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viernes, 30 de noviembre de 2012

PRIMER DOMINGO DE ADVIENTO

"No queda defraudado quien en ti espera"  (Sal 24,3)




«A ti, Señor, levanto mi alma»: al comienzo del Adviento renace en mí la esperanza de volver a caminar por tus sendas que con frecuencia he abandonado. Tu invitación a levantar la cabeza para ver la cercana liberación es lo que mueve mi esperanza. Por eso, a ti levanto mi alma. La promesa de tu venida sostenga de nuevo mi compromiso por obrar el bien.
«Señor, enséñame tus caminos»: al pedirte que endereces mi camino, comprendo que no puedo nada si tú mismo no me enseñas tus caminos. No sólo eso, tú mismo eres el Camino, tú eres el «germen de justicia» capaz de hacer justos nuestros caminos, tú eres el único por el que pueda decidir de nuevo gastar mis días en la caridad.
«Enseñas el camino justo a los pecadores»: Quiero ser sincero, Señor. Ante tu promesa siento todavía más fuerte el tirón de mis distracciones y los afanes que embotan el corazón, observo la capa opresora de males que afligen al mundo en el que vivo y que nos llevan con frecuencia a contentarnos con una vida ordinaria, sin relieve. Ábrenos a la esperanza, para que no dejemos de pensar noblemente y para que, en definitiva, podamos agradarte.

Vídeo de la semana

Lecturas del domingo:


ADVIENTO




Dios viene, pero no de fuera.
Jesús vuelve, pero no se ha ido.
Hay que superar los conceptos de pasado y de futuro.
Solo así entrarás en la dinámica de una auténtica revelación.
…………….

Dios es siempre el mismo, no puede cambiar.
Está en la historia, y a la vez, más allá de la historia.
Descúbrelo en lo hondo de tu ser y aparecerá a través de ti.
No tienes nada que esperar de fuera.
…………….

No tiene nadie que venir a salvarte.
Tienes que descubrir que estás salvado desde siempre y para siempre.
Lo que te llegue de fuera ni aumenta ni disminuye esa salvación.
Pero puede ayudarte o impedir que la descubras y la vivas.
……………


miércoles, 28 de noviembre de 2012

INDIGNACIÓN Y ESPERANZA


        Una convicción indestructible sostiene desde sus inicios la fe de los seguidores de Jesús: alentada por Dios, la historia humana se encamina hacia su liberación definitiva. Las contradicciones insoportables del ser humano y los horrores que se cometen en todas las épocas no han de destruir nuestra esperanza.
Este mundo que nos sostiene no es definitivo. Un día la creación entera dará “signos” de que ha llegado a su final para dar paso a una vida nueva y liberada que ninguno de nosotros puede imaginar ni comprender.
Los evangelios recogen el recuerdo de una reflexión de Jesús sobre este final de los tiempos.           Paradójicamente, su atención no se concentra en los “acontecimientos cósmicos” que se puedan producir en aquel momento. Su principal objetivo es proponer a sus seguidores un estilo de vivir con lucidez ante ese horizonte.
         El final de la historia no es el caos, la destrucción de la vida, la muerte total. Lentamente, en medio de luces y tinieblas, escuchando las llamadas de nuestro corazón o desoyendo lo mejor que hay en nosotros, vamos caminando hacia el misterio último de la realidad que los creyentes llamamos “Dios”.
         No hemos de vivir atrapados por el miedo o la ansiedad. El “último día” no es un día de ira y de venganza, sino de liberación. Lucas resume el pensamiento de Jesús con estas palabras admirables: “Levantaos, alzad la cabeza; se acerca vuestra liberación”. Solo entonces conoceremos de verdad cómo ama Dios al mundo.
         Hemos de reavivar nuestra confianza, levantar el ánimo y despertar la esperanza. Un día los poderes financieros se hundirán. La insensatez de los poderosos se acabará. Las víctimas de tantas guerras, crímenes y genocidios conocerán la vida. Nuestros esfuerzos por un mundo más humano no se perderán para siempre.
          Jesús se esfuerza por sacudir las conciencias de sus seguidores. “Tened cuidado: que no se os embote la mente”. No viváis como imbéciles. No os dejéis arrastrar por la frivolidad y los excesos. Mantened viva la indignación. “Estad siempre despiertos”. No os relajéis. Vivid con lucidez y responsabilidad. No os canséis. Mantened siempre la tensión.
          ¿Cómo estamos viviendo estos tiempos difíciles para casi todos, angustiosos para muchos, y crueles para quienes se hunden en la impotencia? ¿Estamos despiertos? ¿Vivimos dormidos? Desde las comunidades cristianas hemos de alentar la indignación y la esperanza. Y solo hay un camino: estar junto a los que se están quedando sin nada, hundidos en la desesperanza, la rabia y la humillación.

De  Eclesalia.net

martes, 27 de noviembre de 2012

MEGALOMANÍA NO, ESPERANZA SÍ


            La megalomanía es delirio o locura de grandeza, dice el diccionario de la RAE. Pero se entiende mejor lo que es cuando se ve encarnada en algunos de los personajes, por ejemplo de nuestra escena política.

            No importa que sean altos o bajos, inteligentes o necios. Ese delirio discurre por otros cauces. El megalómano confunde sus deseos con la realidad. Por eso la realidad –o las urnas- le suele dar batacazos. Es, de todos modos, lo mejor que les puede pasar a estos personajes, a sus proyectos y a sus víctimas. Porque Dios nos libre de sus éxitos. El mejor ejemplo de un megalómano de éxito fue Hitler.

            Todos tenemos algo de megalómanos. Lo somos cuando queremos construir nuestro futuro y el de quienes nos rodean a nuestra medida y con nuestros medios. Si algo está claro es que el futuro no nos pertenece. Sólo le pertenece a Dios. Sólo contribuiremos a edificarlo sabiamente si lo esperáramos como don y ofrecemos nuestra respuesta en la dirección que ese don nos marca.

            Esperamos una Persona. La del Hijo de Dios que se hace uno de nosotros y nos muestra un camino. Eso en medio de tribulaciones y calamidades hasta el punto de que “los hombres quedarán sin aliento y la ansiedad ante lo que se viene encima”.

            Hoy llamamos crisis a esas calamidades. No nos amilanamos. Al contrario, hay que levantar la cabeza. Y convertir la crisis en oportunidad. Como decía Albert Einstein:

                ¨No pretendamos que las cosas cambien, si siempre hacemos lo mismo. La crisis es la mejor bendición que puede sucederle a personas y países, porque la crisis trae progresos. La creatividad nace de la angustia, como el día nace de la noche oscura. Es en la crisis donde nacen la inventiva, los descubrimientos y las grandes estrategias.
                Quien supera la crisis, se supera a sí mismo sin quedar ´superado´.
                Quien atribuye a la crisis sus fracasos y penurias, violenta su propio talento y respeta más los problemas que las soluciones. La verdadera crisis, es la crisis de la incompetencia.
El inconveniente de las personas y los países es la pereza para encontrar las salidas y soluciones.

                Sin crisis no hay desafíos, sin desafíos la vida es una rutina, una lenta agonía. Sin crisis no hay méritos. Es en la crisis donde aflora lo mejor de cada uno, porque sin crisis todo viento es caricia. Hablar de crisis es promoverla, y callar en la crisis es exaltar el conformismo.¨

                Hay que mantener la mente despierta. “No se os embote la mente con el vicio, la bebida o los agobios de la vida”. ¡Cuántos ídolos embotan nuestras mentes! “Cuando todo esto suceda, levantaos, alzad la cabeza, se acerca vuestra liberación”.

