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martes, 30 de septiembre de 2014

ESTOS SON MIS PRINCIPIOS...

ESTOS SON MIS PRINCIPIOS. SI NO LE GUSTAN, TENGO OTROS.

Como Groucho Marx, el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, tiene unos sólidos principios, pero si ve que no gustan en las encuestas, los cambia sin sonrojo. Es lo que ha sucedido con la retirada sin contemplaciones de la reforma de la Ley de aborto, que pretendía sustituir a la Ley Aído, la controvertida norma que motivó un recurso de inconstitucionalidad del PP y manifestaciones en toda España, a las que el propio Rajoy invitó a sumarse a los militantes de su formación. De ahí que este ejercicio de funambulismo político, además de ahondar en la ya preocupante desconfianza de la sociedad ante la clase política, deje el regusto muy amargo de que la defensa de los más débiles es fácilmente intercambiable por un puñado de votos.

De  Vida Nueva


UN CANTO DE AMOR


            El gran Isaías es un profeta que vivió ocho siglos antes de Cristo. Pero también es un poeta. Por eso sus textos llegan al corazón de los hombres y mujeres sensibles del s. XXI. Vale la pena reproducir estas bellas palabras que escucharemos el domingo:

            “Voy a cantar en nombre de mi amigo un canto de amor a su viña. Mi amigo tenía una viña en fértil collado. La entrecavó, la descantó, y plantó buenas cepas; construyó en medio una atalaya y cavó un lagar... ¿Qué más cabría hacer de mi viña que yo no haya hecho? ¿Por qué, esperando que diera uvas, dio agrazones?”

            Todo es diáfano. Se entiende muy bien. Dios es el dueño de la viña. La viña, Israel en tiempos de Isaías, es hoy la Iglesia. Si queremos, es también el mundo. Dios ha amado y ama al mundo. El Evangelio nos dirá que ese amor llega hasta el punto de entregarnos a su Hijo, no para condenar al mundo sino para que éste se salve por él. Rechazado el Hijo hasta ser colgado en el patíbulo de la cruz, Dios sigue amando al mundo. La soberbia humana es casi tan infinita como el amor de Dios. Nos empeñamos en crear discordias, guerras, terrorismo. Pasamos indiferentes ante los desplazados, los refugiados..., los sin voz a quienes unos pocos insensatos, astutos y orgullosos dirigentes dicen representar. Casi siempre entran en casa ajena para robar y enriquecerse mientras empobrecen a quienes gobiernan. Pero dicen que los ladrones son otros. Uno se siente tentado a decir: que Dios los confunda.

            Pero, no. Dios no confunde a nadie sino que se hace vulnerable. Sigue padeciendo en sus hijos. Y convierte “la piedra rechazada en piedra angular”. Así ocurrió en la historia pasada. Y así sigue ocurriendo y ocurrirá por siempre. La paciencia y el amor de Dios no pasan. Ahora bien, sólo Él y  las víctimas nos redimen.

            ¿Es Dios entonces amigo y cómplice de la impunidad? Ni hablar. Por eso hay tanta viña transformada en erial, donde sólo crecen zarzas y cardos. Paraísos terrenales convertidos en campos de guerra y exterminio. Ésta es la obra de los orgullosos y aprovechados, que dicen amar a sus pueblos. No es Dios quien crea el castigo. Son los verdugos quienes esterilizan la tierra. Tan necios son que siguen presumiendo de su obra de exterminio.

            ¿Por qué Dios permite tanto mal y tanta imbecilidad humana? Cristo no ha venido a explicarnos este enigma. Pero su sangre derramada en la tierra es garantía, la única garantía de que el sufrimiento humano no es estéril cuando lo adoba el amor. Se transforma en vida. Al viernes santo, sucede la mañana de Resurrección. Al canto de amor del Señor a su Viña, respondemos los creyentes con la alabanza al Único que ha hecho bien todas las cosas. Gloria in excelsis Deo. Y paz en la tierra a quienes Dios ama.

            Aquí no está dicho todo. Hay que añadir, por supuesto, que no basta la sumisión. Ésta es buena para con Dios. Ante el mal humano, sólo cabe la resistencia.


                                                                                             JOSÉ MARÍA YAGÜE


sábado, 27 de septiembre de 2014

AVISOS SEMANA 29 DE SEPTIEMBRE

El despacho de la Unidad Pastoral  está abierto de lunes a viernes de 6:00 a 7:30.

El papa Francisco ha establecido el domingo 28 de septiembre para rezar por la Asamblea  general extraordinaria del sínodo de los obispos centrado en “los desafíos pastorales de la familia en el contexto de la evangelización”.

A partir del miércoles 1 de octubre el horario de misas es el siguiente:

LA ANUNCIACIÓN DEL SEÑOR:
Lunes, miércoles, viernes y sábados a las 6:45 
Domingos a las 12

SAN MATEO:
Lunes a sábado a las 7:30
Domingos a las 11 y 1
                        
1 de Octubre (miércoles) a las 7:30 en San Mateo comenzamos el Mes de las Misiones con el envío misionero a nivel diocesano de la delegación de Misiones.
El mismo día 1 comenzamos a las 7 de la tarde en la Iglesia de San Mateo el rezo del Rosario (de lunes a sábado).

2 de Octubre, jueves, a las 6  de la tarde de comenzamos la Catequesis para todos los grupos  de comunión, poscomunión, pre confirmación en la Iglesia de San Mateo.


La Asamblea de la Unidad  Pastoral queda convocada  para el sábado día 4 de Octubre en la Iglesia de San Mateo a las 8:15 de la tarde para todos los fieles y agentes de pastoral de la unidad  pastoral. 


jueves, 25 de septiembre de 2014

26 DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO

"Señor, ten piedad de mí"  (Mt 15,21)

Santa María de Egipto (S. IV-V), prostituta que, tras convertirse,
llevó una vida ascética en el desierto de Judea hasta su muerte.


"Os aseguro que los publicanos y las prostitutas entrarán antes que vosotros en el Reino de Dios. Porque vino Juan a mostraros el camino de la salvación y no le creísteis; en cambio, los publicanos y las prostitutas le creyeron. Y vosotros, a pesar de verlo, no os arrepentisteis ni creísteis en él" (Mt 21,31-32).
La referencia básica de la lectura es el "arrepentimiento", la conversión del corazón. "Arrepentirse para creer". Jesús ha invertido intencionadamente el orden de los verbos. No es sólo "creer para arrepentirse". Arrepentirse para creer consiste, ante todo, en no considerarse ni justos, ni rectos, ni santos. Ni tampoco pensar que por observar tal o cual ley no somos como el resto de los hombres que no la observan.
Tener conciencia de ser pecadores nos pone en actitud de conversión. Creernos justos nos impide encauzar los pasos por el camino de la conversión. Quien nos hace justos, rectos y santos es sólo Dios (la parábola del fariseo y del publicano de Lc 18,9-14 no deja lugar a dudas ni a equívocos). Arrepentirse para creer consiste en no ser nosotros quienes determinemos qué es bueno o malo, justo o injusto, recto o torcido, santo o profano, sino el Señor
El discurso de Ezequiel, entre Dios e Israel, arranca con un interrogante: ,¿Acaso no es justo mi proceder? ¿No es mas bien vuestro proceder el que es injusto? Es lícito -y necesario- preguntarse: ¿Qué sabe Israel de "rectitud"? La respuesta Sólo la puede dar Dios: la iniquidad es causa de muerte; la justicia y la rectitud son causa de vida. Pasar de la iniquidad a la justicia y a la rectitud es pasar de la muerte a la vida. ¿Quién determina este paso? Dios.


Concédeme, benignísimo Jesús, tu gracia para que esté conmigo, y obre conmigo, y persevere conmigo hasta el fin.
Dame que desee y quiera siempre lo que te es mas acepto y agradable a ti.
Tu voluntad sea la mía, y mi voluntad siga siempre la tuya y se conforme en todo con ella.
Tenga yo un querer y no querer contigo, y no pueda querer y no querer sino lo que tu quieres y no quieres.
Dame, Señor que muera a todo lo que hay en el mundo, y dame que desee por ti ser despreciado y olvidado en este siglo.
Dame, sobre todo, lo que se puede desean descansar  en Ti y aquietar mi corazón en ti.
Tu eres la verdadera paz del corazón, tu el único descanso; fuera de ti todas las cosas son molestas e inquietas.
En esta paz permanente, esto es, en ti, sumo y eterno Bien, dormiré y descansaré. Amen.
                                                                  (Tomas de Kempis, La imitación de Cristo, III,15,3).



