signo que distingue a los santos: es la prueba segura e infalible de toda santidad. Es sobre todo con la caridad como todos conseguimos la salvación. Y en esto consiste principalmente ser discípulo suyo.
Precisamente gracias a la caridad os alabarán todos, al ver que imitáis mi amor. Los paganos, es verdad, no se conmueven tanto frente a los milagros como frente a la vida virtuosa. Y nada educa la virtud como la caridad. En efecto, los paganos llamarán con frecuencia «impostores» a los que obran milagros, pero nunca podrán encontrar nada criticable en una vida íntegra 
                                       (Juan Crisóstomo, Homilías sobre el evangelio de Juan, 57,3s).


El pueblo cristiano es siempre un «pequeño resto» en medio de los miles de millones de hombres que viven sobre la faz de la tierra, pero es un fermento de masa «nueva» que debe hacer fermentar desde el interior toda la masa. Y aunque la evidencia de la situación parece desmentir su eficacia, la Palabra de Dios nos autoriza a no dudar y a dejar de sentir miedo. El fruto del árbol sólo se ve después de un laborioso tiempo de germinación y de crecimiento a lo largo de la sucesión de las estaciones. ¿No es éste el mismo camino de Jesús, el Hijo del hombre glorificado a través de la muerte en la cruz? Todo se ha vuelto nuevo: se dan cuenta de ello los que tienen los ojos límpidos y penetrantes de la fe, aquellos que, resucitados con Cristo, caminan sobre la tierra pero a quienes su corazón les empuja ya hacia arriba. La transformación acaece ya día tras día a través de nuestro morir a toda clase de orgullo y de egoísmo para pasar de la decadencia del pecado a la plenitud de la vida nueva.



Vídeo de la semana:
http://www.youtube.com/watch?v=ztmX_TsS9B0

Lecturas del día:
http://www.servicioskoinonia.org/biblico/calendario/texto.php?codigo=20130428&cicloactivo=2013&cepif=0&cascen=0&ccorpus=0


miércoles, 24 de abril de 2013

MATEANDO

Más normal, imposible.


AMISTAD DENTRO DE LA IGLESIA


Es la víspera de su ejecución. Jesús está celebrando la última cena con los suyos. Acaba de lavar los pies a sus discípulos. Judas ha tomado ya su trágica decisión, y después de tomar el último bocado de manos de Jesús, se ha marchado a hacer su trabajo. Jesús dice en voz alta lo que todos están sintiendo: “Hijos míos, me queda ya poco de estar con vosotros”.
Les habla con ternura. Quiere que queden grabados en su corazón sus últimos gestos y palabras: “Os doy un mandamiento nuevo: que os améis unos a otros; como yo os he amado, amaos también entre vosotros. La señal por la que os conocerán todos que sois mis discípulos será que os amáis unos a otros”. Este es el testamento de Jesús.
Jesús habla de un “mandamiento nuevo”. ¿Dónde está la novedad? La consigna de amar al prójimo está ya presente en la tradición bíblica. También filósofos diversos hablan de filantropía y de amor a todo ser humano. La novedad está en la forma de amar propia de Jesús: “amaos como yo os he amado”. Así se irá difundiendo a través de sus seguidores su estilo de amar.
Lo primero que los discípulos han experimentado es que Jesús los ha amado como a amigos: “No os llamo siervos… a vosotros os he llamado amigos”. En la Iglesia nos hemos de querer sencillamente como amigos y amigas. Y entre amigos se cuida la igualdad, la cercanía y el apoyo mutuo. Nadie está por encima de nadie. Ningún amigo es señor de sus amigos.
Por eso, Jesús corta de raíz las ambiciones de sus discípulos cuando los ve discutiendo por ser los primeros. La búsqueda de protagonismos interesados rompe la amistad y la comunión. Jesús les recuerda su estilo: “no he venido a ser servido sino a servir”. Entre amigos nadie se ha de imponer. Todos han de estar dispuestos a servir y colaborar.
Esta amistad vivida por los seguidores de Jesús no genera una comunidad cerrada. Al contrario, el clima cordial y amable que se vive entre ellos los dispone a acoger a quienes necesitan acogida y amistad. Jesús les ha enseñado a comer con pecadores y gentes excluidas y despreciadas. Les ha reñido por apartar a los niños. En la comunidad de Jesús no estorban los pequeños sino los grandes.
Un día, el mismo Jesús que señaló a Pedro como “Roca” para construir su Iglesia, llamó a los Doce, puso a un niño en medio de ellos, lo estrechó entre sus brazos y les dijo: “El que acoge a un niño como este en mi nombre, me acoge a mí”. En la Iglesia querida por Jesús, los más pequeños, frágiles y vulnerables han de estar en el centro de la atención y los cuidados de todos.