            Finalmente, creamos en la esperanza. Avivémosla.  Adviento significa venida. Viene, ya está ahí el Salvador. El que nos arranca de nuestras servidumbres. Esto exige mantenerse en pie. Para escuchar y responder, para acoger y ponerse en camino ya.

                                                                                        José María Yagüe


domingo, 25 de noviembre de 2012

COLECTAS EXTRAODINARIAS



SAN MATEO

  • Pobres (octubre)   ----------    753,50   €
  • Pobres (noviembre)  --------    777,70  €
  • Domund    ------------------        1182     €
  • Iglesia diocesana    ----------     510     €

LA ANUNCIACIÓN
  • Pobres (octubre)   -----------     278      €
  • Pobres (noviembre)   --------    378,30  €
  • Domund    -------------------        450      €
  • Iglesia diocesana   -----------    145,50  €


AVISOS SEMANA 26 DE NOVIEMBRE

Lunes 26
- Grupo de Cáritas, a las 4:30 en la parroquia de Fátima
- A las 4:45, taller de Oración y Vida del padre Ignacio Larrañaga en la iglesia de San Mateo.
- A las 5 se reúne el Grupo de Mayores en los locales de la Anunciación.

Miércoles 28
- A las 5, oración de silencio en el templo de la Anunciación, con exposición del Santísimo.

Jueves 29
- A las 6 de la tarde, para los niños y niñas de 1º y 2º de preparación para la Eucaristía, celebración 
para la preparación del Adviento en la iglesia de San Mateo.
- A las 6, clase de guitarra en los locales de la Anunciación.
- A las 6:15, exposición del Santísimo en la Anunciación.

Viernes 30
- En la capilla de la Hermandad Ferroviaria (Avenida de París), Eucaristía del mes a las 6:15.


sábado, 24 de noviembre de 2012

INTRODUCIR VERDAD


El juicio contra Jesús tuvo lugar probablemente en el palacio en el que residía Pilato cuando acudía a Jerusalén. Allí se encuentran una mañana de abril del año treinta un reo indefenso llamado Jesús y el representante del poderoso sistema imperial de Roma.
El evangelio de Juan relata el dialogo entre ambos. En realidad, más que un interrogatorio, parece un discurso de Jesús para esclarecer algunos temas que interesan mucho al evangelista. En un determinado momento Jesús hace esta solemne proclamación: “Yo para esto he venido al mundo: para ser testigo de la verdad. Todo el que es de la verdad, escucha mi voz”.
Esta afirmación recoge un rasgo básico que define la trayectoria profética de Jesús: su voluntad de vivir en la verdad de Dios. Jesús no solo dice la verdad, sino que busca la verdad y solo la verdad de un Dios que quiere un mundo más humano para todos sus hijos e hijas.
Por eso, Jesús habla con autoridad, pero sin falsos autoritarismos. Habla con sinceridad, pero sin dogmatismos. No habla como los fanáticos que tratan de imponer su verdad. Tampoco como los funcionarios que la defienden por obligación aunque no crean en ella. No se siente nunca guardián de la verdad sino testigo.
Jesús no convierte la verdad de Dios en propaganda. No la utiliza en provecho propio sino en defensa de los pobres. No tolera la mentira o el encubrimiento de las injusticias. No soporta las manipulaciones. Jesús se convierte así en “voz de los sin voz, y voz contra los que tienen demasiada voz” (Jon Sobrino).
Esta voz es más necesaria que nunca en esta sociedad atrapada en una grave crisis económica. La ocultación de la verdad es uno de los más firmes presupuestos de la actuación de los grandes poderes financieros y de la gestión política sometida a sus exigencias. Se nos quiere hacer vivir la crisis en la mentira.
Se hace todo lo posible para ocultar la responsabilidad de los principales causantes de la crisis y se ignora de manera perversa el sufrimiento de las víctimas más débiles e indefensas. Es urgente humanizar la crisis poniendo en el centro de atención la verdad de los que sufren y la atención prioritaria a su situación cada vez más grave.
Es la primera verdad exigible a todos si no queremos ser inhumanos. El primer dato previo a todo. No nos podemos acostumbrar a la exclusión social y la desesperanza en que están cayendo los más débiles. Quienes seguimos a Jesús hemos de escuchar su voz y salir instintivamente en su defensa y ayuda. Quien es de la verdad escucha su voz. 

De  Eclesalia.net

jueves, 22 de noviembre de 2012

34 DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO. JESUCRISTO, REY DEL UNIVERSO

"Venga a nosotros, Señor, tu Reino de luz"



Señor Jesús, tú te escondiste a los ojos de todos para orar al Padre en secreto, cuando la muchedumbre, maravillada y admirada por los milagros que realizabas, te buscaba para proclamarte. Sólo en la hora de la pasión, cuando todos te habían abandonado y ser proclamado rey ya no era motivo de jactancia, sino que se había vuelto para ti causa de condena, sólo entonces declaraste tu señorío universal. Obrando de este modo nos enseñaste con tu misma muerte que reinar es servir amando hasta la entrega total de nosotros mismos.
Concédenos también reconocer tu realeza no de palabra, sino dejando crecer y dilatarse en nosotros tu Reino, para que seamos, en la historia, irradiación de tu presencia de paz y motivo de consuelo y esperanza para todos nuestros hermanos.

Vídeo de la semana:

Lecturas del día:


LA OVEJA PERDIDA

Buen pastor. Icono ruso del siglo XIX



Ven,  Jesús,  a buscarme,
busca a la oveja perdida.
Ven, pastor.
Deja las noventa y nueve
y busca la que se ha perdido.
Ven hacia mí. 
Estoy lejos.
Me amenaza la batida de los lobos.
Búscame, 
encuéntrame,
acógeme,
llévame.
Puedes encontrar al que buscas,
tomarlo en brazos
y llevarlo.
Ven y llévame
sobre tus huellas.
Ven Tú mismo.
Habrá liberación en la tierra
y alegría en el cielo.

                                                    SAN AMBROSIO


miércoles, 21 de noviembre de 2012

CÁRITAS DE LA UNIDAD PASTORAL INFORMA

Hola a todos. Me llamo C. y pertenezco al grupo de Cáritas parroquial desde hace años. Este grupo de acción social lleva a cabo la acogida de personas que necesitan ayuda, tanto económica como de otro tipo.
En la Unidad Pastoral contamos con una oficina de información laboral, que atiende todos los lunes de 12 a 1 del mediodía, en la cual informamos y ponemos en contacto a las personas que vienen a buscar trabajo y a las personas que lo ofrecen. Pero en estos momentos la gente que ofrece trabajo es muy poca y la necesidad de trabajo es urgente pues hay personas que necesitan dinero y ellos mismos dicen: "soy joven, tengo salud y quiero trabajar".
Para mí es muy duro no poder ofrecer nada ante la necesidad que tienen, les echan del piso por no poder  pagar la renta, recibos de luz o gas, no disponen de recursos económicos para dar de comer a sus hijos.
Por eso en este momento yo no les pido dinero, pero sí les agradecería que si alguien necesita una señora para cuidar mayores, niños, hacer limpieza o simplemente conocer la situación, se pueden pasar por la oficina que está en el despacho de San Mateo los lunes de 12 a 1, como hemos comentado arriba.
Antes venían inmigrantes, pero ahora son tanto inmigrantes como españoles, pues todos sabemos que la crisis es grande. Gracias a todos.

martes, 20 de noviembre de 2012

UN REY Y UN REINO MUY PECULIARES


            Malos vientos corren en España para los políticos. Cada día están más desprestigiados. Entre muchos jóvenes el nivel de rechazo es muy alto. No pueden entender, con razón, que en medio de los recortes y las dificultades para todos, ellos sigan instalados en sus privilegios y burbujas de cristal. Como si no les importase el sufrimiento de quienes padecen la crisis que ellos mismos gestionaron muy mal, cuando no están en su raíz. Este rechazo de muchos es transversal, sin colores ni partidos. “Los políticos son los culpables de lo que nos pasa” y punto.