Dios omnipotente y eterno, señor del universo, creador y dueño de todas las cosas, tu, por obra de Cristo, has hecho del hombre el esplendor del mundo, le has entregado la ley natural y la escrita para que viva ordinariamente como ser dotado de razón, y, cuando peca, le propones como norma tu bondad para que se arrepienta, dirige tu mirada a quienes con su vida se desvían de ti, porque tu no quieres la muerte del pecador sino que se convierta, de modo que se aparte del camino de la perdición y viva.
Tu que has aceptado el arrepentimiento de los habitantes de Nínive, tu que quieres que todos los hombres se salven y lleguen al conocimiento de la verdad, tu que has abrazado con cariño paternal al hijo que dilapidó disolutamente los bienes y volvió arrepentido, acoge también ahora la penitencia de quienes te suplican, para que nadie peque en tu presencia: si te fijas en nuestras iniquidades, Señor, Señor, ¿quién podrá resistir?.Que agradable es estar en tu presencia.
Devuélvele a la Iglesia la dignidad y la condición primera, por intercesión de Cristo, Dios y salvador nuestro, a ti la gloria y el honor con el Espíritu Santo, por los siglos de los siglos. Amén. 


Lecturas del día:
http://www.ciudadredonda.org/calendario-lecturas/evangelio-del-dia/?f=2014-09-28

Vídeo de la semana:
https://www.youtube.com/watch?v=h3ArqfefJqw




miércoles, 24 de septiembre de 2014

POR DELANTE DE NOSOTROS

Un día Jesús pronunció estas duras palabras contra los dirigentes religiosos de su pueblo: “Os aseguro que los publicanos y las prostitutas os llevan la delantera en el camino del reino de de Dios”. Hace unos años pude comprobar que la afirmación de Jesús no es una exageración.
Un grupo de prostitutas de diferentes países, acompañadas por algunas Hermanas Oblatas, reflexionaron sobre Jesús con la ayuda del libro Jesús. Aproximación histórica. Todavía me conmueve la fuerza y el atractivo que tiene Jesús para estas mujeres de alma sencilla y corazón bueno. Rescato algunos de sus testimonios.

.“Me sentía sucia, vacía y poca cosa, todo el mundo me usaba. Ahora me siento con ganas de seguir viviendo porque Dios sabe mucho de mi sufrimiento… Dios está dentro de mí. Dios está dentro de mí. Dios está dentro de mí. ¡Este Jesús me entiende!…”.
.“Ahora, cuando llego a casa después del trabajo, me lavo con agua muy caliente para arrancar de mi piel la suciedad y después le rezo a este Jesús porque él sí me entiende y sabe mucho de mi sufrimiento… Jesús, quiero cambiar de vida, guíame porque tú solo conoces mi futuro…”
.“Yo pido a Jesús todo el día que me aparte de este modo de vida. Siempre que me ocurre algo, yo le llamo y él me ayuda. El está cerca de mí, es maravilloso… Él me lleva en sus manos, él me carga, siento la presencia de él…”
. “En la madrugada es cuando más hablo con él. Él me escucha mejor porque en este horario la gente duerme. Él está aquí, no duerme. Él siempre está aquí. A puerta cerrada, me arrodillo y le pido que merezca su ayuda, que me perdone, que yo lucharé por él…”
. “Un día yo estaba apoyada en la plaza y dije: Oh, Dios mío, ¿será que yo solo sirvo para esto? ¿Solo para la prostitución?… Entonces es el momento en que más sentí a Dios cargándome, ¿entendiste?, transformándome. Fue en aquel momento. Tanto que yo no me olvido. ¿Entendiste?…”
. “Yo ahora hablo con Jesús y le digo: aquí estoy, acompáñame. Tú viste lo que le sucedió a mi compañera (se refiere a una compañera asesinada en un hotel). Te ruego por ella y pido que nada malo suceda a mis compañeras, Yo no hablo, pero pido por ellas pues ellas son personas como yo…”
. “Estoy furiosa, triste, dolida, rechazada, nadie me quiere, no sé a quien culpar, o sería mejor odiar a la gente y a mí, o al mundo. Fíjate, desde que era niña yo creí en Ti y has permitido que esto me pasara… Te doy otra oportunidad para protegerme ahora. Bien, yo te perdono, pero por favor no me dejes de nuevo…”

De  Eclesalia.net




martes, 23 de septiembre de 2014

¿DESEAMOS LO QUE DIOS NOS PROMETE?

            En alguna ocasión, mi comentario semanal giró sobre la oración-colecta de la celebración dominical. Me parece haber anunciado que lo haría más veces. Después, la rutina me ha llevado a fijarme siempre en las lecturas bíblicas. Volvamos esta semana a la colecta.

            Me llaman la atención y quiero compartir con vosotros, los lectores, dos incisos de esta oración. En primer lugar, el título por el que se invoca a Dios: “que manifiesta especialmente su poder con el perdón y la misericordia”. Excelso. Y excelso por verdadero. Estamos habituados a pensar en un Dios grandioso por las obras de la Creación. Lo cual es cierto. Tanto más podemos pensar ahora en la grandeza y poder inabarcable de Dios cuanto más sabemos del Universo casi infinito. Sin duda podemos pensar en un Dios mucho más grande hoy, con todo lo que sabemos de las galaxias, que cuando el mundo se reducía a un universo cuyo centro era nuestro pequeño planeta azul.

            Pero la oración de este día pone, por encima del poder creador, la capacidad de “perdón y misericordia” de Dios. Sin duda, ese perdón y misericordia, contemplado sobre todo en Jesús que desde la Cruz perdona a quienes lo matan, llega al corazón, nos emociona y acerca a Dios infinitamente más que el número de las galaxias y las cifras mareantes de los años-luz que distan las más lejanas de nosotros. No es nuestro Dios un diosecillo cualquiera al que incluso pretendemos manejar. Es el Dios siempre mayor que nadie puede pensar y menos definir. Pero de manera especial porque perdona y es misericordioso con las miserias humanas, al pasar por alto nuestra estulticia tan infinita como el universo. Y no porque esta estulticia no le afecte. Ya lo creo que le afecta: ¡le ha costado la muerte del Hijo!

            Dicho lo cual, vamos al segundo inciso: “deseando lo que nos prometes”. ¿De verdad esperamos los cristianos que se cumplan las promesas de Dios? ¿No estamos prisioneros, más bien, de la desesperanza y hasta de la desesperación? Acostumbrados al incumplimiento de promesas humanas, nos volvemos escépticos. No tanto ya por las promesas de los políticos que inducen a la desconfianza y hasta el desprecio de quienes ni merecen el voto ni el más mínimo reconocimiento. (Entre paréntesis: un aplauso para Gallardón, por su renuncia. Al menos ha sido coherente).

            Pero, por importante que sea la política para la convivencia y el buen gobierno de los ciudadanos, es cuestión menor en relación con la esperanza en las promesas de Dios. Volverse chatos en las aspiraciones y los deseos, reducir el horizonte de las expectativas humanas a la satisfacción de los apetitos inmediatos es deshumanizante. ¡Cómo limitamos y empequeñecemos al ser humano cuando ni siquiera creemos en las promesas divinas! Si no creemos, ¿cómo podremos desear y esperar? Si queremos ser personas, habrá que “ensanchar el espacio de la propia tienda”, como bellamente sugería el profeta Isaías. ¡Qué penita, pena, haber reducido el ser humano a la intrascendencia de la inmediatez! Dios nos cure de esta grave dolencia espiritual.