De  Eclesalia.net

martes, 23 de abril de 2013

HAY QUE PASAR MUCHO PARA ENTRAR EN EL REINO DE DIOS


Me queda poco de estar con vosotros.
Ahora es glorificado el hijo del hombre.
Vi un cielo nuevo y una tierra nueva.
Hay que pasar mucho para entrar en el Reino de Dios.

            Cuatro titulares. Tres libros diferentes de la Sagrada Escritura. Todo apunta, sin embargo, en una misma dirección: hay una salida de este mundo y para este mundo. No todo termina en la muerte.

            ¿Cómo expresar esto hoy sin que parezca un infantilismo o una ñoñería? En una cultura “terrenizada”, ajena a toda trascendencia, instalada en el día a día y únicamente obsesionada por el presente, sea por la supervivencia o por el éxito o por la imagen, cualquier referencia al más allá chirría, parece estar fuera de contexto. Como cuando Pablo hablaba de la resurrección de Cristo en el Areópago de Atenas, nos espera la sonrisa irónica, la mirada por encima del hombro, el desprecio de “los nuevos sabios”, el sarcástico “mañana te oiremos hablar de esto”.

            El espíritu no es sino la materia más y mejor organizada. Disgregada la materia, se acabó el espíritu. No hay lugar para nada más. Así suena el argumento de algunos ateos. Pensar en una vida más allá de la muerte, en un Dios personal y creador de cuanto existe, es, para quienes así piensan, ignorancia o autoengaño infantil.

            Sin embargo, nosotros los creyentes, con tanta o más racionalidad y no menos lógica, gracias a la fe, creemos firmemente lo que nos dicen los evangelios: que Jesucristo resucitó y que nosotros resucitaremos con él.

            Esperamos, en efecto, un cielo nuevo y una tierra nueva donde el mal ya no existe. Y vivimos para esta nueva creación. Lo que no significa ni mucho menos desinteresarnos de este mundo, sobre todo de la injusticia y de las miserias humanas que se oponen absolutamente al proyecto de Dios. Porque creemos también que el mundo nuevo se construye desde aquí, desde la justicia y la fraternidad que figuran en la cabecera del proyecto de Dios sobre los hombres. Por eso rechazamos, nos oponemos y luchamos contra el abuso de unos sobre otros, contra la corrupción y el fraude. Y nos avergüenza que algunos que se llaman y consideran creyentes estén en todas las listas de corruptos y defraudadores.

            Hay que pasar mucho para entrar en el Reino de Dios. Con su gracia, nos apuntamos a padecer lo necesario para testimoniar que es en la Cruz donde Cristo es glorificado por el Padre. Sabemos que esa Cruz para nosotros es resistir al mal y practicar el bien, es decir, no ser profesionales de la religión, sino cuidadores de la vida (de todos, especialmente de los más amenazados) y hacedores de fraternidad. De otro modo, cumplir el mandamiento de Jesús: “amaos unos a otros como yo os he amado”. El papa Francisco nos estimula con su ejemplo para no tener miedo de la bondad ni de la ternura. Para vivir apasionadamente la vida presente a la espera de y construyendo la gloria futura, los nuevos cielos y la nueva tierra.

                                                                                      JOSÉ MARÍA YAGÜE


lunes, 22 de abril de 2013

LOS ACUERDOS IGLESIA-ESTADO

Raúl Román nos envía el siguiente artículo:


El día 20 de abril de 2013, se ha publicado en el diario ABC, un artículo de Pablo Nuevo López, en el cual el autor opina que si bien la ruptura de los Acuerdos no tiene por qué afectar a la libertad religiosa, no cabe duda que la ausencia de instrumentos jurídicos de cooperación sería perjudicial para el bien común.