            Claro que esta apreciación es injusta. No se debe meter a todos los políticos en el mismo saco. Pero tiene su explicación. No se ve que los partidos se impliquen en los recortes de asesores, de sueldos, de dietas y otros privilegios... Por tanto, lo que se impone antes que ninguna otra reforma es la de la Administración Pública. No importa tanto el volumen de lo que con ello se pueda ahorrar –aunque también- cuanto el ejemplo  que los cargos públicos tienen que dar a los ciudadanos. Por ahí deberían haber empezado y todos nos hubiésemos unidos de mejor grado a las necesarias reformas. Porque lo evidente es que no podíamos seguir con el despilfarro y el déficit consiguiente de los penúltimos años. Somos más pobres de lo que nos creíamos.

            Con este panorama político, viene a ser como un contrasentido celebrar una fiesta cristiana dando a Jesucristo el título de Rey. Por eso hay que precisar de inmediato lo que este título significa en el Evangelio y en la celebración actual.

            Se le llama Rey a Cristo justamente cuando está siendo juzgado como reo, a la vez es que despreciado y objeto de las burlas de soldados y espectadores. Y figura el mismo título en el patíbulo más ignominioso, en lo alto de la Cruz.

            El mensaje es claro y está al alcance de quien quiera entenderlo. Jesús es rey porque vive en la verdad y da testimonio de la verdad. No necesita de máscaras, como los tramposos, ni de la fuerza armada para imponer la injusticia como los opresores. Por eso dice que su Reino no es como los de este mundo. El resultado es que en el juicio de Jesús, aunque sea condenado a muerte, el vencedor es él y Pilato el derrotado.

            Y es que, mirada la historia y la vida de cada uno en particular, los títulos y honores no están hechos para el presente sino para la eternidad. ¿Nos atreveremos a entenderlo y vivir en consecuencia?

            En la práctica, el llamar a Jesucristo Rey y decir que él instaura un nuevo Reino en la tierra significa no sólo quejarse, protestar y desmarcarse de los políticos corruptos y de una política que no es eficaz porque tampoco es ejemplar. Es mucho más: es instaurar en sí mismo una forma de vida que enraíza en la verdad, crece en la sobriedad y el trabajo honesto, y fructifica en compartir los dolores y necesidades de los que más sufren. Quien sólo aspira a “vivir su propia vida” no tiene derecho a protestar ni a criticar a nadie, ni siquiera a los políticos.

                                                                         Jose María Yagüe

domingo, 18 de noviembre de 2012

DÍA DE LA IGLESIA DIOCESANA


El Día de la Iglesia Diocesana, una oportunidad para contribuir a una sociedad mejor


Enlace:

AVISOS SEMANA 19 DE NOVIEMBRE


Lunes 19 de Noviembre
- A las 4:30 reunión del grupo de Cáritas de la Anunciación en la parroquia de Fátima
- A las 5 de la tarde comienza el Taller de Oración y Vida (Padre Larrañaga) en la Iglesia de San Mateo. 
- A las 7:30 de la tarde se reúne el grupo de adultos que están trabajando la “Gaudium et Spes” (doctrina social de la Iglesia) en el centro de la Anunciación del Señor.

Martes 20 de Noviembre
- A las 5:30 Grupo de la Legión de María en los locales de San Mateo.

Miércoles 21de Noviembre
- A las 4:30 Grupo de mayores (Cáritas) en el centro de San Mateo
- A las 5, oración de silencio con exposición del Santísimo en la iglesia de la Anunciación.

Jueves 22 de Noviembre
- A las 7 de la tarde Exposición del Santísimo en San Mateo.


sábado, 17 de noviembre de 2012

NADIE SABE EL DÍA


El mejor conocimiento del lenguaje apocalíptico, construido de imágenes y recursos simbólicos para hablar del fin del mundo, nos permite hoy escuchar el mensaje esperanzador de Jesús, sin caer en la tentación de sembrar angustia y terror en las conciencias.
Un día la historia apasionante del ser humano sobre la tierra llegará a su final. Esta es la convicción firme de Jesús. Esta es también la previsión de la ciencia actual. El mundo no es eterno. Esta vida terminará. ¿Qué va a ser de nuestras luchas y trabajos, de nuestros esfuerzos y aspiraciones?
Jesús habla con sobriedad. No quiere alimentar ninguna curiosidad morbosa. Corta de raíz cualquier intento de especular con cálculos, fechas o plazos. “Nadie sabe el día o la hora…, sólo el Padre”. Nada de psicosis ante el final. El mundo está en buenas manos. No caminamos hacia el caos. Podemos confiar en Dios, nuestro Creador y Padre.
Desde esta confianza total, Jesús expone su esperanza: la creación actual terminará, pero será para dejar paso a una nueva creación, que tendrá por centro a Cristo resucitado. ¿Es posible creer algo tan grandioso? ¿Podemos hablar así antes de que nada haya ocurrido?
Jesús recurre a imágenes que todos pueden entender. Un día el sol y la luna que hoy iluminan la tierra y hacen posible la vida, se apagarán. El mundo quedará a oscuras. ¿Se apagará también la historia de la Humanidad? ¿Terminarán así nuestras esperanzas?
Según la versión de Marcos, en medio de esa noche se podrá ver al “Hijo del Hombre”, es decir, a Cristo resucitado que vendrá “con gran poder y gloria”. Su luz salvadora lo iluminará todo. Él será el centro de un mundo nuevo, el principio de una humanidad renovada para siempre.
Jesús sabe que no es fácil creer en sus palabras. ¿Cómo puede probar que las cosas sucederán así? Con una sencillez sorprendente, invita a vivir esta vida como una primavera. Todos conocen la experiencia: la vida que parecía muerta durante el invierno comienza a despertar; en las ramas de la higuera brotan de nuevo pequeñas hojas. Todos saben que el verano está cerca.
Esta vida que ahora conocemos es como la primavera. Todavía no es posible cosechar. No podemos obtener logros definitivos. Pero hay pequeños signos de que la vida está en gestación. Nuestros esfuerzos por un mundo mejor no se perderán. Nadie sabe el día, pero Jesús vendrá. Con su venida se desvelará el misterio último de la realidad que los creyentes llamamos Dios. 

De  Eclesalia.net

jueves, 15 de noviembre de 2012

EL DISCURSO ESCATOLÓGICO EN MARCOS


DOMINGO 33 DEL TIEMPO ORDINARIO

"Esperemos y apresuremos la venida del día de Dios"  (2Pe 3,11b-12a)


Las fuentes de inspiración del icono del juicio universal son, además del Apocalipsis de Juan, el libro del Génesis, las visiones de Daniel, la parábola evangélica de Lázaro y el rico y el sorprendente discurso de Jesús sobre los elegidos y los condenados. Cristo Juez preside la escena desde las alturas entronizado entre María, Juan Bautista, los apóstoles, los santos y las cohortes angélicas. El centro lo  ocupa el trono de la Etimasia, y Adán y Eva implorantes. Abajo a la izquierda se reconoce el Paraíso por el fondo blanco y por su exuberante vegetación. A la derecha está el infierno, y un lago de fuego. El séquito de los justos, con Pedro y Pablo a la cabeza, se dispone a cruzar la puerta del Paraíso, que custodia un querubín. Es el lugar reservado para la visión del "seno de Abraham", el buen ladrón y  la Virgen en el trono.