            
                                                                                     JOSÉ MARÍA YAGÜE


domingo, 21 de septiembre de 2014

AÑO NUEVO JUDÍO





El próximo miércoles, al caer la tarde, nuestros hermanos mayores en la fe, el pueblo judío, conmemora el día en que Dios creó el mundo o, según el rabino Eleazar ben Shamúa, el día de la creación del hombre; y es a partir de este día cuando se cuentan los años. Es la fecha de la Fiesta de las Trompetas (en hebreo:זכרון תרועה‎ Zikron Teru'ah, conmemoración con sonar de trompetas), establecida por Levítico 23,24.
La celebración comienza al anochecer de la víspera. El shofar se toca durante la plegaria matutina. El sonido de este cuerno, casi siempre de carnero, llama a los judíos a la meditación, al autoanálisis y a retomar el camino de justicia (Teshuvá). Es el primero de los días del regreso e introspección, de balance de los actos y de las acciones realizadas, de plegaria y sensibilidad especiales (Aseret Yemei Teshuva) que terminan con el Yom Kippur (Día del Perdón).
También se conoce como el Día del Toque del Shofar y como el Día del Juicio porque, ese día Dios juzga a los hombres, abriendo tres libros: uno, con los malos (quienes quedan inscritos y sellados para la muerte); otro, con los buenos (quienes quedan inscritos y sellados para la vida), y el tercero, para quienes serán juzgados en Yom Kippur.
Rosh Hashaná (Comienzo del Año), junto con Yom Kippur (Día del Perdón), forman en la tradición judía una unidad llamada Yamim Noraim (Días Terribles), por ser el momento en que Dios juzga al mundo y decreta lo que sucederá en el transcurso del nuevo año.
El 1º de tishrei no es sólo el primer día del año, sino también su "Cabeza". Así como la cabeza comanda al resto del cuerpo, del mismo modo en este día se predestinan todos los hechos que ocurrirán durante el año.


L`SHANA TOVAH!



sábado, 20 de septiembre de 2014

AVISOS SEMANA 22 DE SEPTIEMBRE

El despacho de la Unidad Pastoral  está abierto de lunes a viernes de 6 a 7:30.
Del 15 al 29 de septiembre comienza el plazo para apuntar a los niños que inician su preparación para la comunión, poscomunión y preconfirmación en el despacho de la unidad pastoral.

El lunes 22 a las 8 de la tarde. en el centro de San Mateo  nos reuniremos el Grupo de Liturgia de la UP para preparar con la delegación de Misiones la celebración del 1 de octubre, memoria de Teresa de Liseux, patrona de las misiones.

El martes 23 a las 5 de la tarde nos veremos en centro de San Mateo el Grupo de Cáritas de la UP para programar el curso pastoral.

Miércoles 24  a las 8 de la tarde en el centro de San Mateo nos juntaremos el Equipo de catequistas para organizarnos. Se necesitan catequistas.

Jueves 25 a las 5 de la tarde en el centro de la Anunciación del Señor nos vemos todos los jóvenes que se confirmaron hace dos años y los que comienzan ahora la universidad.

Viernes 26 a las 6 de la tarde en el centro de la Anunciación del Señor para continuar o apuntarse a las Clases de Guitarra para todas las edades..


La Asamblea de la Unidad Pastoral  queda aplazada para el día 4 de octubre, dado el comienzo de curso diocesano a nivel pastoral el día 27.


viernes, 19 de septiembre de 2014

25 DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO

"Mis planes no son como vuestros planes"  (Is 55,8)



Es sugestivo el oráculo de Isaías, ya que nos ayuda a ver el mundo y la vida según la perspectiva de Dios, desde el "cielo". Y es sorprendente la enseñanza de la Palabra del Evangelio, porque en Jesucristo lo anunciado por Isaías alcanza su plenitud y su sentido pleno, encuentra su realización. En Jesús tenemos al Dios-con-nosotros, Dios cercano para siempre, viaducto entre el cielo y la tierra. En Jesús tenemos "hecho hombre" (Col 2,9) y "en su condición de hombre" (Flp 2,7) el pensamiento de Dios y, a su vez, el camino para encontrarlo.
La parábola de Mateo nos adentra en el misterio del Reino de Dios, en el pensamiento de Cristo, en el corazón del Padre, desvelándonos el secreto. Es, para todos, una fuerte invitación a cambiar de mentalidad, a pasar de la lógica del mérito, de quien vive de pretensiones y no reconoce ni admite regalos, al mundo de la gratuidad, que es la raíz del amor y el secreto del Reino de Dios. Al inicio de la historia de cada uno hay un don: la llamada a ser y a trabajar en la viña. La vida es el regalo precioso del tiempo para vivir y trabajar en la viña. Al final del día tendrá lugar la recompensa, que no será para nadie el fruto de sus propios méritos o esfuerzos, sino un regalo divino e inmerecido. Aquello que es profundamente nuestro —"lo tuyo"— es la llamada de Dios a participar en su vida y en su obra, la posibilidad de trabajar y fatigarnos, de gastar la vida por él. Infeliz, murmurador y envidioso es quien no reconoce el regalo.
Quien se siente acreedor, con derechos ante Dios y la vida, porque piensa que ya ha hecho demasiado, considera todo lo gratuito como un robo, como una amenaza a la presunta justicia. Sin embargo, descubrir que somos amados gratuitamente es empezar a responder desde esa hora a la llamada de Dios; descubrir que todo es don —la viña, el vino, el trabajo, la fatiga...— es el modo de estar en la Iglesia buscando el Reino de Dios.
Pablo nos muestra que es posible y hermoso vivir así: responder a la llamada, esforzarse en su viña y esperar de sus manos la recompensa del modo que quiera y el día que quiera. Solo quien vive así puede decir: "Para mí la vida es Cristo".
  

¡Tarde te amé,
hermosura tan antigua y tan nueva,
tarde te amé!
Tu estabas dentro de mi,
y yo afuera,
y Así por fuera te buscaba;
tu estabas conmigo,
mas yo no estaba contigo.
Me llamaste y clamaste,
y quebrantaste mi sordera;
brillaste y resplandeciste,
y curaste mi ceguera;
exhalaste tu perfume
y lo aspire,
y ahora te anhelo;
gusté de ti
y ahora siento hambre y sed de ti;
me tocaste
y deseé con ansia la paz que precede de ti.

                                            Agustín de Hipona, Confesiones.



Tú vete en siendo llamado. Se te llama a la hora de sexta; ven. El amo también te ha ofrecido un denario si vienes a la undécima, pero que vivas hasta la hora undécima, eso nadie te lo ha prometido. No digo hasta la undécima, sino hasta la séptima. ¿Por qué, cierto del salario, mas incierto del día, haces esperar a quien te llama? Mira, no te quedes, por tu dilación, sin la prometida retribución                                                                            
                                                                                                     Agustín de Hipona,

Vídeo de la semana:

Lecturas del día:


miércoles, 17 de septiembre de 2014

CLASES DE GUITARRA DE LA UP



Con motivo de comenzar el Nuevo Curso 2014 - 2015 os invitamos a todos, conjuntamente con los familiares que deseen asistir, así como los amigos y amigas que quieran apuntarse, al nuevo curso de guitarra. 
Se elaborarán los horarios de las clases, según los distintos niveles.                                        
La cita es el 26 de septiembre (viernes), a las 6 de la tarde, en el Centro de la Anunciación.
Se ruega la asistencia de todos, ya que se confeccionarán las nuevas listas de alumnos.        
El día 2 de octubre (jueves) comienzan las clases.

                                                                                             Pedro



EMPEZANDO POR LOS ÚLTIMOS

            Muchos textos de los evangelios nos parecen lógicos, frutos del sentido común. La mayoría.  Difíciles de cumplir pero fáciles de entender. El domingo, en cambio, se nos presenta una parábola que no, que nos resistimos a aceptarla, que incluso nos lleva a pensar que Dios –el amo de la viña- no procede con justicia. Efectivamente, no parece lógico que se le pague al que ha trabajado solamente una hora lo mismo que al que ha aguantado toda la jornada “el peso del día y del calor”. Anda, que si lo hubiesen sabido antes los jornaleros de la primera hora, “pa luego” iban a haber trabajado todo el día pudiendo cobrar lo mismo con sólo una hora de “curro”.

            Ahora que en España sabemos que se pueden obtener fortunas de millones de euros sin pegar ni golpe, sólo por los méritos de la inteligencia y de la viveza y, además, irse de rositas con el beneplácito de los jueces; que se pueden montar empresas sin pagar un solo jornal y esperar nada más que los amigos de papá metan en ellas dinero a espuertas (¡vivan los emprendedores!); que los sabios dueños de todos esos dineros tampoco pagan impuestos y la agencia tributaria nada tiene que ver con ellos y los jueces no encuentran “indicios” y les mandan a casa sin medidas cautelares... a ver quién va a ser el tonto que pague de buen grado el IVA, el IRPF o el impuesto de sucesiones...