LOS ACUERDOS IGLESIA-ESTADO

A lo largo de 1978 la Iglesia y el Reino de España negociaron cómo regular las relaciones entre ambos en cuestiones de interés común. Las negociaciones se plasmaron en cuatro Acuerdos, de enero de 1979, sobre “asuntos jurídicos”, “enseñanza y asuntos culturales”, “asistencia religiosa a las Fuerzas Armadas y el servicio militar de clérigos y religiosos”, y “asuntos económicos”, respectivamente. Partiendo de la proyección social del fenómeno religioso (es decir, que el fenómeno religioso se manifiesta como factor social específico en el ámbito civil), el Estado acuerda con la Iglesia determinados aspectos de la dimensión social de la vida religiosa de sus ciudadanos.
ABC Pese a lo que señalan algunas personas, estos Acuerdos son plenamente constitucionales. En este sentido ha tenido ocasión de pronunciarse el propio Tribunal Constitucional. En fecha tan temprana como 1982, y a propósito de la existencia de capellanes castrenses, el Tribunal estableció que el hecho de que el Estado preste asistencia religiosa católica a los individuos de las Fuerzas Armadas no sólo no determina lesión constitucional, sino que ofrece, por el contrario, la posibilidad de hacer efectivo el derecho al culto de los individuos y comunidades. Asimismo, consideró que esta asistencia no vulnera el derecho a la libertad religiosa, toda vez que los ciudadanos son libres para aceptar o rechazar la prestación que se les ofrece, sin que tampoco lesione el derecho a la igualdad, pues no queda excluida la asistencia religiosa a los miembros de otras confesiones, en la medida y proporción adecuadas que éstos pueden reclamar fundadamente (sentencia 24/1982, de 13 de mayo).
Más recientemente, analizando la constitucionalidad del Acuerdo sobre educación y asuntos culturales y en relación con la idoneidad de los profesores de Religión en la escuela pública el TC ha sostenido que el juicio de las confesiones sobre la idoneidad de los profesores de religión “no se limita a la estricta consideración de los conocimientos dogmáticos o de las aptitudes pedagógicas del personal docente”, sino que “puede extenderse a la propia conducta en la medida en que el testimonio personal constituya para la comunidad religiosa un componente definitorio de su credo, hasta el punto de ser determinante de la aptitud o cualificación para la docencia” (sentencia 38/2007, de 15 de febrero). Por tanto, siempre que el TC ha tenido ocasión de pronunciarse sobre la constitucionalidad de los Acuerdos entre la Santa Sede y el Reino de España ha considerado que son perfectamente compatibles con el texto constitucional.
Por otro lado, en la medida en que son normas de derecho internacional, su modificación o denuncia debe hacer de conformidad con los trámites previstos en el derecho internacional, sin que quepa la ruptura unilateral.
Los Acuerdos podrían, llegado el caso, modificarse tras una negociación entre la Santa Sede y el Reino de España. Desde luego, no hay ningún impedimento jurídico para ello, si bien desde un criterio de estricta oportunidad es algo cuando mínimo discutible. Los Acuerdos de 1979 han funcionado razonablemente bien, y no han generado problemas sociales ni de ningún otro orden.
Desde un punto de vista constitucional, la verdad es que no se termina de entender por qué cada cierto tiempo reaparece este debate. En determinadas fuerzas políticas se echa en falta una consideración del aporte del factor religioso (tanto en su dimensión institucional -la Iglesia- como en la de criterio conformador de conciencia y actitudes de ciudadanos individuales) al bien común. Por otro lado, si atendemos a la última “amenaza” de ruptura de los Acuerdos en caso de que la actual mayoría parlamentaria modifique la regulación del aborto, me parece algo extremadamente grave por lo que implica de negación a la mayoría de ejercer sus competencias en el orden legislativo, precisamente para cumplir con un programa electoral que los ciudadanos han premiado con la mayoría absoluta en las Cortes. Además, no se termina de entender la vinculación entre aborto y Acuerdos Iglesia-Estado: a mi entender el mundo no creyente debería estar preocupado por dejar a los creyentes la exclusiva de la tutela de los más vulnerables (los no nacidos).
La libertad religiosa está protegida por la Constitución (que la reconoce como derecho fundamental en el art. 16) y por los principales instrumentos internacionales sobre derechos humanos. En este sentido, el TC ha señalado que el contenido de este derecho no se agota en la protección frente a injerencias externas de una esfera de libertad individual o colectiva que permite a los ciudadanos actuar con arreglo al credo que profesen, sino que cabe apreciar una dimensión externa de la libertad religiosa que se traduce en la posibilidad de ejercicio, inmune a toda coacción de los poderes públicos, de aquellas actividades que constituyen manifestaciones o expresiones del fenómeno religioso y respecto de las que se exige a los poderes públicos una actitud positiva, desde una perspectiva que pudiéramos llamar asistencial o prestacional (STC 41/2001, de 16 de marzo).
Por tanto, si bien la ruptura de los Acuerdos no tiene por qué afectar a la libertad religiosa, teniendo en cuenta la realidad sociológica de España (no hay más que ver el peso de los colegios creados por entidades religiosas, o la labor de Caritas, o la dimensión del patrimonio religioso en el patrimonio histórico artístico de España) no cabe duda que la ausencia de instrumentos jurídicos de cooperación sería perjudicial para el bien común.


domingo, 21 de abril de 2013

AVISOS SEMANA 22 DE ABRIL

Lunes 22
  -  A las 4:30, reunión del grupo de Cáritas de la Anunciación y Fátima en la parroquia de Fátima.
  -  A las 5 de la tarde, Grupo de Habilidades Sociales en los locales de San Mateo.
  -  Grupo de la Doctrina Social de la Iglesia a las 7:30 en los locales de la Anunciación.