El encuentro con un cristiano auténtico no cesa de sorprender desde hace dos mil años: ¡qué insólita es su condición! «Extranjero y peregrino en la tierra», transeúnte que atraviesa los senderos del tiempo que tiende a la eternidad, posee ya lo que busca, aunque todavía no de un modo pleno y evidente. Es testigo de una esperanza bienaventurada y posee la prenda de una promesa infinita. Irradia la alegría a su alrededor, aunque ha renunciado a muchas de las alegrías que propone este mundo; sin embargo, no está dispensado del dolor…
¿Cuál es entonces el secreto del verdadero cristiano? Lo custodia en lo hondo de su corazón y lo declara con orgullo: su secreto es Cristo, Señor del tiempo y de la historia. La pascua de Jesús ha destrozado la dimensión temporal y ha irrumpido la eternidad entre nosotros: la vida eterna es el Pan en que él se entrega. Quien observa su Palabra que no pasa, quien acoge su sacrificio de salvación y vive con él el dolor como pascua, entra desde ahora en la eternidad y permite que, a través de su propia existencia, ésta transfigure un poco el tiempo.
El cristiano abre al sol la ventana de su morada para que todo quede inundado de luz. Ahora bien, el conflicto entre las tinieblas y la luz permanece aún en acto en el tiempo: cada discípulo de Jesús conoce esta lucha dentro de sí y a su alrededor; por eso vigila, porque sabe que tiene que combatir el buen combate de la fe. Cristo ya ha vencido, pero continúa luchando en nosotros para que sea derrotado el mal y se extienda el Reino de Dios, hasta el día que sólo el Padre conoce. Que su Espíritu de amor y de fortaleza nos haga a todos cristianos auténticos, tanto más presentes en la historia del hombre cuanto más inclinados al «día de Dios».


Vídeo de la semana:
http://www.youtube.com/watch?v=ebc3mSN86-0&feature=channel&list=UL

Lecturas del día:
http://www.servicioskoinonia.org/biblico/calendario/texto.php?codigo=20121118&cicloactivo=2012&cepif=0&cascen=0&ccorpus=0


martes, 13 de noviembre de 2012

ANTE LA JORNADA EUROPEA DEL 14N




La Confederación Europea de Sindicatos (CES) ha convocado una jornada de acción y solidaridad para el próximo 14 de noviembre. Esta Jornada europea adoptará diversas formas: huelgas, manifestaciones, concentraciones y otras acciones.
Ante este acontecimiento importante e histórico para la vida de los trabajadores y trabajadoras de Europa y para quienes sufren la lacra del desempleo, nosotros como Movimientos Cristianos en el mundo obrero de España y Portugal, nos alegramos por esta jornada europea y hacemos pública nuestra posición.
Las tasas de pobreza y exclusión de nuestros países del sur de Europa están aumentando a un ritmo vertiginoso. Hay un ataque en toda regla a los derechos sociales y a la protección de las personas y familias trabajadoras con el argumento de priorizar el pago de la deuda. Una deuda que es ilegítima al proceder de préstamos que fueron concedidos y gestionados de manera dudosa, que atentan contra la dignidad de la vida de la ciudadanía, y ponen en peligro la convivencia pacífica entre los pueblos. La política europea, que tomó medidas desastrosas en algunos de los estados miembros, ha declarado como prioridad la salvación del sistema financiero y de los bancos, en lugar de rescatar a las personas. La deuda pública se está convirtiendo en un mecanismo de trasvase de riqueza de pobres a ricos. Por eso, cada vez hay más personas con empleos precarios o que no encuentran trabajo y con un futuro incierto, especialmente los jóvenes.
Entendemos que pese a la situación que estamos sufriendo, no podemos ni debemos olvidar a nuestros hermanos y hermanas de los países más empobrecidos de Europa del Este y de nuestro planeta. Lo que aquí empezamos a sufrir es lo que está sucediendo, sobre todo en el Sur, desde hace décadas, donde la deuda externa se ha cobrado millones de vidas, abocando al hambre y la esclavitud a miles de personas, familias y países enteros.
Las consecuencias de estas decisiones afectan al conjunto de la sociedad pero, de manera más dura, a los sectores del mundo del trabajo más débiles y empobrecidos. Estas consecuencias llevan al empobrecimiento generalizado y a la pérdida de cohesión social y de horizonte vital. Los grupos más castigados son los inmigrantes, los jóvenes, las mujeres y parados de larga duración…
Este año en la Iglesia celebramos “el Año de la fe”. Como parte de ella, se nos invita a profundizar en el Catecismo de la Iglesia, en donde leemos: “La regulación de la economía únicamente por la ley de mercado quebranta la justicia social, porque «existen numerosas necesidades humanas que no pueden ser satisfechas por el mercado». Es preciso promover una regulación razonable del mercado y de las iniciativas económicas, según una justa jerarquía de valores y con vistas al bien común” (CIC, 2425).
Nosotras y nosotros, que formamos parte de estos movimientos, entendemos que quien debe promover esta regulación razonable del mercado, son los gobiernos. Pero en la situación actual, nuestros gobiernos son súbditos de la situación financiera y la única salida que nos están ofreciendo son políticas de recortes, que rebajan claramente los derechos de los trabajadores respecto a situaciones anteriores. Lo peor es que en los últimos años de nuestras democracias siempre pierden en el concierto social los mismos, y siempre los más débiles.
Por eso, la primera vía para intentar revertir esta situación de conflicto es el diálogo. Cuando éste no es posible, la propia Iglesia reconoce la legitimidad del recurso a “la huelga no violenta, cuando se presenta como el instrumento necesario, en vistas a unas mejoras proporcionadas y teniendo en cuenta el bien común” (CIC, 517). La política que se está desarrollando ha olvidado el sentido de la justicia y un trabajo en defensa de la fraternidad y el bien común.
Precisamente por esta razón, entendemos que esta convocatoria de huelga general y las movilizaciones en toda Europa están justificadas. Las políticas al servicio de las personas y de sus necesidades básicas deberían ser prioridad, por encima de los intereses de los mercados.
Una de las terribles consecuencias que ha provocado esta involución y regresión social, es la aparición de un sentimiento generalizado de miedo. Un estado de miedo e incertidumbre que se ha instalado para condicionar las expectativas y proyectos personales y familiares de las personas: miedo a perder el empleo, asumiendo así todo tipo de precariedad, miedo a las represalias por cualquier acción de protesta, miedo igualmente a secundar una convocatoria de huelga…
Mientras esto sea así, entendemos que hay legitimidad para actuar en defensa de los derechos de las personas y familias trabajadoras. A su vez reivindicamos, en el marco de esta Jornada europea de acción y solidaridad, el papel de la política y, en especial, de los sindicatos, que son la principal defensa organizada de los trabajadores.
Por todo ello, pedimos a los políticos, sindicatos, empresarios, entidades financieras y a los distintos expertos, que actúen con responsabilidad ante la gravedad de la situación actual, que puede empeorarse en el caso de que olviden este principio básico de humanidad: “las necesidades de los pobres deben tener preferencia sobre los deseos de los ricos; los derechos de los trabajadores, sobre el incremento de los beneficios” (Juan Pablo II, Toronto 1984).
Queremos acabar invitando a vivir las palabras de nuestros obispos, al finalizar el reciente Sínodo sobre la Nueva Evangelización, celebrado en octubre:
“Al mundo de la economía y del trabajo queremos recordar como de la luz del Evangelio surgen algunas llamadas urgentes: liberar el trabajo de aquellas condiciones que no pocas veces lo transforman en un peso insoportable con una perspectiva incierta, amenazada por el desempleo, especialmente entre los jóvenes, poner a la persona humana en el centro del desarrollo económico y pensar este mismo desarrollo como una ocasión de crecimiento de la humanidad en justicia y unidad”.