            De pena. ¿No habría que acusar de prevaricación a los jueces? ¿De verdad tienen todos estos sucios negocios alguna cobertura legal que permita a sus señorías meter en la cárcel a enflaquecidas “salchichas” y mandar a la calle a los grasientos y asquerosos “chorizos” de nuestra vida pública?    Menos mal que, aunque lo parezca, la parábola de los viñadores en la que cobran lo mismo los últimos que los primeros no va por ahí. Ni por sueños. La cosa es mucho más sencilla. Tan simple como que hay que dar a cada cual lo que necesita, más que lo que “merece”. Porque merecer, merecer, aquí todos merecemos poco, y mucho menos quienes se lucran del trabajo de los demás. El usar bien la inteligencia recibida y las capacidades adquiridas para el bien de los demás no es un mérito sino un deber de simple humanidad. Y esto es lo que nos cuesta entender.

            Por eso, el mundo comenzará a funcionar un poco bien cuando entendamos que, además de ser justos (“dar a cada uno lo convenido y lo bien ganado”), también es preciso ser generosos compartiendo lo que nos sobra con el que nada tiene. Por supuesto, habrá que comenzar por cortar las manos a quienes las emplean para robar bien cubiertas de guantes blancos. Gustoso votaría yo a “Podemos” si tuviera el más mínimo atisbo de esperanza de que ellos lo intentarían. Lo malo es que creo que no es el caso.

            Lo realmente difícil de entender, asimilar y practicar es la gratuidad. No aprovecharse de nadie ni de nada y estar dispuesto a dar de lo propio sin esperar recompensa. Eso es lo que hace el dueño de la viña, es decir, Dios. Y eso es lo que él espera de quienes queremos ser hijos suyos.


                                                                                      JOSÉ MARÍA YAGÜE


NO DESVIRTUAR LA BONDAD DE DIOS

A lo largo de su trayectoria profética, Jesús insistió una y otra vez en comunicar su experiencia de Dios como “un misterio de bondad insondable” que rompe todos nuestros cálculos. Su mensaje es tan revolucionario que, después de veinte siglos, hay todavía cristianos que no se atreven a tomarlo en serio.
Para contagiar a todos su experiencia de ese Dios Bueno, Jesús compara su actuación a la conducta sorprendente del señor de una viña. Hasta cinco veces sale él mismo en persona a contratar jornaleros para su viña. No parece preocuparle mucho su rendimiento en el trabajo. Lo que quiere es que ningún jornalero se quede un día más sin trabajo.
Por eso mismo, al final de la jornada, no les paga ajustándose al trabajo realizado por cada grupo. Aunque su trabajo ha sido muy desigual, a todos les da “un denario”: sencillamente, lo que necesitaba cada día una familia campesina de Galilea para poder vivir.
Cuando el portavoz del primer grupo protesta porque ha tratado a los últimos igual que a ellos, que han trabajado más que nadie, el señor de la viña le responde con estas palabras admirables: “¿Vas a tener envidia porque yo soy bueno?”. ¿Me vas a impedir con tus cálculos mezquinos ser bueno con quienes necesitan su pan para cenar?
¿Qué está sugiriendo Jesús? ¿Es que Dios no actúa con los criterios de justicia e igualdad que nosotros manejamos? ¿Será verdad que Dios, más que estar midiendo los méritos de las personas como lo haríamos nosotros, busca siempre responder desde su Bondad insondable a nuestra necesidad radical de salvación?
Confieso que siento una pena inmensa cuando me encuentro con personas buenas que se imaginan a Dios dedicado a anotar cuidadosamente los pecados y los méritos de los humanos, para retribuir un día exactamente a cada uno según su merecido. ¿Es posible imaginar un ser más inhumano que alguien entregado a esto desde toda la eternidad?
Creer en un Dios, Amigo incondicional, puede ser la experiencia más liberadora que se pueda imaginar, la fuerza más vigorosa para vivir y para morir. Por el contrario, vivir ante un Dios justiciero y amenazador puede convertirse en la neurosis más peligrosa y destructora de la persona.
Hemos de aprender a no confundir a Dios con nuestros esquemas estrechos y mezquinos. No hemos de desvirtuar su Bondad insondable mezclando los rasgos auténticos que provienen de Jesús con trazos de un Dios justiciero tomados del Antiguo Testamento. Ante el Dios Bueno revelado en Jesús, lo único que cabe es la confianza.

De  Eclesalia.net


domingo, 14 de septiembre de 2014

PROGRAMACIÓN UP CURSO 2014-2015




I - EVANGELIZACIÓN

1.- Catequesis
* Iniciación del Camino: (2ª a 4ª de Primaria)
* Después de la comunión (5º y 6º de Primaria)
* Preadolescentes – preconfirmación ( 1º y 2º de ESO)
* Adolescentes (3º y 4º de ESO) – camino a confirmar la fe en Jesucristo.
(Apuntarse todos en la despacho de San Mateo de 6 a 7,30  de la tarde (desde el 15 al 30 de Septiembre) – Se comienza el día 2 de Octubre a las 6 en la Iglesia de San Mateo.

2.- Grupos para compartir la vida y la fe.
* Grupo de Jóvenes (25 de Septiembre a las 5:00 h en el Centro de la Anunciación.
   el 9  de Octubre a 8:30 h en Centro de la Anunciación.
* Grupos de matrimonios (Se anunciarán)
* De novios (compartir experiencias y preparación). ¡Hay que avisar ya!
* Escuela de Familias (23 de Octubre a las 6 de la tarde en el Centro de San Mateo, mensualmente)
* Grupo de Mayores (14 de Octubre a las 5 centro de la Anunciación).
* Grupo de Mayores (Todos los lunes a partir de Octubre)  en el centro de San Mateo

* Legión de María  (Los martes a las 16:30 h) en los locales de San Mateo.
* Vida Ascendente (16 de Octubre en el Centro de San Mateo) (quincenalmente los jueves a las 5 en el centro de San Mateo.
* Grupo de habilidades (Todos los miércoles a las 5 en el centro de San Mateo)

3.- Encuentros (Trimestralmente)
* De monaguillos en coordinación con la diócesis
* De Consejo la de unidad pastorales y del Arciprestazgo
* De jóvenes del arciprestazgo y diocesanos.

4.- Formación cristiana
* Grupo de formación bíblica (19 de Octubre a las 8 Centro San Mateo)
* Grupo de doctrina social de la Iglesia (20  de Octubre a las 8 Centro de la Anunciación)
* Formación de Catequistas (Mensual)
* Curso de Bautismo y sus implicaciones. (Avisar con antelación)


II.- CELEBRACIONES Y SACRAMENTOS

1.- EUCARISTÍA. (A partir de Octubre)
    + LA ANUNCIACIÓN DEL SEÑOR:
* Lunes, miércoles, viernes y sábado a los  6:45 h
* Domingo a las 12
    + SAN MATEO:
* Lunes a Sábado a los  7:30 h
* Domingo a las 11  y  1
-Capilla de la hermandad ferroviaria (mensualmente) los últimos viernes de mes a las 6 de la tarde – 31 de Octubre
- Primera Eucaristía: Cuarto de Primaria.
- Bodas de Plata y Oro se celebrarán dentro de las misas de la Unidad Pastoral.
- Primer aniversario y misas por los difuntos en la Eucaristía parroquial.

2.- BAUTISMO: Dialogo con el párroco (excepto en Adviento y Cuaresma). Los días más indicados litúrgicamente son en la Vigilia Pascual, en el tiempo de Pascua o el día del Bautismo del Señor (domingo siguiente a Epifanía del Señor o día de Reyes) y por organización serán los cuartos sábados.

3.- MATRIMONIO Avisar, por lo menos, con tres meses de antelación.

4.- PENITENCIA: Celebraciones comunitarias en Adviento y Cuaresma, y confesión personal en San Mateo los lunes a las 7 y en la Anunciación los jueves a las 6:15.

5.-UNCIÓN DE ENFERMOS: Avisar urgentemente al párroco cuando sea necesario. No hace falta que sea en el último momento. Oración del enfermo y celebración comunitaria en Pascua – Pascua del Enfermo.

