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viernes, 29 de mayo de 2015

LA SANTÍSIMA TRINIDAD

«En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo»


Trinidad de Rublev


Si la escuela de la catequesis estuviera orientada bíblica y teológicamente, el misterio de la Trinidad, con todas sus explicaciones y aplicaciones adaptadas a la vida, debería ocupar un puesto fundamental. Por consiguiente, sería menester enseñar que la Trinidad, mediante la fe-esperanza-caridad, arraiga propiamente en la memoria-intelecto-voluntad, porque la fe infusa es «verdaderamente» una participación en el conocimiento que Dios-Padre tiene de sí mismo (= el Hijo), y la caridad infusa es «verdaderamente» una participación en el amor del Padre y del Hijo (= el Espíritu Santo). Por eso debe explicarse que el bautizado, con la fe, conoce a Dios «como» Dios se conoce a sí mismo y, con la caridad, ama a Dios «como» Dios se ama a sí mismo: y ese conocimiento-amor reproducen y son propiamente semejantes a los de la Trinidad. Son humano-divinos: humanos, porque son expresados por nuestra persona, pero también divinos, porque son más y mejor obra del Espíritu Santo, que pone en acción las tres virtudes teologales.
De suerte que se debe decir que el bautizado está estructurado «trinitariamente», hasta el punto de que es imposible expresar con palabras la intimidad que la fe-esperanza-caridad crean en nosotros con el Padre- Hijo-Espíritu Santo. Alguien que entiende de esto ha dicho que la Trinidad es más presente a nosotros que nuestro yo a nosotros mismos.




A mí, que he sido bautizado en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, que tantas veces al día me hago la señal de la cruz, cómo me gustaría nombrar con la devoción y con el afecto del corazón a estas santas Personas y no hacer como los jugadores cuando entran en el campo.
La señal de la cruz es un sacramental que, por así decirlo, debe consagrar todo lo que hacemos, todo lo que pensamos, todo lo que decimos al Padre-Hijo-Espíritu Santo. Jesús me asegura: «Si alguien me ama, también mi Padre le amará, y vendremos a él y estableceremos nuestra morada en él». Cómo quisiera tratar con más respeto-garbo-delicadeza a estos huéspedes míos, con todas las atenciones que reservamos a los huéspedes de consideración. Pablo me recuerda: «Si alguien falta el respeto al templo de Dios, que sois vosotros, Dios le apartará», y me exhorta de este modo: «Honrad y tratad con elegancia al Dios que lleváis en vuestro cuerpo». Cómo quisiera comprender que una cosa es vestir, adornar, alimentar el cuerpo con mentalidad «mundana», y otra cosa completamente distinta es hacerlo con mentalidad «de fe»: ésta me hace superar el envoltorio donde el templo del Espíritu está siempre radiante, ya sea bello o feo, esté sano o enfermo, sea viejo o joven, rico o pobre.


Oh Dios mío, Trinidad a quien adoro, ayúdame a olvidarme de mí por completo para establecerme en ti, inmóvil y apacible como si ya mi alma estuviera en la eternidad; que nada pueda turbar mi paz ni hacerme salir de ti, oh mi inmutable, sino que cada minuto me lleve más lejos en la profundidad de tu misterio. Pacifica mi alma, haz en ella tu cielo, tu morada amada y el lugar de tu reposo; que yo no te deje en ella nunca a solas; que yo esté allí enteramente, completamente despierta en mi fe, toda adoración, completamente entregada a tu acción creadora.
Oh mi Cristo amado, crucificado por amor, yo quisiera ser una esposa para tu corazón; quisiera cubrirte de gloria, quisiera amarte... hasta morir. Pero siento mí impotencia y te pido que me revistas de ti mismo, que identifiques mi alma con todos los movimientos de tu alma, que me sumerjas, que me invadas, que me sustituyas, a fin de que mi vida no sea más que una irradiación de tu vida. Ven a mí como Adorador, como Reparador y como Salvador.
Oh Verbo eterno, Palabra de mi Dios, quiero pasar mi vida escuchándote, quiero convertirme totalmente en deseo de saber para aprender todo de ti; y después, a través de todas las noches, de todos los vacíos, de todas las impotencias, quiero fijarte siempre y permanecer bajo tu gran luz; oh mi Astro amado, fascíname para que ya no pueda salir de tu resplandor.
Oh Fuego que consume, Espíritu de amor, ven a mí a fin de que se produzca en mi alma como una encarnación del Verbo; que yo le sea una humanidad añadida en la que él renueve todo su misterio. Y tú, Padre, inclínate sobre tu pobre y pequeña criatura, cúbrela con tu sombra, no veas en ella más que al Bienamado en el que has puesto todas tus complacencias.
Oh mis «Tres», mi Todo, mi Beatitud, Soledad infinita, Inmensidad en que me pierdo, yo me entrego a ti como una presa, entiérrate en mí para que yo me entierre en ti, esperando ir a contemplar en tu luz el abismo de tu grandeza 
(Isabel de la Trinidad, «Oración a la Santísima Trinidad», en A. Hamman, Compendio de la oración cristiana, Edicep, Valencia 1990, p. 204).