LIGA OBRERA CATÓLICA/MOVIMIENTO DE TRABAJADORES CRISTIANOS Y JUVENTUD OBRERA CATÓLICA, de Portugal; HERMANDAD OBRERA DE ACCIÓN CATÓLICA, ACCIÓN CATÓLICA OBRERA Y JUVENTUD OBRERA CRISTIANA, de España; MOVIMIENTO DE TRABAJADORES CRISTIANOS DE EUROPA.
MADRID, LISBOA, BRUSELAS.


TOMAR EN SERIO A DIOS


            “Serán tiempos difíciles, como no los ha habido desde que hubo naciones hasta ahora”. Esta frase se lee en el libro de Daniel, un profeta muy anterior a Cristo. Ha llovido bastante desde entonces y ha habido muchos tiempos difíciles. Los nuestros cuentan entre ellos.

            Corazón sereno, mente lúcida y fuerzas –espirituales, síquicas y físicas- bien entrenadas y dispuestas. Todo eso hace falta para afrontar estos tiempos difíciles. Y no dar saltos hacia delante, al vacío, para ignorar los problemas reales. Cuando esto se hace, los problemas se multiplican y se retrocede en el tiempo a situaciones peores.

            Los tiempos difíciles no se refieren a una sola cuestión. Están en juego los valores, la economía, la política, la religión, la iglesia... Nos interesa aquí reflexionar sobre esto último.

            Es frecuente en ámbitos eclesiásticos reconocer, con bastante desilusión y pesimismo por cierto, que estamos en dificultades. Suelen ellas atribuirse a causas externas, como el laicismo, la persecución, la crisis de valores en la sociedad, la inconsistencia de los jóvenes... Pero rara vez se hace autocrítica. Sin embargo, hay que reconocer, como lo ha hecho el Papa, que el enemigo peor de la Iglesia está dentro de ella. Y que no es un grupo ni otro, sino el conjunto de los llamados cristianos, que no hemos tomado en serio nuestra propia fe.

            Más concretamente, me atrevería a decir que una gran mayoría de los que estamos bautizados y nos seguimos llamando cristianos no hemos tomado en serio a Dios. Menos aún, a su revelador Jesucristo. Ello ocurre, según análisis preciso de Juan Martín Velasco (Fijos los ojos en Jesús, PPC 2012, pp. 12-14), por dos principales motivos, que él llama distorsiones del mensaje cristiano:
Hacer consistir la fe en la aceptación intelectual de un conjunto de doctrinas, pero sin que la persona entera del creyente sea afectada y comprometida.
La propia imagen que nos hacemos de Dios, más idolátrica que real. Por lo que concluye con las palabras del Maestro Eckart: “Dios mío, líbrame de mi Dios”.

            La pregunta que el propio autor se hace y hemos de hacernos nosotros es: ¿somos realmente creyentes? Mientras no nos tomemos en serio esta pregunta, es decir, mientras no estemos dispuestos a tomar en serio al Dios revelado en Jesucristo, no tenemos derecho a culpar a nadie de lo que nos pasa en la Iglesia.

            Tomar en serio a Dios, entre otras cosas, significa tomar en serio al prójimo, a la vida del hombre, de todo hombre. Igualmente, ello exige vivir el culto verdadero, el que Dios quiere y no vomita (expresión del profeta Isaías), el que define así San Pablo: “ofreceos a vosotros mismos como un sacrificio vivo, santo, agradable a Dios: tal será vuestro culto espiritual” (Rom 12, 1ss). Este culto incluye, entre otras cosas, compartir las necesidades de los santos, practicando la hospitalidad. Y, para finalizar, tomarse en serio el futuro. Lo que implica no obsesionarse con el aquí y el ahora, reduciendo el horizonte vital al comer, beber, disfrutar del hoy, sino esperar la gloriosa venida de Nuestro Señor Jesucristo.

                                                                         Jose María Yagüe Cuadrado


domingo, 11 de noviembre de 2012

CONCURSO TARJETAS DE NAVIDAD




BASES

1. PARTICIPANTES:
   Podrán concurrir al concurso todos los niños, preadolescentes y adolescentes que pertenezcan
   a la Unidad Pastoral de San Mateo – Anunciación.

2. TEMA:
    El tema de la tarjeta será alusivo a la Navidad, y se valorará la originalidad y la capacidad creativa.

3. FORMATO:
   Las tarjetas podrán realizarse tanto en sentido vertical como horizontal. El tamaño de las mismas
   no deberá superar el de medio folio por una cara... El soporte material será papel o cartulina.
   La técnica será libre.

4. PRESENTACIÓN:
    La tarjeta irá sin firma y en el dorso de la misma figurará:
             -Nombre y apellidos del participante
             -Teléfono y curso al que pertenece.
    Las tarjetas se presentarán a los catequistas o en el despacho parroquial de 6:00 a 7:30
    La fecha tope de entrega será el día 13 de diciembre.

5. PREMIOS:
   Se establecerá un premio por categoría. Habrá dos categorías:
-          1º, 2º y 3º de primaria
-          Postcomunión, preadolescentes y adolescentes
   Todos los participantes obtendrán un diploma alusivo a la participación en este concurso.

6. EXPOSICIÓN DE TRABAJOS: 
    Todas las tarjetas presentadas serán expuestas en los locales de la Anunciación el día 16 de Diciembre.


AVISOS SEMANA 12 DE NOVIEMBRE


Lunes 12
- A las 4:30 reunión del grupo de Cáritas de la Anunciación y Fátima en la parroquia de Fátima
- A las 5:00, Grupo de Mayores en el centro de la Anunciación del Señor.

Martes 13
- A las 4:30 grupo de la Legión de María en los locales de San Mateo.

Miércoles 14
- A las 4:30 de la tarde se reúne el Grupo de Habilidades en el centro de San Mateo
- A las 5 oración de silencio con exposición del Santísimo en la Iglesia de la Anunciación.
- A las 8:30 de la tarde el Grupo de jóvenes en el centro de la Anunciación del Señor. 

Jueves 15
- Grupo de Vida Ascendente a las 4:30 en el centro de San Mateo.
- De 6 a 8 de la tarde, clases de guitarra en el centro de la Anunciación.
- A las 6:15 exposición del Santísimo en la Anunciación del Señor.

Viernes 16
- A las 8:00 de la tarde nos vemos el Grupo de Biblia en el centro de San Mateo. 

Sábado 17  
- A las 6 de la tarde se convoca al Grupo de matrimonios en el centro de la Anunciación del Señor.


LO MEJOR DE LA IGLESIA

Confianza en Dios: como un niño en brazos de su madre.