Miércoles 24
  -  A las 5 de la tarde, oración de silencio con exposición del Santísimo en la Anunciación.

Jueves 25
  -  A las 8, en el centro de San Mateo Grupo de Habilidades Sociales
  -  También a las 8, exposición del Santísimo en San Mateo-

Viernes 26
  -  A las 6:15 Eucaristía de la Hermandad Ferroviaria en la capilla de la calle París.

La recaudación total de la marcha solidaria para la operación vivienda de Cáritas ha ascendido a 3589 €.
Gracias a todos los que lo han hecho posible.


jueves, 18 de abril de 2013

CUARTO DOMINGO DE PASCUA

"Me conduce junto a aguas tranquilas"  (Sal 22,2)

Icono ruso siglo XIX

Jesús se define como «buen pastor» que conoce y llama a sus ovejas, y como «puerta del redil», que es la puerta de la esperanza, porque es capaz de dar al hombre el bien absoluto: la salvación. En esto vuelve a revelar de nuevo todo su amor, respondiendo así, personalmente, a nuestra necesidad fundamental de oír una voz que sea verdadera y tranquilizadora, y de caminar en comunión con todos nuestros hermanos por un camino seguro.

Ahora bien, si Jesús se hace por nosotros un pastor que llama, nosotros debemos tener la humilde docilidad de disponer nuestros oídos para oír su voz. Si se hace puerta, debemos disponemos a entrar por él sin miedo y sin vacilación. Es posible volver al pastor y guardián de nuestras almas y, al recibir de él la vida, darla con él por las otras ovejas, hasta que «formemos todos un solo rebaño y un solo pastor» (Jn 10,16). Es posible, sí, pero sólo si confiamos totalmente en Dios, pues la voluntad por sí sola es incapaz de vencer las insidias del mundo y de superar las barreras del egoísmo.

Sólo el Espíritu de Jesús puede hacer percibir la cuerda locura de las bienaventuranzas evangélicas, continuamente objeto de burlas por la cultura dominante. Sólo él puede abrir de par en par ante nosotros los horizontes insólitos del amor verdadero, el que sabe perder la propia vida a causa de Jesús, para recuperarla en plenitud. Es puro don suyo que, entre los eslóganes de lo efímero, podamos reconocer su voz como la única que sabe dar palabras de vida eterna.

                      OOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO

Nosotros, que estamos enfermos, tenemos necesidad del Salvador; perdidos, tenemos necesidad de su guía; ciegos, necesitamos que nos lleve a la luz; sedientos, tenemos necesidad de la fuente de la vida, de la que quien bebe no vuelve a tener sed; muertos, tenemos necesidad de la vida; ovejas, del pastor; niños, del pedagogo; en suma, toda nuestra naturaleza humana tiene necesidad de Jesús. Si queremos, podemos aprender la suma sabiduría que nos enseña el santísimo Pastor y Maestro, el omnipotente Verbo del Padre, cuando, sirviéndose de la alegoría, se proclama pastor de las ovejas. Sí, oh Señor, aliméntanos con los pastos de tu justicia. Oh Maestro, apacienta a tus ovejas en tu santo monte: la Iglesia, que está en lo alto, más alto que las nubes, toca los cielos.

Quiere salvar mi carne revistiéndome con la túnica de la incorrupción, por eso ha consagrado mi cuerpo. No caeremos en la corrupción porque hemos sido llevados a la incorrupción por el mismo que nos lleva de la mano. Así demuestra que es el único buen pastor. Es generoso y magnífico aquel que llega hasta el punto de entregar su vida por nosotros. Está verdaderamente al servicio de los hombres y lleno de bondad aquel que, pudiendo ser Señor del hombre, quiso ser su hermano. Bueno hasta el punto de morir por nosotros.

                                                                        Clemente de Alejandría



Vídeo de la semana:
http://www.youtube.com/watch?v=1GJ0i-omiXI

Lecturas de este domingo:
http://www.servicioskoinonia.org/biblico/calendario/texto.php?codigo=20130421&cicloactivo=2013&cepif=0&cascen=0&ccorpus=0