Equipo de animación litúrgica: lectores, monitores, ayudantes, colaboradores... (10  de Octubre a las 8 en centro de San Mateo).
Compartir la Palabra de Dios dominical (Los viernes a las 5 de la tarde en de Centro de San Mateo)
Coros de la Unidad Pastoral de 11, 12 y 1 (Nos reuniremos para concretar el mejor día para todos)

6.-  ORACIÓN COMUNITARIA:
+ Oración en Silencio  (Martes de 6:00 a 7:00 en la Anunciación)
+ Iniciación  a la oración (9 de Octubre a las 6,30 h. en la Iglesia de San Mateo)
+ Exposición del Santísimo: A partir de Octubre, los segundos y cuartos jueves de mes a las 8 en San Mateo.
            + Rezo de Vísperas en Adviento, Cuaresma y Pascua
            + Taller de Oración del Padre Larrañaga
            + Octubre – mes del Rosario y misiones
            + Diciembre – Sagrada Familia
            + Febrero – Campaña contra el Hambre
            + Mayo – mes de María

7.- RETIROS – Adviento (13 de Diciembre) y Cuaresma (14 de Marzo)

8. La delegación de misiones tendrá el año misionero en la Unidad pastoral.


III - ORGANIZACIÓN PASTORAL

-  Consejo Unidad pastoral. (Trimestralmente)
-  Consejo económico.
-  Encuentros con profesores, políticos cristianos... (a concretar)


IV- ACCIÓN SOCIAL

* Equipo de Pastoral de la Salud (8  Octubre  a las 5 en el  Centro de la Anunciación)
* Equipo de la Unidad Pastoral de Caritas  (23 de Septiembre a las 4:30 en el Centro de San Mateo)
* Equipo de Tercer Mundo y Misiones  (23  Octubre a las 5 en el Centro de San Mateo)


V- OTRAS actividades

Colaboración y actividades con la hermandad ferroviaria, la asociación de jubilados “San Juan Bosco”, NAVEGA, CFIE, Colegios, institutos, ayuntamiento….
Ciclo de vídeo fórum al final cada trimestre con temas actuales
Salidas culturales – religiosas y final de curso
TIEMPO LIBRE (Talleres con los niños los sábados, campamento de niños, campo de trabajo, ruta de la plata ...)
PEREGRINACIÓN POR NIVELES A ALBA DE TORMES  (Sta Teresa de Jesús) como motivo de los 500 años de la santa.
Convivencia para adolescentes y jóvenes.
Taller de GUITARRA (26 de Septiembre a las 6:00 en el Centro de la Anunciación)
Taller de Tricotar (20 de Octubre a las 5 de la tarde en el Centro de la Anunciación).


DESPACHO DE LA UNIDAD PASTORAL (San Mateo, C/ Begonias 15) de lunes a viernes de  6 a 7:30 h. 


BLOG DE LA UNIDAD PASTORAL: http://parroquianunciacion.blogspot.com


NOTA SOBRE ECONOMÍA
Las colectas de los primeros domingos son para Cáritas.
Todos los ingresos de las colectas ordinarias y cuotas son para la parroquia igualmente que las cantidades que se depositan en los “cepillos” de “Servicios parroquiales” y en los sobres de donativos. Todas las personas que piden algún servicio: misas, funerales, bodas, comuniones... deben en conciencia aportar alguna cantidad de acuerdo con sus posibilidades para el mantenimiento de los gastos de mantenimiento.

Número de cuenta bancaria de La Anunciación:
          Caja Duero – España:
                                   2104-0051-04-3030000876
Número de cuenta bancaria de San Mateo:
           Caja Duero – España:
                                   2104-0051-03-0000000991




AVISOS SEMANA 15 DE SEPTIEMBRE

El despacho de la Unidad Pastoral  abrirá a partir de este lunes de 6 a 7:30.

A partir de este lunes 15 al 29 de Septiembre comienza el plazo para apuntar a los niños que inician su preparación para la Comunión, Poscomunión y Preconfirmación en el despacho de la unidad pastoral.

El sábado 20 debemos de participar  todos en la Asamblea Diocesana donde recibiremos información de  la asamblea del Pueblo de Dios que nuestro Obispo va abrir durante este año y parte del siguiente para buscar caminos de renovación, purificación y fortalecimiento de nuestra Iglesia salmantina.

El 21 de septiembre, domingo, festividad de San Mateo, fiesta de la comunidad de San Mateo,  tendremos la Eucaristía a las 12:30 y posteriormente en centro parroquial tendremos un ágape.  Cada uno dentro de sus posibilidades aportará tortilla de patata, empanada, chorizo, queso, dulces, bocaditos … que se entregarán en el centro antes de misa. Y la parroquia pone el refresco, limonada, vasos … Gracias.

Ese mismo día 21 la Eucaristía en la Anunciación del Señor será a los 11:30.


jueves, 11 de septiembre de 2014

LA EXALTACIÓN DE LA SANTA CRUZ

"El Hijo del hombre tiene que ser levantado en la cruz, para que todo el que crea en él tenga vida eterna"  (Jn 3,14-15)

Icono de la Exaltación de la Cruz. Siglo XV. Novgorod.


Cada vez que leemos la Palabra de Dios crece en nosotros la certeza de que Jesús da pleno cumplimiento a la historia del pueblo hebreo y a nuestra historia: en efecto, no vino a abolir, sino a dar cumplimiento. Jesús es aquel que ha bajado del cielo, aquel que conoce al Padre, que está en íntima unión con él («El Padre y yo somos uno»: Jn 10,30), y ha sido enviado por el Padre para revelar el misterio salvífico, el misterio de amor que se realizará con su muerte en la cruz. Jesús crucificado es la manifestación máxima de la gloria de Dios. Por eso, la cruz se convierte en símbolo de victoria, de don, de salvación, de amor.
Todo lo que podamos entender con la palabra «cruz» - a saber: el dolor, la injusticia, la persecución, la muerte - es incomprensible si lo miramos con ojos humanos.
Sin embargo, a los ojos de la fe y del amor aparece como medio de configuración con aquel que nos amó primero. Así las cosas, ya no vivimos el sufrimiento como un fin en sí mismo, sino que se convierte en participación en el misterio de Dios, camino que nos conduce a la salvación.
Sólo si creemos en Cristo crucificado, es decir, si nos abrimos a la acogida del misterio de Dios que se encarna y da la vida por toda criatura; sólo si nos situamos frente a la existencia con humildad, libres de dejarnos amar para ser a nuestra vez don para los hermanos, seremos capaces de recibir la salvación: participaremos en la vida divina de amor.
Celebrar la fiesta de la Exaltación de la Santa Cruz significa tomar conciencia en nuestra vida del amor de Dios Padre, que no ha dudado en enviarnos a Cristo Jesús: el Hijo que, despojado de su esplendor divino y hecho semejante a nosotros los hombres, dio su vida en la cruz por cada ser humano, creyente o incrédulo (cf. Flp 2,6-11). La cruz se vuelve el espejo en el que, reflejando nuestra imagen, podemos volver a encontrar el verdadero significado de la vida, las puertas de la esperanza, el lugar de la comunión renovada con Dios.


Oh cruz, inefable amor de Dios y gloria del cielo.
Cruz, salvación eterna; cruz, miedo de los réprobos.
Oh cruz, apoyo de los justos, luz de los cristianos,
por ti Dios encarnado se hizo esclavo en la tierra;
por medio de ti ha sido hecho en Dios rey en el cielo;
por ti ha salido la verdadera luz,
la noche maldita ha sido vencida.
Tú hiciste hundirse para los creyentes
el panteón de las naciones;
eres tú el alma de la paz
que une a los hombres en Cristo mediador.
Eres la escalera por la que el hombre sube al cielo.
Sé siempre para nosotros, tus fieles, columna y ancla;
rige nuestra morada.
Que en la cruz se consolide nuestra fe,
que en ella se prepare nuestra corona.
(Paulino de Ñola)


Elevándose, pues, a Dios a impulsos del ardor seráfico de sus deseos y transformado por su tierna compasión en aquel que a causa de su extremada caridad quiso ser crucificado: cierta mañana de un día próximo a la fiesta de la Exaltación de la Santa Cruz, mientras oraba en uno de los flancos del monte, vio bajar de lo más alto del cielo a un serafín que tenía seis alas tan ígneas como resplandecientes. En vuelo rapidísimo avanzó hacia el lugar donde se encontraba el varón de Dios, deteniéndose en el aire. Apareció entonces entre las alas la efigie de un hombre crucificado, cuyas manos y pies estaban extendidos a modo de cruz y clavados a ella. Dos alas se alzaban sobre la cabeza, dos se extendían para volar y las otras dos restantes cubrían todo su cuerpo.
Ante tal aparición, quedó lleno de estupor el santo y experimentó en su corazón un gozo mezclado de dolor. Se alegraba, en efecto, con aquella graciosa mirada con que se veía contemplado por Cristo bajo la imagen de un serafín; pero, al mismo tiempo, el verlo clavado a la cruz era como una espada de dolor compasivo que atravesaba su alma.
Estaba sumamente admirado ante una visión tan misteriosa, sabiendo que el dolor de la pasión de ningún modo podía avenirse con la dicha inmortal de un serafín.
Por fin, el Señor le dio a entender que aquella visión le había sido presentada así por la divina Providencia para que el amigo de Cristo supiera de antemano que había de ser transformado totalmente en la imagen de Cristo crucificado no por el martirio de la carne, sino por el incendio de su espíritu.
Así sucedió, porque al desaparecer la visión dejó en su corazón un ardor maravilloso, y no fue menos maravillosa la efigie de las señales que imprimió en su carne.
 («Leyenda mayor», en Fuentes franciscanas).