El contraste entre las dos escenas no puede ser más fuerte. En la primera, Jesús pone a la gente en guardia frente a los dirigentes religiosos: “¡Cuidado con los letrados!”, su comportamiento puede hacer mucho daño. En la segunda, llama a sus discípulos para que tomen nota del gesto de una viuda pobre: la gente sencilla les podrá enseñar a vivir el Evangelio.
Es sorprendente el lenguaje duro y certero que emplea Jesús para desenmascarar la falsa religiosidad de los escribas. No puede soportar su vanidad y su afán de ostentación. Buscan vestir de modo especial y ser saludados con reverencia para sobresalir sobre los demás, imponerse y dominar.
La religión les sirve para alimentar fatuidad. Hacen “largos rezos” para impresionar. No crean comunidad, pues se colocan por encima de todos. En el fondo, solo piensan en sí mismos. Viven aprovechándose de las personas débiles a las que deberían servir.
Marcos no recoge las palabras de Jesús para condenar a los escribas que había en el Templo de Jerusalén antes de su destrucción, sino para poner en guardia a las comunidades cristianas para las que escribe. Los dirigentes religiosos han de ser servidores de la comunidad. Nada más. Si lo olvidan, son un peligro para todos. Hay que reaccionar para que no hagan daño.
En la segunda escena, Jesús está sentado enfrente del arca de las ofrendas. Muchos ricos van echando cantidades importantes: son los que sostienen el Templo. De pronto se acerca una mujer. Jesús observa que echa dos moneditas de cobre. Es una viuda pobre, maltratada por la vida, sola y sin recursos. Probablemente vive mendigando junto al Templo.
Conmovido, Jesús llama rápidamente a sus discípulos. No han de olvidar el gesto de esta mujer, pues, aunque está pasando necesidad, “ha echado todo lo que tenía para vivir”. Mientras los letrados viven aprovechándose de la religión, esta mujer se desprende de todo por los demás, confiando totalmente en Dios.
Su gesto nos descubre el corazón de la verdadera religión: confianza grande en Dios, gratuidad sorprendente, generosidad y amor solidario, sencillez y verdad. No conocemos el nombre de esta mujer ni su rostro. Solo sabemos que Jesús vio en ella un modelo para los futuros dirigentes de su Iglesia.
También hoy, tantas mujeres y hombres de fe sencilla y corazón generoso son lo mejor que tenemos en la Iglesia. No escriben libros ni pronuncian sermones, pero son los que mantienen vivo entre nosotros el Evangelio de Jesús. De ellos hemos de aprender los presbíteros y obispos.

De  Eclesalia.net


sábado, 10 de noviembre de 2012

FIELES LAICOS: SER Y MISIÓN


Tras el Concilio Vaticano II, el proyecto de una Iglesia Pueblo de Dios y la correspondiente eclesiología de comunión considera a todos los miembros como corresponsables de su misión ya constituye sin duda las huellas del futuro.

No podemos olvidar que el primer rasgo que caracteriza la tarea de la Iglesia es, precisamente, el hecho de que ella no existe para si misma, sino que está al servicio del Reino, como plan de liberación y salvación: este reino de justicia, de paz y de libertad definitivas,  esta "utopía del corazón humano" constituye el  anhelo supremo y el punto de referencia de toda actividad en la Iglesia.
La misma Lumen Gentium, al anteponer el bautismo y la vocación cristiana a todo ministerio o tarea eclesial, dejaba claro el reto "el criterio matriz y referencial de la eclesiología es el cristiano laico”.
Dar paso a los laicos no es sólo un imperativo teológico y, por supuesto, no debería ser un simple recurso a la suplencia cuando no queda otro remedio. Como los más auténticamente "sacerdotes en el mundo", los laicos son quienes mejor pueden ejercer ese "sacerdocio de discernimiento' para interpelar los "signos de los tiempos", dada su inmersión y sintonía cultural como las realidades familiares, sociales, políticas, etc.
Admitir y promover la mayoría de edad del laicado tiene sin duda, unas inevitables consecuencias eclesiológicas, con repercusiones directas en la vida interna de la Iglesia. El teólogo alemán K. Rahner, apuntaba cómo la madurez del  laico comporta una capacidad crítica y reflexiva, respecto a las normas sociales y de la misma enseñanza jerárquica.

Está aún mediatizando el despliegue de nuestra Iglesia - y hay que tenerlo en cuenta a la hora de sentir el despertar de todo al laicado-, los modos y maneras de entender y vivir la Iglesia hoy, conviven entre nosotros distintas sensibilidades, unas más tradicionales y otras que quieren abrirse a un diálogo más cercano a las nuevas situaciones que la sociedad nos plantea, todas ellas unidas firmemente en la profesión sincera de una misma fe y un mismo amor a nuestro Salvador Jesús, pero divididas a veces en la interpretación práctica y el uso diario de preceptos, costumbres, actitudes, expresiones y modos de actuar y reaccionar ante la vida en la sociedad de hoy con toda su complejidad y desafíos, sus dolores y esperanzas.

Así pues los diversos modos de entender la Iglesia provocan no pocas tensiones. Es indudable que estamos perdiendo a los jóvenes, estamos perdiendo a gente seria, estamos perdiendo a pensadores leales y a comprometidos sociales que quieren renovar las estructuras de la sociedad que viene, y encuentran en la Iglesia a veces sólo incomprensión, repetición, cerrazón, ideales teóricos y condenaciones prácticas. Estamos perdiendo credibilidad, vitalidad, influencia en las fuerzas que van moldeando rápidamente el futuro inmediato de la humanidad, y perdemos esa influencia porque vamos despacio, vamos retrasados, somos cerrados y somos altivos, y ese paso lento y pesado no nos permite acompañar el volar rápido de la humanidad de hoy. No hemos de extrañarnos, incluso, de que sean muchos los católicos de buena voluntad que sienten cada vez menos atracción hacia la Iglesia en sus enseñanzas y ceremonias, y simplemente se vayan alejando del contacto con la práctica religiosa tradicional porque no les dice nada. Y no les dice nada porque en no pocas ocasiones nuestro lenguaje es repetitivo, distanciado de la realidad, autoritario e impositivo.

¿Cómo ha de ser en suma, la Iglesia del futuro?, nos hemos preguntado y al respondernos a este interrogante a una conclusión hemos llegado de una forma simple y sencilla: seguramente ya no volverá a ser, como lo fue o pretendió alguna vez, detentadora del poder, animadora y controladora de la realidad intelectual, cultural y social. En el seno de una sociedad irreversiblemente pluralista, la Iglesia deberá, por el contrario, alzarse como heraldo de la libertad de la fe.

Antes de encontrar la respuesta a por qué el hombre de hoy se cierra al Evangelio, es indispensable tomar conciencia de la necesidad de convertirnos personalmente y reconvertir la institución sobre la que descansa la tarea de la Evangelización.
No echemos de menos el pasado de la Iglesia, es ella hoy la que está llamada a seguir, a abrirse al mundo, ella camina con los hombres. La manera de traducir el Evangelio a la vida cotidiana es lo que hace creíble al mensajero y aceptable el mensaje.