ESCUCHAR Y SEGUIR A JESÚS


Era invierno. Jesús andaba paseando por el pórtico de Salomón, una de las galerías al aire libre, que rodeaban la gran explanada del Templo. Este pórtico, en concreto, era un lugar muy frecuentado por la gente pues, al parecer, estaba protegido contra el viento por una muralla.
Pronto, un grupo de judíos hacen corro alrededor de Jesús. El diálogo es tenso. Los judíos lo acosan con sus preguntas. Jesús les critica porque no aceptan su mensaje ni su actuación. En concreto, les dice: “Vosotros no creéis porque no sois de mis ovejas”. ¿Qué significa esta metáfora?
Jesús es muy claro: “Mis ovejas escuchan mi voz, y yo las conozco; ellas me siguen, y yo les doy la vida eterna”. Jesús no fuerza a nadie. Él solamente llama. La decisión de seguirle depende de cada uno de nosotros. Solo si le escuchamos y le seguimos, establecemos con Jesús esa relación que lleva a la vida eterna.
Nada hay tan decisivo para ser cristiano como tomar la decisión de vivir como seguidores de Jesús. El gran riesgo de los cristianos ha sido siempre pretender serlo, sin seguir a Jesús. De hecho, muchos de los que se han ido alejando de nuestras comunidades son personas a las que nadie ha ayudado a tomar la decisión de vivir siguiendo sus pasos.
Sin embargo, ésa es la primera decisión de un cristiano. La decisión que lo cambia todo, porque es comenzar a vivir de manera nueva la adhesión a Cristo y la pertenencia a la Iglesia: encontrar, por fin, el camino, la verdad, el sentido y la razón de la religión cristiana.
Y lo primero para tomar esa decisión es escuchar su llamada. Nadie se pone en camino tras los pasos de Jesús siguiendo su propia intuición o sus deseos de vivir un ideal. Comenzamos a seguirle cuando nos sentimos atraídos y llamados por Cristo. Por eso, la fe no consiste primordialmente en creer algo sobre Jesús sino en creerle a él.
Cuando falta el seguimiento a Jesús, cuidado y reafirmado una y otra vez en el propio corazón y en la comunidad creyente, nuestra fe corre el riesgo de quedar reducida a una aceptación de creencias, una práctica de obligaciones religiosas y una obediencia a la disciplina de la Iglesia.
Es fácil entonces instalarnos en la práctica religiosa, sin dejarnos cuestionar por las llamadas que Jesús nos hace desde el evangelio que escuchamos cada domingo. Jesús está dentro de esa religión, pero no nos arrastra tras sus pasos. Sin darnos cuenta, nos acostumbramos a vivir de manera rutinaria y repetitiva. Nos falta la creatividad, la renovación y la alegría de quienes viven esforzándose por seguir a Jesús.

De  Eclesalia.net


miércoles, 17 de abril de 2013

LA ALEGORÍA DEL BUEN PASTOR


           Este papa Francisco no se anda por las ramas. Por eso se le entiende todo. Canta con su forma de ser, con sus costumbres y con toda su vida lo que canta con la boca. A algunos ya les está pareciendo demasiado cercano, demasiado como todos nosotros. La mayoría, por el contrario, piensa que éste es el mayor regalo de su persona. Por ser el papa no pierde ni un ápice de su estilo, de sus formas, de su humanidad. Lo que a Jesús de Nazaret le pasó en su pueblo (¿no es éste uno de los nuestros?) es lo que le puede pasar al Señor Bergoglio. Pues, bendito de Dios si así le pasa. Quiere decir que cree en y practica el gran misterio de la Encarnación.

            El día inaugural de su pontificado, con motivo de San José, el papa habló de la necesidad de custodiarnos a nosotros mismos y custodiar a los demás. Cuidar, tener cuidado (términos hermosos que provienen del verbo latino ‘curare’, igual que curar), son hoy acciones y actitudes muy necesarias en medio de tantos peligros y sorpresas como nos acechan. Cuidar de nosotros mismos, cuidar a los demás.

            Pero hay alguien que cuida de todos. El evangelio lo hace gráfico con una alegoría muy común en la antigüedad pastoril y agrícola. Jesús se compara con el Buen Pastor. Es eso, una comparación y nada más. Para decirnos que es él mismo el que cuida de todos. Mal entendería este precioso capítulo 10 de San Juan  quien lo rechazara pensando que Jesús nos considera como ovejas. O que se pronunciara a favor de un comportamiento borreguil. Al revés, Jesús es el defensor de la máxima libertad y no pretende de sus amigos sino seguimiento libérrimo y crítico.

            Sin embargo, la alegoría sigue siendo válida en los términos que se explican: “yo conozco a los míos y los míos me conocen”. He ahí la clave. Jesucristo nos conoce por dentro, uno a uno. Porque nos ama. Y por eso da su vida por cada uno de nosotros. Y los suyos, cuando lo son de verdad, no de boquilla o por rutina, le conocen íntimamente. Buscan además conocerlo más y mejor. Es tarea de todo discípulo.