Lecturas del día:

Vídeo:




miércoles, 10 de septiembre de 2014

TANTO AMÓ DIOS AL MUNDO...

             Ni soñarlo, ni imaginarlo podemos. El amor de Dios a su criatura, al mundo entero en cuanto creación, a las personas humanas en su miserable condición de hacedores de una sociedad injusta, desigual, rota... ese amor no tiene medida. El Padre entrega a su Hijo al mundo con todas las consecuencias, incluso hasta la muerte y muerte en Cruz. Como no salimos de nuestro círculo vicioso de amor-odio, de ojo por ojo y diente por diente, de tratar a los demás no como queremos ser tratados, sino en función de nuestra conveniencia o como respuesta a lo que recibimos, bueno o malo, no somos capaces de comprender el amor gratuito, desinteresado, capaz de perdonar e iniciar de nuevo con el “enemigo” una relación nueva, constructiva, generadora de paz y gozo común.

            Por eso no entendemos a Dios. Tampoco entendemos la Cruz. ¡Ah, si la comprendiésemos de verdad! Hay muchos pueblos de nuestro entorno que celebran la Santa Cruz. Unos en mayo (que por cierto ya ha sido suprimida como fiesta litúrgica porque se fundaba en un pretendido hallazgo del auténtico madero en que Cristo fue crucificado y que no esta bien documentado históricamente) y otros ahora en septiembre. Ahora, al final de la cosecha, en el ciclo de las fiestas vinculadas al ciclo agrícola, hay muchas fiestas: Natividad de la Virgen el 8 de septiembre, la Santa Cruz el 14 (en este año coincide con el domingo prevaleciendo la celebración de la Fiesta sobre la propia celebración dominical), San Miguel, el 29...

            Celebrar la fiesta es fácil. Bienvenidas sean las fiestas, aunque en muchas ocasiones nos propasamos en gastos, sin considerar a quienes carecen de lo necesario o molestando a ancianos y enfermos mucho más de lo debido con ruidos insoportables durante toda la noche. Lo difícil es vivir en el día a día lo que significan las fiestas.

            ¿Qué significa la Cruz realmente, en el día a día, para un pueblo o una institución que celebra este día como fiesta patronal? El paganismo ambiental ha desdibujado el sentido de las celebraciones festivas, más aún de la fiestas patronales. ¿Disfrutamos realmente en este día del amor de Dios, de la salvación de Cristo que muere en una Cruz, pero que a su vez esa Cruz es gloriosa porque la vida de Cristo no termina en la muerte sino que EN ELLA LA VENCE, resucitando y haciéndonos resucitar con él? “Cuando sea levantado a lo alto, atraeré todo y a todos hacia mí”.

            En efecto, ni soñamos, ni imaginamos, ni tampoco creemos realmente en la Cruz del Señor y en nuestras cruces de cada día como paso a la vida nueva, a la vida en Dios, al gozo inacabable de encontrarnos con un Padre amoroso que nos llena de su propia gloria y dignidad. ¡Si creyéramos realmente en la Cruz y en el Dios que en ella se nos manifiesta, otra sería nuestra vida! La de las personas y la de la sociedad. Entonces sí creeríamos en una sociedad de iguales y trabajaríamos duramente para obtenerla, suprimiendo barreras y construyendo desde la justicia y la solidaridad.

                                                                           JOSÉ MARÍA YAGÜE



            

MIRAR CON FE AL CRUCIFICADO

La fiesta que hoy celebramos los cristianos es incomprensible y hasta disparatada para quien desconoce el significado de la fe cristiana en el Crucificado. ¿Qué sentido puede tener celebrar una fiesta que se llama “Exaltación de la Cruz” en una sociedad que busca apasionadamente el “confort” la comodidad y el máximo bienestar?
Más de uno se preguntará cómo es posible seguir todavía hoy exaltando la cruz. ¿No ha quedado ya superada para siempre esa manera morbosa de vivir exaltando el dolor y buscando el sufrimiento? ¿Hemos de seguir alimentando un cristianismo centrado en la agonía del Calvario y las llagas del Crucificado?
Son sin duda preguntas muy razonables que necesitan una respuesta clarificadora. Cuando los cristianos miramos al Crucificado no ensalzamos el dolor, la tortura y la muerte, sino el amor, la cercanía y la solidaridad de Dios que ha querido compartir nuestra vida y nuestra muerte hasta el extremo.
No es el sufrimiento el que salva sino el amor de Dios que se solidariza con la historia dolorosa del ser humano. No es la sangre la que, en realidad, limpia nuestro pecado sino el amor insondable de Dios que nos acoge como hijos. La crucifixión es el acontecimiento en el que mejor se nos revela su amor.
Descubrir la grandeza de la Cruz no es atribuir no sé qué misterioso poder o virtud al dolor, sino confesar la fuerza salvadora del amor de Dios cuando, encarnado en Jesús, sale a reconciliar el mundo consigo.
En esos brazos extendidos que ya no pueden abrazar a los niños y en esas manos que ya no pueden acariciar a los leprosos ni bendecir a los enfermos, los cristianos “contemplamos” a Dios con sus brazos abiertos para acoger, abrazar y sostener nuestras pobres vidas, rotas por tantos sufrimientos.
En ese rostro apagado por la muerte, en esos ojos que ya no pueden mirar con ternura a las prostitutas, en esa boca que ya no puede gritar su indignación por las víctimas de tantos abusos e injusticias, en esos labios que no pueden pronunciar su perdón a los pecadores, Dios nos está revelando como en ningún otro gesto su amor insondable a la Humanidad.
Por eso, ser fiel al Crucificado no es buscar cruces y sufrimientos, sino vivir como él en una actitud de entrega y solidaridad aceptando si es necesario la crucifixión y los males que nos pueden llegar como consecuencia. Esta fidelidad al Crucificado no es dolorista sino esperanzada. A una vida “crucificada”, vivida con el mismo espíritu de amor con que vivió Jesús, solo le espera resurrección.

De  Eclesalia.net




lunes, 8 de septiembre de 2014

CELEBRACIONES DIOCESANAS INICIO DE CURSO 2014 - 2015





SEMANA DE PASTORAL
Del 15 al 20 de septiembre
http://www.diocesisdesalamanca.com/2.0.html?&no_cache=1#c11696

ENCUENTRO DIOCESANO COMIENZO CURSO PASTORAL
Sábado 27 de septiembre
http://www.diocesisdesalamanca.com/1014.0.html

FORO EFFETA
El 17, 18 y 19 de octubre, el ¨Foro Effeta" comenzará la acción evangelizadora de preadolescentes, de 11 a 13 años, con una convivencia.


AVISOS

- Del 15 al 30 de septiembre es el plazo para apuntarse a catequesis, en el despacho de la UP.

- El 21 de septiembre, domingo, festividad de San Mateo, la Eucaristía será a las 11:30 en la Anunciación y a las 12:30 en San Mateo.

- Asamblea de la Unidad Pastoral el viernes 26 de septiembre, a las 8 en San Mateo.

- Reunión del grupo de catequistas el 1 de octubre para organizar el curso catequético.

- El 2 de octubre tendremos el inicio de los diferentes grupos pastorales.