Volviendo nuevamente al Concilio Vaticano II, el fiel laico se convierte en el prototipo del cristiano y la mundanidad o secularidad es su rasgo más específico, aunque no sea su dimensión exclusiva. En cuanto experto en mundanidad y en cuanto miembro activo de la Iglesia, tiene el derecho y el deber de manifestar su opinión sobre todos los asuntos de la Iglesia (LG, 37), incluido el derecho a la opinión pública de participar en su vida interna (LG, 33) y de constituirse en la vanguardia de su acción misionera (LG, 36) alcanzando así su mayoría de edad en la Iglesia (LG, 37).
La eclesiología de comunión es el marco de una renovada teología del laicado. Al cambiar al laicado transformamos a la misma Iglesia y al modificar el modelo eclesiológico replanteamos la teología del laicado. En buena parte aquí se juega el futuro del cristianismo del siglo XXI.
Una condición que puede calificarse de fundamental y hasta de estratégica en este momento es la formación de los seglares. El Papa Juan Pablo II,  se hace eco de una proposición de los Padres sinodales  en la que afirman claramente que "la formación de los laicos se ha de colocar entre las prioridades de la diócesis y se ha de incluir en los programas de acción pastoral de modo que todos los esfuerzos de la comunidad (sacerdotes, laicos y religiosos) concurran a este fin".

Teniendo presente que la formación pedida ni es sólo "de libros", ni es del todo previa, nos formamos no sólo para la vida, sino también en la vida y desde la vida, es decir, en el diario rodar de las acciones compartidas, de los momentos de reflexión, planificación y evaluación, compartidos, valorados y decididos de forma conjunta. En este sentido, no hay que esperar a que "estén formados" los laicos. También aquí, "se hace camino al andar".

RETOS DE CARA AL FUTURO

Ante la realidad que presenta el laicado a la llamada evangélica y eclesial de construir Reino, sentimos que hemos de responder a algunos retos:

1°) Recuperación de una definición positiva del laico, cómo "ser cristiano en la Iglesia misterio".
2°) Superación del binomio (clero/laico/a) y del trinomio (clérigo/laico-a/religioso-a), dentro el binomio originario COMUNIDAD-MINISTERIOS, dentro de una eclesiología de totalidad como MISTERIO-COMUNIÓN-MISIÓN.
3°) Redescubrir la categoría de laicidad eclesial (secularidad), en cuanto dimensión de toda la Iglesia, así como la importancia de la inserción concreta del laico/a en la Iglesia particular, ejerciendo su servicio y su compromiso asociado, para hacer presente el misterio de Jesucristo total.
(Plan Diocesano de Pastoral 2001-2004 Pág.: 14 al 18)


                                                                          Miguel Angel Ruano Sánchez


INTERVENCIONES DEL SÍNODO (2)


S. E. R. Mons. Juan José PINEDA FASQUELLE, C.M.F., Obispo titular de Obori, Obispo auxiliar y Vicario General de Tegucigalpa (HONDURAS)

La parroquia es una entidad vigente para “la transmisión de la fe cristiana”. Allí se puede llevar a cabo la “Nueva Evangelización”. Trabajamos para dar vida a las parroquias para crear lugares de vida cristiana, sostener la fe de sus miembros e iluminar con su testimonio. La renovación pastoral de nuestras parroquias implica ponerlas en “estado permanente de misión”, evitando ser sedes burocráticas. Creemos en la “corresponsabilidad pastoral de los bautizados”, que ponen al servicio de la comunidad su fe, sus tiempos, talentos y tesoros. Así los programas parroquiales de pastoral e iniciación cristiana se enriquecen con la colaboración de todos para una Iglesia más comunitaria: bautizados coherentes para una parroquia corresponsable, “casa y escuela de comunión”. El compromiso por la nueva evangelización tiene como finalidad originaria ser misionera, parroquias menos orientada hacia el interior y más comprometidas con el anuncio de la fe. Consideremos la comunidad parroquial como puerta de la transmisión de la fe y de la experiencia eclesial, centro de irradiación y de testimonio de vida cristiana, lugar de búsqueda de la verdad, de reforzamiento de la fe, de comunicación del mensaje, comunidad donde se vive la alegría del Espíritu y sede misionera. Presbíteros y laicos integrados en la animación misionera. ¡Gran riqueza son los laicos comprometidos en la comunidad parroquia! Esta vocación laical es uno de los frutos más valioso del Concilio Vaticano II. Ellos dan un fuerte impulso a la nueva evangelización y a la transmisión de la fe. Aparecida nos indica así: renovación parroquial, conversión pastoral, estado permanente de misión. Ser Iglesia así evita sectarismos. La parroquia es “Iglesia doméstica” presente en la vida cotidiana, anunciando el mensaje vivificador del Evangelio. Nueva evangelización significa rehacer el tejido cristiano de la sociedad humana, ayudando a la Iglesia a seguir estando presente entre las casas de sus hijos (Cfr. J P II, Ch. L. 26). Nacimos como Iglesia integrada en la animación misionera de las comunidades. Se realiza la integración de los Movimientos, pero no falta la lectura eclesiológica o su integración “imperfecta”, al margen o fuera del plan parroquial de pastoral.




¿Cuáles son las dimensiones constitutivas que no pueden faltar nunca en la evangelización? A través del sumario de los Hechos de los Apóstoles (Hch 2, 42.46-47), podemos identificar cuatro: 1. “Se mantenían constantes... en la fracción del pan y en las oraciones...”: la Eucaristía es la fuente inagotable de la vida de la comunidad. 2. “Se mantenían constantes en la enseñanza de los apóstoles”, heraldos de la Palabra de Dios en todos los ámbitos de la existencia humana. San Pablo habla de educación al “pensamiento de Cristo” (cf. 1 Co 2, 16). San Máximo el Confesor lo describe de este modo: “También yo, de hecho, digo que tengo el pensamiento de Cristo, es decir, el pensamiento que piensa según Él y piensa Él a través de todas las cosas”. 3. “Se mantenían constantes... en la comunión”: si tienen en común a Jesucristo, los cristianos tienden libremente a compartir con todos los hermanos su propia existencia. La comunión para el cristiano precede cada cosa, es el “a priori” necesario. 4. “... el Señor agregaba al grupo a los que cada día se iban salvando”: la misión de la Iglesia es el testimonio grato que deja ver la alegría del encuentro con Jesús, que se convierte en ansia por que todos los hombres sean salvados. El método, no un método, de la nueva evangelización consiste en proponer una vida de comunidad en la cual los fieles conscientemente practiquen, de forma regular, estas cuatro dimensiones constitutivas, indicadas en el texto de los Hechos de los Apóstoles.


La preocupación que quiero destacar especialmente es el desafío que supone, sobre todo para la gente joven, la manipulación del lenguaje en su búsqueda del mensaje de Jesucristo. Los jóvenes viven en una cultura del relativismo, e incluso de la banalización de la verdad, a veces sin darse cuenta de ello. Es una cultura que ellos no han creado. Quizás no conozcan ninguna otra cultura, pero deben encontrar a Cristo en medio de esta cultura sin tener familiaridad con el lenguaje de la fe.
No estoy pensando en el gran número de gente joven que encuentran su fuerza y apoyo en acontecimientos como la Jornada Mundial de la Juventud, sino en todos esos jóvenes, hombres y mujeres, que, en un momento complejo y difícil de sus vidas, en su búsqueda de significado, se encuentran muy solos entre sus compañeros de clase y de estudio; muchos incluso sufren la hostilidad y la incomprensión mientras intentan encontrar o mantener su fe en Jesucristo.
¿Dónde estamos presentes entre la gran población estudiantil, especialmente aquella cuya formación básica cristiana ha sido de todo menos superficial en su familia o escuela?
El desafío de la Nueva Evangelización debe estar marcada por una sólida confrontación de ideas, no en términos de agresión ideológica, sino para ayudar a los jóvenes a discernir sus ideas.
La cultura del individualismo debe ser contrarrestada con la creación de una variedad de nuevas comunidades eclesiales, no sólo las que pertenecen a los movimientos eclesiales, sino también alrededor de las parroquias, que serán las piedras que edificarán las comunidades eucarísticas del futuro.