            Esta alegoría apunta también a nuestro destino final y nos libera de nuestros miedos y sensaciones de fracaso. Cuando nos sentimos tan amenazados, cuando tememos que nuestra vida se pierda toda ella en el anonimato de la gran ciudad, a veces rodeados sólo de personas con las que mantenemos una relación distante, fría, formal, sin amistades profundas; cuando nos acercamos al final de la vida en la que nuestras aspiraciones y proyectos no se han plasmado en realidades contantes y sonantes, nos sale al paso Jesús, quien nos asegura: “yo os doy vida eterna, no pereceréis para siempre, nadie os arrebatará de mi mano”.

            No existe promesa mejor. Nuestra vida no está amenazada de muerte. Apunta victoriosa a la VIDA. Porque Él nos ha tomado de su mano, nos agarra fuertemente porque somos propiedad suya. Y no sólo nadie nos arrebata de su mano, sino de las manos del Padre. Porque el Padre y Jesús son uno solo. Estamos en lo más alto del Evangelio de Juan: Dios Padre y Jesús son UNO. Y nosotros estamos llamados a entrar en esa Unidad. Vale la pena cuidarnos y cuidar a los demás, con sencillez pero con vigor cuando nuestra vida es tan valiosa. ¿O no?

                                                                     JOSÉ MARÍA YAGÜE CUADRADO


lunes, 15 de abril de 2013

MARCHA SOLIDARIA DE LA UP EN FAVOR DE CÁRITAS

El domingo 14, por fin, y acompañados de un tiempo espléndido, se realizó la Marcha Solidaria por Cáritas de la UP. Un día de convivencia, naturaleza y recaudación de fondos para Cáritas. En próximas entradas daremos cuenta de lo recogido.
Gracias a todos por participar. A unos con su ejercicio, a otros por su patrocinio.


























domingo, 14 de abril de 2013

AVISOS SEMANA 15 DE ABRIL

Lunes 15

  • A las 4:30 reunión del grupo de Cáritas de la Anunciación y Fátima en los locales de la parroquia de Fátima
  • Reunión del Grupo de Mayores de la Anunciación a las 5 de la tarde en los locales de la Anunciación.
  • A las 7:30 en la iglesia de San Mateo, Eucaristía de acción de gracias por los 50 años de sacerdocio de José María Yagüe, vicario de pastoral.
  • También a las 7:30, reunión del grupo de Doctrina Social de la Iglesia en los locales de la Anunciación.
Miércoles 17
  • Oración de Silencio, con exposición del Santísimo, a las 5 de la tarde en la Anunciación.
Jueves 18
  • Grupo de Vida Ascendente, a las 5 en los locales de San Mateo.
  • A las 6, clases de guitarra de la UP en los locales de la Anunciación.
  • A las 6:15, exposición del Santísimo en la iglesia de la Anunciación.
Viernes 19
  • Se reúne el Grupo de Formación Bíblica a las 8 de la tarde en el centro de San Mateo.
     Paco está pasando por los domicilios a cobrar las cuotas de San Mateo durante este mes.


jueves, 11 de abril de 2013

TERCER DOMINGO DE PASCUA

"Señor, tú lo sabes todo. Tú sabes que te amo"  (Jn 21,17)




La liturgia de la Palabra traza hoy ante nosotros un largo y apasionante camino que, partiendo del tiempo, desemboca en la eternidad: vamos a indicar, brevemente, las etapas del mismo y le vamos a pedir al Señor la gracia de recorrerlo.
Al comienzo se encuentra la experiencia de un encuentro que se intercala en nuestros días más ordinarios, en medio de nuestras actividades habituales: se trata del encuentro con el Resucitado, un encuentro para el que, con frecuencia, no estamos preparados, sino más bien «ciegos», como los apóstoles en el lago. «Los discípulos no lo reconocieron»; sin embargo, aceptaron el consejo, más tarde dan crédito a la intuición que se comunican de uno a otro y, por último, lo reconocen por medio de una certeza interior (no a través de una evidencia sensible). Del mismo modo que hizo Simón Pedro, también nosotros debemos dejarnos interpelar por la Palabra del Resucitado, que pone al descubierto nuestro pecado, nuestra fragilidad pasada y presente, aunque nos pide un consentimiento de amor. Sólo después de haberle reconocido a él y habernos reconocido a nosotros mismos bajo su luz, podremos ofrecérselo, ahora que ya no es obra de una autoilusión y sólo nos queda -¡aunque lo es todo!- el deseo ardiente de amarlo, como pobres. Ahora es cuando él nos confía su tesoro: nuestros hermanos; nos hace responsables de dar testimonio ante ellos, un testimonio que nos llevará muy lejos en su seguimiento, quizás a un lugar que -hoy al menos- no querríamos.
A la luz de este encuentro con Cristo, siguiendo el eco de aquella pregunta interior -«¿Me amas?»- y de nuestra humilde respuesta, es preciso proseguir el camino con alegre valentía y abrir a muchos el camino de la fe con nuestra confesión transparente del nombre de Jesús, crucificado por nuestros pecados y resucitado por el Padre para la salvación del mundo. No han de faltarnos los sufrimientos, la multiforme persecución, aunque tampoco la alegría de hacerle frente por amor a Jesús. Una alegría la que inundará todo el cosmos en el día eterno en una única confesión coral de alabanza al Dios omnipotente, a nuestro Creador, y a Cristo, Cordero inmolado, nuestro Salvador, en el Espíritu Santo, vínculo de amor.