- El domingo 5 de octubre, celebraremos el envío de los Agentes de Pastoral de la UP en la iglesia de San Mateo.


domingo, 7 de septiembre de 2014

LA NATIVIDAD DE NUESTRA SEÑORA

Nacimiento de la Virgen. Icono ruso siglo XVI

La meditación en la fiesta del nacimiento de María se enriquece de ideas. Sólo los apócrifos se basan en la narración del nacimiento de la Madre del Salvador, empalagados de fantasías emocionadas y de hechos inverosímiles utilizables, no obstante, en el ámbito de las simbologías y como interpretaciones. En las lecturas bíblicas no se concentra la atención directamente en María, dado que faltan las fuentes relativas a su nacimiento.
Por consiguiente, la meditación sobre su nacimiento tiene que pasar al menos por una afirmación central en ellas, a saber: la importancia del nacimiento.
Semejante observación podría parecer una obviedad; sin embargo, nos introduce en la búsqueda del sentido profundo, más allá de la crónica, de una existencia desde la perspectiva de la fe en Dios y desde la confianza en la nueva criatura entrada en el mundo humano.
El punto fuerte en el descubrimiento de la importancia de un nacimiento está en el descubrimiento de que Dios es el protagonista de ese nacimiento y del destino de esa persona. La presencia determinante e indispensable de Dios como protagonista se encuentra, en consecuencia y por analogía, también en el nacimiento y en la vida de María. El oráculo de Miqueas (el leccionario propone Miq 5,2-5 como primera lectura alternativa) se refiere a una maternidad, esto es, a la fuente de un nacimiento proyectado por Dios: la cita de éste en Mt 2,6 denota una convicción mesiánica, traducida por el evangelista en una convicción cristológica y contextualmente mariológica. La relectura de otro oráculo (Is 7,14) por parte del mismo evangelista señala en la virgen parturienta María a la madre designada por el mismo Dios y envuelta en el abismo místico de la comunión con el Espíritu Santo, el «Señor que da la vida». La importancia del nacimiento de María se deduce también a través de la prefiguración de ella en aquellos que fueron llamados por Dios según su designio, conocidos desde siempre, predestinados, justificados (la singular redención anticipada de la Inmaculada), glorificados.

Lecturas del día:

Nuestra Señora de la Vega, patrona de Salamanca

La talla de esta virgen, de estilo románico, era la titular del monasterio salmantino de Santa María de la Vega, situado en la vega del río Tormes, perteneciente a los canónigos dependientes de los de San Isidoro de León. Ante la ruina de esta iglesia, fue trasladada a otra y más tarde al convento de San Esteban, donde permaneció de 1842 a 1904 que es cuando se instaló definitivamente en el altar mayor de la Catedral Vieja.
Por su técnica se ha datado de finales del siglo XII; la escultura mide 72 centímetros de altura. Se compone de dos figuras, la Virgen con el Niño sentado sobre su rodilla izquierda. Está realizada en madera y recubierta de piezas de cobre dorado y ornamentos formados por cabujones de pedrería de colores. El rostro de la Virgen y la cabeza del Niño junto con las manos de ambos son de bronce fundido y sin dorar. Los ojos en la cara ovalada de la Madre son de azabache y el rostro del Niño con unas facciones infantiles, recordando ya al estilo gótico, presenta los ojos de vidrio azul.
Las vestiduras son de chapa modelada a martillo sobre la madera tallada y sujeta a ella por medio de clavillos también de cobre. Los adornos de cabujones llevan piedras azules, verdes y rojas. La cabeza de la Virgen está cubierta con un velo y sobre éste una corona real moderna sustituye a la anterior.
El trono no tiene respaldo, está esmaltado y sus partes frontales están adornadas con querubines dentro de aureolas. En todo alrededor del trono, dentro de unos arcos se encuentran unas figuras en releive, esmaltadas sobre un fondo dorado, representando a los apóstoles. Los colores empleados son el azul turquesa, azul cobalto, rojo, verde, amarillo, negro y blanco alternados.



viernes, 5 de septiembre de 2014

23 DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO

"El que ama no hace mal al prójimo"  (Rom 13,10).

Madre de Dios del Signo

La Palabra de Dios propuesta por la liturgia orienta nuestros pasos y guía nuestra mente y nuestro corazón hasta el mandamiento evangélico de la corrección fraterna: el profeta Ezequiel proclama la responsabilidad personal, el apóstol Pablo recuerda que en el amor mutuo hunde sus raíces y, por ultimo, el evangelista Mateo enseña a practicarla con el estilo de Jesús.
        Frente a este tema experimentamos una sensación de malestar una cierta resistencia. Y a menudo -así hay que reconocerlo- eludimos la corrección fraterna. Por tanto, es necesario redescubrir el sentido teológico profundo de la corrección fraterna. Contemplemos con mirada atenta el misterio de la cruz de Jesucristo mediante la cruz nos llega la salvación; la cruz es el signo del gran amor que Dios nos tiene; salvándonos, nos hace portadores de su salvación. La auténtica corrección fraterna nace justo "en ese punto de encuentro donde la salvación obtenida se convierte en salvación entregada, donde un pecador perdonado se convierte en instrumento de perdón redentor de mediación salvadora, y sale al encuentro del hermano pecador como él, para que acoja el do de Dios, igual que él" (A, Cencini).
Si la cruz de Jesús es el centro de la experiencia religiosa personal, también será el centro de la fraternidad que se reúne en su nombre: por la cruz pasará nuestra interrelación. Sólo la cruz de Jesús tiene el poder de juzgar y reconciliar, y si vivo en la escucha humilde y sincera de la Palabra de la cruz, si me dejo <<radiografiar» en mi verdad y forjar en la verdad de Dios-Amor entonces, y sólo entonces, podré ser un instrumento de corrección y reconciliación, libre de cualquier tipo de juicio. Este camino de corrección fraterna evita tanto los excesos de la impotencia como de la prepotencia, excesos -uno y otro— que revelan un escaso sentido de la comunicación y de la disponibilidad para corregir y dejarse corregir fraternalmente.
Todavía resuenan hoy las proféticas palabras de Pablo VI en su exhortación Paterna cum benevolentia: "La corrección fraterna es un acto de caridad mandado por el Señor [...]. Su práctica obliga a quien la rea1iza a sacar primero la viga de su ojo (cf Mt 7,5), para que no se pervierta el orden de la corrección. La práctica de la misma se dirige desde el principio como un movimiento a la santidad, que solo puede obtener en la reconciliación su plenitud; consistente no en una pacificación oportunista que disfrazase la peor de las enemistades, sino en la conversión interior y en el amor unificador en Cristo que se deriva" (cap. VI). En esta línea comprendemos 1a grandeza de la corrección fraterna: un instrumento indispensable que ayuda a crecer a la comunidad y a cimentarla en el amor de Cristo.


Ayúdame, Señor; a permanecer enmudecido a los pies de tu cruz para escuchar tu Palabra y dejarme alcanzar y modelar por ella. Solo la Palabra de tu cruz revela la verdad de mi vida y desvela el disfraz de mi mentira. Tu Palabra me juzga, Señor, me juzga severamente; ante ella no puedo, ni quiero, esconderme. Descubro con la delicia y la alegría del niño que, mientras tu Palabra "hiere, cura" (cf Job 5,18), de ella nace una vida nueva.
Descubro que "el Señor reprende a quien ama, como un padre a su hija predilecto" (cf Prov 3,12). Descubro que "él reprende, corrige, enseña y conduce como un pastor su rebaño" (cf Sir 18,13). Y aun descubro que la Palabra de la cruz me atrae y su potencia divina acoge mi debilidad palmaria y transforma el mal en bien. Señor, ayúdame a ser según tu Palabra.