                                                                       Raúl Román

jueves, 8 de noviembre de 2012

DOMINGO 32 DEL TIEMPO ORDINARIO


“Dichosos los pobres en el espíritu, porque de ellos es el Reino de los Cielos”  (Mt 5,3)



La palabra que de hoy nos invita a reflexionar sobre la fe. Esta consiste, simplemente, en creer que Dios es Dios y en fiarse por eso de él, abandonarse en sus manos, darle por completo a nosotros mismos sin cálculos ni preocupaciones por el mañana. Esta «oblatividad» es desconsiderada y loca —o al menos imprudente— para quien afirma que está bien creer, sí, pero “con los pies en la tierra”, sin dejar de lado una humana prudencia; sin embargo, esta fe la encontramos a menudo precisamente en quienes no tienen ninguna seguridad para hacer frente al hoy ni al mañana.

Estas dos viudas tan pobres presentadas en la Sagrada Escritura nos enseñan a no tener miedo de ofrecer a Dios todo lo que tenemos y somos, nos invitan a consagrarle nuestra vida: si hacemos que llegue a ser «suyo» lo que es nuestro, será después tarea suya la preocupación por ello.

Mi familia, mi trabajo, mis pocos o muchos recursos de todo tipo pueden ser sometidos á la lógica de la fe y ser confiados y entregados por completo al Señor. No se trata de una elección de despreocupación ni del sentimiento de un instante; al contrario, se convierte en el compromiso cotidiano de administrar como nuestros —y, por consiguiente, con un corazón conforme al nuestro— los que eran «nuestros» bienes: afectos, ocupaciones, dotes. La palabra es hoy casi un desafío: probemos a echar con fe nuestra vida en el tesoro de la comunión de los santos, día tras día. El Señor dispondrá de ella para bien de cada uno de sus hijos, y dispondrá un mayor beneficio también para nosotros. Podernos darle, sobre todo, lo que tenemos como más “nuestro”: la pobreza existencial, el pecado. Esto es lo que ha venido a buscar en la humanidad, para tomarlo sobre sí y transformarlo en sacrificio de amor.

Si somos capaces de poner en sus manos también nuestra miseria, sentiremos la alegría de vivir de él, por él, en él. 

Vídeo de la semana:

Lecturas del día:



martes, 6 de noviembre de 2012

EL DRAMA CONTINÚA EN LAS COSTAS ESPAÑOLAS




Se ha intensificado en la última semana la llegada de pateras a las costas españolas, un sueño por una vida mejor que, en más de 20 casos, se ha convertido en tragedia. Hechos que vienen a recordar que no debemos olvidar a nuestros hermanos del Sur, que sufren de tal modo que arriesgan su vida y la de sus hijos por un futuro.
Por muy mal que estemos nosotros, en crisis, ellos siempre están peor; aquí no hay guerra ni hay, en líneas generales, hambre. Es una de las tareas de la Iglesia dar voz a los últimos y reclamar para ellos dignidad. Así lo ha entendido la Diócesis de Cádiz, que acaba de reclamar a los gobernantes esfuerzos para reorientar el flujo migratorio por cauces de dignidad y que se fomente el desarrollo de los pueblos del Sur.

De  Vida Nueva

domingo, 4 de noviembre de 2012

AVISOS SEMANA 5 DE NOVIEMBRE


Lunes 5 de Noviembre
- Visita del grupo de Cáritas parroquial de Fátima y la Anunciación a la casa de Samuel (antigua casa del SIDA).
- Celebraremos San Martín de Porres, patrono Grupos de Limpieza de la unidad pastoral, en la Iglesia de la Anunciación del Señor a los 6:45 de la tarde.
- A las 7:30 de la tarde se reúne el Grupo de Formación de Adultos sobre la doctrina social de la Iglesia en el centro de la Anunciación del Señor.

Miércoles 7 de Noviembre
- A las 5 de la tarde reunión del Equipo de Pastoral de la Salud de la Unidad Pastoral en el centro de la Anunciación del Señor.
- A las 5, oración de silencio, con exposición del Santísimo, en la Iglesia de la Anunciación.

Jueves 8 de Noviembre
- A las 7 de la tarde exposición del Santísimo en San Mateo
- De 6 a 8 de la tarde Talleres de Guitarra en el centro de la Anunciación del Señor.

Viernes 9 de Noviembre
- A las 12 de la mañana nos vemos el Grupo de Alfabetización en el centro de la Anunciación del Señor.   


sábado, 3 de noviembre de 2012

LO IMPORTANTE


 Un escriba se acerca a Jesús. No viene a tenderle una trampa. Tampoco a discutir con él. Su vida está fundamentada en leyes y normas que le indican cómo comportarse en cada momento. Sin embargo, en su corazón se ha despertado una pregunta: “¿Qué mandamiento es el primero de todos?” ¿Qué es lo más importante para acertar en la vida?
Jesús entiende muy bien lo que siente aquel hombre. Cuando en la religión se van acumulando normas y preceptos, costumbres y ritos, es fácil vivir dispersos, sin saber exactamente qué es lo fundamental para orientar la vida de manera sana. Algo de esto ocurría en ciertos sectores del judaísmo.
Jesús no le cita los mandamientos de Moisés. Sencillamente, le recuerda la oración que esa misma mañana han pronunciado los dos al salir el sol, siguiendo la costumbre judía: “Escucha, Israel, el Señor nuestro Dios es el único Señor: amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón”.
El escriba está pensando en un Dios que tiene poder de mandar. Jesús le coloca ante un Dios cuya voz hemos de escuchar. Lo importante no es conocer preceptos y cumplirlos. Lo decisivo es detenernos a escuchar a ese Dios que nos habla sin pronunciar palabras humanas.
Cuando escuchamos al verdadero Dios, se despierta en nosotros una atracción hacia el amor. No es propiamente una orden. Es lo que brota en nosotros al abrirnos al Misterio último de la vida: “Amarás”. En esta experiencia, no hay intermediarios religiosos, no hay teólogos ni moralistas. No necesitamos que nadie nos lo diga desde fuera. Sabemos que lo importante es amar.
Este amor a Dios no es un sentimiento ni una emoción. Amar al que es la fuente y el origen de la vida es vivir amando la vida, la creación, las cosas y, sobre todo, a las personas. Jesús habla de amar “con todo el corazón, con toda el alma, con todo el ser”. Sin mediocridad ni cálculos interesados. De manera generosa y confiada.
Jesús añade, todavía, algo que el escriba no ha preguntado. Este amor a Dios es inseparable del amor al prójimo. Sólo se puede amar a Dios amando al hermano. De lo contrario, el amor a Dios es mentira. ¿Cómo vamos a amar al Padre sin amar a sus hijos e hijas?
No siempre cuidamos los cristianos esta síntesis de Jesús. Con frecuencia, tendemos a confundir el amor a Dios con las prácticas religiosas y el fervor, ignorando el amor práctico y solidario a quienes viven excluidos por la sociedad y olvidados por la religión. Pero, ¿qué hay de verdad en nuestro amor a Dios si vivimos de espaldas a los que sufren? 

De  Eclesalia.net