Vídeo del día:

Lecturas del día:




miércoles, 10 de abril de 2013

AL AMANECER





En el epílogo del evangelio de Juan se recoge un relato del encuentro de Jesús resucitado con sus discípulos a orillas del lago Galilea. Cuando se redacta, los cristianos están viviendo momentos difíciles de prueba y persecución: algunos reniegan de su fe. El narrador quiere reavivar la fe de sus lectores.
Se acerca la noche y los discípulos salen a pescar. No están los Doce. El grupo se ha roto al ser crucificado su Maestro. Están de nuevo con las barcas y las redes que habían dejado para seguir a Jesús. Todo ha terminado. De nuevo están solos.
La pesca resulta un fracaso completo. El narrador lo subraya con fuerza: “Salieron, se embarcaron y aquella noche no cogieron nada”. Vuelven con las redes vacías. ¿No es ésta la experiencia de no pocas comunidades cristianas que ven cómo se debilitan sus fuerzas y su capacidad evangelizadora?
Con frecuencia, nuestros esfuerzos en medio de una sociedad indiferente apenas obtienen resultados. También nosotros constatamos que nuestras redes están vacías. Es fácil la tentación del desaliento y la desesperanza. ¿Cómo sostener y reavivar nuestra fe?
En este contexto de fracaso, el relato dice que “estaba amaneciendo cuando Jesús se presentó en la orilla”. Sin embargo, los discípulos no lo reconocen desde la barca. Tal vez es la distancia, tal vez la bruma del amanecer, y, sobre todo, su corazón entristecido lo que les impide verlo. Jesús está hablando con ellos, pero “no sabían que era Jesús”.
¿No es éste uno de los efectos más perniciosos de la crisis religiosa que estamos sufriendo? Preocupados por sobrevivir, constatando cada vez más nuestra debilidad, no nos resulta fácil reconocer entre nosotros la presencia de Jesús resucitado, que nos habla desde el Evangelio y nos alimenta en la celebración de la cena eucarística.
Es el discípulo más querido por Jesús el primero que lo reconoce:“¡Es el Señor!”. No están solos. Todo puede empezar de nuevo. Todo puede ser diferente. Con humildad pero con fe, Pedro reconocerá su pecado y confesará su amor sincero a Jesús:“Señor, tú sabes que te quiero”. Los demás discípulos no pueden sentir otra cosa.
En nuestros grupos y comunidades cristianas necesitamos testigos de Jesús. Creyentes que, con su vida y su palabra nos ayuden a descubrir en estos momentos la presencia viva de Jesús en medio de nuestra experiencia de fracaso y fragilidad. Los cristianos saldremos de esta crisis acrecentando nuestra confianza en Jesús. Hoy no somos capaces de sospechar su fuerza para sacarnos del desaliento y la desesperanza.

De  Eclesalia.net

Y AHORA ¿DÓNDE ESTÁS?




Una buena pregunta para ponerse a buscar. Porque esa es la primera noticia que los discípulos tienen clara: «No está aquí. Ha resucitado». Y si no está aquí, ¿dónde? La eterna pregunta que nos seguimos haciendo. Te necesitamos, Señor. Y tú nos envías a buscarte. A las Galileas de nuestro siglo XXI. «Allí me veréis». Toda la vida, si hace falta, te buscaremos. Para reconocerte, a veces, en los lugares más inesperados de nuestra vida, en los momentos más sorprendentes de nuestra historia.

De  Pastoralsj.org


martes, 9 de abril de 2013

50 AÑOS FAENANDO



           El evangelio del domingo próximo nos ofrece una exquisita escena pascual. Los discípulos, dispersados tras la muerte de Jesús, se reúnen de nuevo para seguir faenando en aquello que conocen, las tareas de la pesca: “vamos también contigo”. Allí, de nuevo en la orilla del mar les saldrá al encuentro el Señor y ellos recibirán consuelo y alimento, lo que no les había ofrecido una noche de brega estéril. Pedro, de nuevo asombrado, confesará al final su humilde amor a Cristo, sin los alardes y alharacas de la noche en que terminó negándolo.