Debemos querer la salvación de todos; empleemos saludablemente la severa corrección para que no perezcan o se pierdan otros. Sólo a Dios toca el hacerla provechosa a los que El previó y destinó para ser conformes a la imagen de su Hijo (Rom 8,29). Pues si alguna vez nos abstenemos de corregir por temor a que alguien se pierda ¿por qué hemos de corregir por temor a que alguien no se pervierta mas? No tenemos nosotros entrañas mas piadosas que el apóstol cuando dice; "Os exhortamos asimismo, hermanos, a que amonestéis a los que viven desconcertados, animéis a los pusilánimes, sostengáis a los débiles y seis pacientes con todos. Mirad que nadie devuelva a otro mal por mal; antes bien, procurad siempre el bien mutuo y el de todos" (1 Tes 5,14ss). Estas palabras significan que se vuelve mal por mal cuando se descuida la corrección que debe hacerse y se evita con culpable disimulo. Pues dice también: "A los culpables, repréndelos delante de todos, para que los demás cobren temor" (1 Tim 5,20).
Se alude aquí a los pecados públicos, pues de lo contrario daría motivo para pensar que el lenguaje del apóstol es contrario al del Salvador que manda: "Si tu hermano te ofende, ve y repréndelo a solas" (Mt 18,15). Y, sin embargo, El también lleva la severidad mas adelante, añadiendo: "Si no les hace caso, díselo a la comunidad; y si tampoco hace casa a la comunidad, considéralo como un pagano o un publicano" (Mt 18,17).
¿Y quién amó mas a los enfermos que El, pues por todos se hizo flaco y por todos fue crucificado a causa de su humanidad?
Siendo esto así, luego ni la gracia excluye la corrección ni la corrección excluye la gracia. Por consiguiente, al prescribirse lo que exige la justicia, se ha de pedir con fiel oración a Dios la gracia para cumplirla, y ambas cosas han de hacerse sin que se descuide la justa corrección. Y todo hágase con caridad, porque la caridad no peca y cubre multitud de 1os pecados (1 Pe 4,8) 

                                                                                         Agustín de Hipona,

Lecturas del dia:

Vídeo:


miércoles, 3 de septiembre de 2014

ESTÁ ENTRE NOSOTROS

 Aunque las palabras de Jesús, recogidas por Mateo, son de gran importancia para la vida de las comunidades cristianas, pocas veces atraen la atención de comentaristas y predicadores. Esta es la promesa de Jesús: “Donde dos o tres están reunidos en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos”.
Jesús no está pensando en celebraciones masivas como las de la Plaza de San Pedro en Roma. Aunque solo sean dos o tres, allí está él en medio de ellos. No es necesario que esté presente la jerarquía; no hace falta que sean muchos los reunidos.
Lo importante es que “estén reunidos”, no dispersos, ni enfrentados: que no vivan descalificándose unos a otros. Lo decisivo es que se reúnan “en su nombre”: que escuchen su llamada, que vivan identificados con su proyecto del reino de Dios. Que Jesús sea el centro de su pequeño grupo.
Esta presencia viva y real de Jesús es la que ha de animar, guiar y sostener a las pequeñas comunidades de sus seguidores. Es Jesús quien ha de alentar su oración, sus celebraciones, proyectos y actividades. Esta presencia es el “secreto” de toda comunidad cristiana viva.
Los cristianos no podemos reunirnos hoy en nuestros grupos y comunidades de cualquier manera: por costumbre, por inercia o para cumplir unas obligaciones religiosas. Seremos muchos o, tal vez, pocos. Pero lo importante es que nos reunamos en su nombre, atraídos por su persona y por su proyecto de hacer un mundo más humano.
Hemos de reavivar la conciencia de que somos comunidades de Jesús. Nos reunimos para escuchar su Evangelio, para mantener vivo su recuerdo, para contagiarnos de su Espíritu, para acoger en nosotros su alegría y su paz, para anunciar su Buena Noticia.
El futuro de la fe cristiana dependerá en buena parte de lo que hagamos los cristianos en nuestras comunidades concretas las próximas décadas. No basta lo que pueda hacer el Papa Francisco en el Vaticano. No podemos tampoco poner nuestra esperanza en el puñado de sacerdotes que puedan ordenarse los próximos años. Nuestra única esperanza es Jesucristo.
Somos nosotros los que hemos de centrar nuestras comunidades cristianas en la persona de Jesús como la única fuerza capaz de regenerar nuestra fe gastada y rutinaria. El único capaz de atraer a los hombres y mujeres de hoy. El único capaz de engendrar una fe nueva en estos tiempos de incredulidad. La renovación de las instancias centrales de la Iglesia es urgente. Los decretos de reformas, necesarios. Pero nada tan decisivo como el volver con radicalidad a Jesucristo. 

De  Eclesalia.net



martes, 2 de septiembre de 2014

VIII SEMANA DE PASTORAL



La Diócesis de Salamanca calienta motores para la celebración de la VIII Semana de Pastoral. Se celebrará del 15 al 20 de septiembre y se centrará en el Alegría del Evangelio. Charlas, jornadas de oración, mesas redondas,... van a copar esta cita diocesana con la que se inicia todos los años el curso pastoral en Salamanca. 
Además, y como novedad este año, tras la Semana de Pastoral el sábado 27 de septiembre se va a celebrar por primera vez una Jornada diocesana de inicio de curso pastoral, una convivencia de todos los grupos, movimientos y asociaciones diocesanas. Las actividades darán comienzo 10.30 horas con diversos encuentros desplegados por diferentes templos de Salamanca. El momento cumbre de la jornada tendrá lugar a las 12.30 del mediodía con una celebración de la eucaristía en la Catedral Nueva precedida de una peregrinación hacia la Catedral de todos estos grupos, y todo el Pueblo de Dios. La jornada concluirá con una comida de confraternidad.

Información en el enlace de la diócesis:




MENOS CRÍTICA, MÁS CORRECCIÓN FRATERNA

            Criticar es fácil. Resulta gratis airear fallos y defectos del prójimo, aunque no venga a cuento. Lo peor de la crítica es que, además de estéril y dañina, produce satisfacción y complacencia a los criticones. Con lo cual revelan su escasa calidad humana, porque manifiestan su nula valoración  y estima de la persona humana a la que critican.  Por todo ello hay que huir de la crítica a las personas y de los criticones como de una peste. Santa Teresa de Jesús tacha esta práctica como pestilencia.

            No se opone la crítica a personas con el espíritu crítico frente a la realidad. Por supuesto, no podemos vivir bobaliconamente tragándonos como bueno todo lo que hacen los demás, sobre todo las personas públicas, tales como gobernantes, maestros, sacerdotes, periodistas, etc. Disentir y manifestar el disentimiento es una noble característica del ser humano que piensa y trata de ser libre. Por ello es sano y constructivo en la sociedad discrepar, expresar las discrepancias y luchar, con las leyes por delante, para que la sociedad se organice ajustándose a las propias ideas. Esto es lo que se llama democracia. Lo que ya no es democracia es imponer el propio pensamiento, sobre todo con cualquier clase de violencia, y excluir o marginar a los que no piensan como uno mismo.

            Ahora bien, cuando se trata de fallos, defectos, errores en el comportamiento, incluso inmoralidades... personales, lo que procede no es la crítica pública con el afán de herir o desprestigiar al interesado. Eso es lo que arriba decíamos que es fácil. Lo adecuado es lo que, en la praxis cristiana tradicional, siempre se ha llamado  “corrección fraterna”.

            Las lecturas del próximo domingo nos exhortan en esta dirección. Hay que llamar la atención del malvado, nos dice el profeta Ezequiel, para que cambie de conducta. Si no lo haces, si consientes por cobardía o indiferencia, te haces cómplice de su error o pecado. Si corriges y corriges bien puedes conseguir el cambio de conducta de quien se comporta mal y, en todo caso, salvarás tu responsabilidad.

            Lo difícil realmente es corregir bien. Esto implica una serie de condiciones. Entre otras y para más tener en cuenta:

Que el “asunto” sobre el que se corrige sea importante, grave y no pequeños defectillos. Llamar la atención constantemente por minucias o tonterías es incordiar, no corregir. Y no te harán caso cuando se trate de cosas importantes.
Que la corrección se haga a solas, no en público. Y quede en el ámbito privado.
Que la corrección se haga con paz, sin irritación, con buenos modales. En lo más profundo, con amor como fruto del aprecio y el afecto al corregido. Que se busque exclusivamente el bien de aquel a quien se corrige y no la autosatisfacción del corrector. Se corrige porque el defecto rebaja al que lo tiene, no al que lo ve.
Que nazca, por tanto la corrección no del desprecio o la baja consideración de aquel a quien se corrige, sino de su estima y gran deseo de ayudar a la mejora de su persona. ¿El mejor ejemplo de una buena o mala corrección? El de un padre o madre de familia que corrige a sus hijos con diálogo y cariño o bien como consecuencia de la ira o del propio estado de ánimo.


                                                                         JOSÉ MARÍA YAGÜE