Lecturas del día:


Vídeo:




miércoles, 27 de mayo de 2015

FIESTA DE LAS SEMANAS

Monte Sinaí

Estos días, nuestros hermanos mayores en la fe, el pueblo judío, ha celebrado el Shavuot, fiesta de las semanas,  la segunda de las tres fiestas de peregrinaje del Judaísmo, junto con la pascua y la fiesta de los tabernáculos (Sucot). La festividad acaece el 6 de Siván del calendario hebreo, exactamente 7 semanas después del segundo día de Pésaj (16 de Abib o Nisán), la pascua judía. El nombre de la festividad tiene su origen en este hecho (Shavuot - שבועות - plural de Shavúa - שבוע, semana).
La festividad conmemora la entrega de la Torá por parte de Dios a Moisés, en el Sinaí.
Esta fiesta corresponde a nuestro Pentecostés, cuando el Espíritu Santo se derramó sobre los apóstoles por vez primera.
La festividad también tiene un significado agrícola: corresponde a la época del año en la que —en Israel en particular y en el hemisferio norte en general— se recogen los primeros frutos. Es por esto que la festividad también es llamada la Fiesta de las Primicias. Antiguamente, la ofrenda que se llevaba al Templo de Jerusalén consistía justamente de las primicias.
Desde aquí deseamos al pueblo hebreo una feliz fiesta de Shavuot.

Jag Shavuot Saméaj!


PRIMERAS COMUNIONES EN LA UP (2)






domingo, 24 de mayo de 2015

AVISOS SEMANA 25 DE MAYO

Martes 26
-  A las 6, Oración de Silencio en la Anunciación, con exposición del Santísimo.

Miércoles 27
-  Reunión Equipo Pastoral de la Salud en el centro de la Anunciación a las 5.

Jueves 28
-  Clases de guitarra de la UP a partir de las 5 en el centro de la Anunciación.
-  Exposición del Santísimo a las 8 en San Mateo.

Viernes 29
-  A las 5, taller de punto de la UP en el centro de la Anunciación.

Se recuerda la inscripción para la salida fin de curso a Almenara de Tormes, desde el 18 de mayo al 5 de junio, en el despacho de San Mateo.




PRIMERAS COMUNIONES EN LA UNIDAD PASTORAL

                       

BAUTIZO DE SAMUEL

Hoy, festividad de Pentecostés, hemos recibido en nuestra comunidad cristiana a Samuel, que ha recibido el sacramento del Bautismo.
Desde aquí felicitamos a padres, padrinos y familiares, deseando que con la ayuda del Señor y el apoyo de su familia, crezca en estatura y gracia.





viernes, 22 de mayo de 2015

SOLEMNIDAD DE PENTECOSTÉS

«Ven, Espíritu Santo, llena los corazones de tus fieles y enciende en ellos la llama de tu amor» (de la liturgia)

Icono siglo XIII

El domingo de Pentecostés recoge toda la alegría pascual como un haz de luz resplandeciente y la difunde con una impetuosidad incontenible no sólo en los corazones, sino en toda la tierra. El Resucitado se ha convertido en el Señor del universo: todas las cosas tocadas por él quedan como investidas por el fuego, envueltas en su luz, se vuelven incandescentes y transparentes ante la mirada de la fe. Ahora bien, ¿es posible decir que «Jesús es el Señor» sólo con la palabra?
Que Jesús es el Señor sólo puede ser dicho de verdad con la vida, demostrando de manera concreta que él ocupa todos los espacios de nuestra existencia. En él, todas las diferencias se convierten en una expresión de la belleza divina, todas las diferencias forman la armonía de la unidad en el amor. Hemos sido reunidos conjuntamente «para formar un solo cuerpo» y, al mismo tiempo, tenemos dones diferentes, diferentes carismas, cada uno tiene su propio rostro de santidad. El amor, antes que reducirlo, incrementa todo lo que hay de bueno en nosotros y nos hace a los unos don para los otros. Sin embargo, no podemos vivir en el Espíritu si no tenemos paz en el corazón y si no nos convertimos en instrumentos de paz entre nuestros hermanos, testigos de la esperanza, custodios de la verdadera alegría.