            Precisamente este domingo 14 de abril hace cincuenta años que fui ordenado sacerdote. Aquel año de 1963 ese día del mes fue domingo de Pascua. Eran otros tiempos. Los del Concilio y también los últimos meses de la vida del muy querido Juan XXIII. Los estudiantes preparábamos nuestro examen de teología para la licenciatura. Hemos bregado mucho durante todos estos años. ¿Hemos echado las redes en los caladeros que esta historia dura y apasionante, acelerada y sorprendente, nos ha venido ofreciendo? Y, sobre todo, ¿las hemos lanzado al mar “en el nombre del Señor?”. Esto es lo que hemos de examinar en este nuevo amanecer de la Iglesia, cuando parece crecer por doquier una nueva ilusión y se abren caminos vírgenes de la mano del papa Francisco.

            La mirada retrospectiva nos lleva desde el optimismo sociológico de los años 60 -los del Concilio,  del desarrollismo y de la primavera francesa del 68- atravesando muchas noches con sus ilusiones y desencantos, a veces con arduos trabajos que auguraban frutos espléndidos, hasta la posmodernidad de los últimos años, en los que parece que no hay pesca posible. De las multitudes de niños y jóvenes que poblaban nuestros salones parroquiales y misas de catequesis, hemos venido a celebrar sólo para ancianos. Y lo que sin duda es mucho más grave y cuestionante, afrontamos la aparente incapacidad de las mayorías para interrogarse sobre las cuestiones trascendentes. La inmediatez y el consumo, las preocupaciones de orden material llenan mentes y corazones de políticos, dirigentes y pueblo llano. El individualismo y una corrupción generalizada no son caladeros donde germine y abunde la vida.

            A pesar de o quizá precisamente por ello, el Señor sale hoy, ya en los inicios del tercer milenio, a nuestro encuentro. Como siempre, aunque no lo percibamos así, nos ofrece consuelo y eficacia. ¿No habrá consistido nuestra mayor deficiencia en no haber sabido ofrecer como Jesús una imagen atrayente y liberadora de Dios? ¿No habremos sido víctimas también de un sistema religioso más que servidores de un Dios liberador? Un gran teólogo decía hace décadas que “Jesús liberó al hombre de una imagen oprimente de Dios”. ¿Nos hemos comprometido realmente con esta única misión de anunciar al Dios de la vida, triunfador del mal y de la muerte por la resurrección de Cristo y la nuestra?

            Que el Señor resucitado nos conceda a nosotros, los mayores, el júbilo de envejecer con esperanza y a los más jóvenes la alegría de saberse servidores del Dios de la vida, enviados para anunciar la Buena Noticia de su Presencia.

                                                               JOSÉ MARÍA YAGÜE CUADRADO

domingo, 7 de abril de 2013

AVISOS SEMANA 8 DE ABRIL



Martes 9
A las 5 en el centro de la Anunciación, Grupo de Pastoral de la Salud de la UP
Asímismo a las 5, reunión del grupo de Cáritas de La Anunciación y Fátima en los
locales de la parroquia de Fátima. 
A las 5:30 en los locales de San Mateo, reunión del grupo de la Legión de María.

Miércoles 10
A las 4:30 se reúne el Grupo de Mayores en el centro de San Mateo
A las 5, Oración de Silencio, con exposición del Santísimo, en la iglesia de la
Anunciacion.

Jueves 11
A las 6 de la tarde se reanuda la catequesis infantil, y a la misma hora en la iglesia
de San Mateo reunión con los padres de los niños y niñas de Primera Comunión.    
También a las 6, clases de guitarra de la UP en los locales de la Anunciación.

Viernes 12
Celebración de la Festividad de la Anunciación, a las 8 de la tarde en la iglesia 
de la Anunciación. Después de la Eucaristía, como años anteriores, en el centro 
de la Anunciación, compartiremos lo que cada uno traiga: tortilla de patata, queso, 
empanada, algún postre, etc, que se recogerán en el centro a las 6:30 de la tarde. La 
Unidad Pastoral pone la bebida.

Domingo 14
Se realiza la Marcha solidaria en favor de Cáritas, suspendida anteriormente por el
 mal tiempo. Comenzamos a las 9:30 con una Eucaristía en San Mateo, y al finalizar a
las 7 de la tarde en la Plaza de Barcelona se leerá un manifiesto contra la pobreza
y una oración.

A partir del lunes 8 de abril, Paco el cobrador de la parroquia empezará a pasar a 
cobrar las cuotas de San Mateo.