Ven, Espíritu divino,
manda tu luz desde el cielo.
Padre amoroso del pobre;
don en tus dones espléndido;
luz que penetras las almas;
fuente del mayor consuelo.
Ven, dulce huésped del alma,
descanso de nuestro esfuerzo,
tregua en el duro trabajo,
brisa en las horas de fuego,
gozo que enjuga las lágrimas
y reconforta en los duelos.
Ven, Espíritu enviado por el Padre,
en nombre de Jesús, el Hijo amado:
haz una y santa a la Iglesia
para las nupcias eternas del Cielo.



Muéstrate solícito en unirte al Espíritu Santo. Él viene apenas se le invoca, y sólo hemos de invocarlo, porque ya está presente. Cuando se le invoca, viene con la abundancia de las bendiciones de Dios. Él es el río impetuoso que da alegría a la ciudad de Dios (cf. Sal 45,5) y, cuando viene, si te encuentra humilde y tranquilo, aunque estés tembloroso ante la Palabra de Dios, reposará sobre ti y te revelará lo que esconde el Padre a los sabios y a los prudentes de este mundo. Empezarán a resplandecer para ti aquellas cosas que la Sabiduría pudo revelar en la tierra a los discípulos, pero que ellos no pudieron soportar hasta la venida del Espíritu de la verdad, que les habría de enseñar la verdad completa.
Es vano esperar recibir y aprender de boca de cualquier hombre lo que sólo es posible recibir y aprender de la lengua de la verdad. En efecto, como dice la verdad misma, «Dios es Espíritu» (Jn 4,24). Dado que es preciso que sus adoradores lo adoren en Espíritu y en verdad, los que desean conocerlo y experimentarlo deben buscar sólo en el Espíritu la inteligencia de la fe y el sentido puro y simple de esa verdad.

El Espíritu es -para los pobres de espíritu- la luz iluminadora, la caridad que atrae, la mansedumbre más benéfica, el acceso del hombre a Dios, el amor amante, la devoción, la piedad en medio de las tinieblas y de la ignorancia de esta vida (Guillermo de Saint-Thierry, Speculum fidei, 46).


Lecturas de la solemnidad:

Vídeo:






jueves, 21 de mayo de 2015

ANADARIEGOS CON TERESA DE JESÚS


El pasado domingo 10 de mayo, la Unidad Pastoral marchó a Alba tras los
 pasos de la santa.
Estas son algunas de las fotos de la jornada, cedidas
 por Mariky Ordiales.














miércoles, 20 de mayo de 2015

CAMPAÑA ELECTORAL

El Roto



FIESTA FINAL DE CURSO

El viernes 12 de junio, festividad de San Juan de Sahagún, celebraremos la fiesta de final de curso de la Unidad Pastoral en las Misioneras de la Providencia de Almenara de Tormes.
Inscripción desde el 18 de mayo al 5 de junio en el despacho de San Mateo de 6 a 7:30 de la tarde.

Comeremos paella como el año pasado (contamos con los que la hicieron entonces y con más voluntarios), y celebraremos la Eucaristía.
La UP aporta la bebida, pan, vasos, cubiertos y servilletas...

Todos aportaremos 2 €. El billete del autobús 5 €.
Los que vayan en coches particulares y tengan plazas libres que lo comuniquen a la hora de apuntarse.


PENTECOSTÉS

martes, 19 de mayo de 2015

SILENCIO CONTEMPLATIVO



XAVIER MELLONI SJ
  
Nos hablará de la contemplación y acompañará nuestro Silencio Contemplativo

El martes, 26 de mayo, de 21:30 a 22:30 h
  
Iglesia de las Esclavas. Azafranal, 8

Xavier es antropólogo, teólogo y fenomenólogo de la religión. Jesuita experto en los Ejercicios Espirituales y tiene un amplio conocimiento de los textos de diversas religiones. Miembro de “Cristianisme i Justícia” y profesor de la Facultad de Teología de Catalunya.
Místico experimentado en el Silencio Contemplativo según el método de Franz Jalics sj.

SE RUEGA PUNTUALIDAD


lunes, 18 de mayo de 2015

ASAMBLEA DIOCESANA



Dentro de las actividades que tienen lugar con motivo de la Asamblea Diocesana, el próximo sábado 23 de Mayo, se va a celebrar un Encuentro de Laicos que tendrá lugar a las 10:15 h. en el Auditorio Calatrava.
El Encuentro se desarrollará en diferentes espacios de la Casa de la Iglesia y participan en su preparación las comisiones de la Asamblea Diocesana y las coordinadoras diocesanas de Movimientos y Asociaciones y de Cofradías y Hermandades.
Los interesados en participar en la comida deberán reservar antes del 20 de mayo en conserjería de Casa de la Iglesia, nº de tfno. 923 12 89 00 o
casadelaiglesia@diocesisdesalamanca.com.
El precio de la comida es 8 euros.
Se recogerá el ticket al comienzo del Encuentro o días antes.

Se ofrece servicio de guardería, en los tramos horarios de: 10,30 a 14,30 y de 16,30 a 18,30, para aquellas familias que lo precisen. Las personas que necesiten este servicio deberán comunicarlo al teléfono o correo electrónico mencionado anteriormente.


VIGILIA DE PENTECOSTÉS



El Obispo de Salamanca, Mons. Carlos López, presidirá el sábado 23 de mayo, a las 21.30 horas en la Catedral Vieja, la Vigilia de Pentecostés y el envío misionero del sacerdote Leo Ramos que partirá próximamente a Zimbabwe donde desarrollará su actividad apostólica, y de los 9 integrantes del Grupo Juvenil Misionero IXCIS que participarán el próximo mes de julio en un proyecto misionero en Piura (Perú). Un proyecto que vienen trabajando desde el curso pasado. Al día siguiente, la Eucaristía Solemne de Pentecostés, también presidida por el Sr. Obispo, se celebra en la Catedral Vieja, a las 12:00 del mediodía.


AVISOS SEMANA 18 DE MAYO

Lunes 18
-  A las 5 se reúne el Grupo de Mayores en el centro de la Anunciación.

Martes 19
-  Reunión del equipo de Cáritas de la UP en el centro de San Mateo.
-  A las 6, Oración de Silencio, con exposición del Santísimo, en la Anunciación.

Jueves 21
-  Clases de Guitarra de la UP a partir de las 5 en los locales de la Anunciación.

Viernes 22
-  A las 5, Taller de Punto en los locales de la Anunciación.

Sábado 23
-  A las 12 en la Iglesia de San Mateo empiezan a tomar la primera comunión los niños de la Unidad Pastoral. Recemos por ellos.



viernes, 15 de mayo de 2015

ASCENSIÓN DEL SEÑOR

«Suscita en nosotros el deseo de la patria eterna»


Ascensión del Señor. Escuela de Moscú. S. XVI


Los verbos de la fiesta de la ascensión tienen todos, de una manera implícita o explícita, el sentido de elevación y nos invitan de este modo a mirar a lo alto, a elevar el corazón, a dirigir los ojos al cielo, a trasladar nuestro corazón al lugar donde se encuentra Cristo a la derecha del Padre. Así, la solemnidad de la ascensión nos revela nuestra pertenencia, ya desde ahora, a la Jerusalén celestial, nuestro habitar en el cielo, «todavía no» con el cuerpo, pero sí «ya» con el espíritu y el corazón.
Cristo, al ascender al cielo, se llevó consigo el trofeo de su victoria sobre la muerte: su humanidad glorificada, la naturaleza que tiene en común con nosotros, con sus hermanos de carne y de sangre. Nos ha hecho prisioneros, dice Pablo. ¿Cómo lo ha hecho? Ha hecho prisionero nuestro corazón ligando a Él nuestro deseo, nuestro amor; en efecto, el corazón se encuentra allí donde se encuentra el objeto que ama. «Si me amarais -afirma incesantemente Jesús-, os alegrarías de que suba al Padre».
En la medida en que nos humillemos y muramos con él, ascenderemos con él al Padre, seremos liberados de la esclavitud y llegaremos a ser hombres cada vez más libres. La espera del Cristo glorioso puede resultar difícil si sólo tenemos en cuenta los acontecimientos dolorosos de la vida humana, de la historia; sin embargo, es preciso cultivar, como lo hacían las primeras generaciones cristianas, el sentido de la inminencia. Nuestros ojos deben saber mirar al cielo sin alejarse de la tierra; más aún, recogiendo a los hermanos de sus dispersiones, para hacer converger también sus miradas hacia lo alto. Nuestra manera de trabajar y de cansarnos debería permitirnos también reposar ya con Cristo en el cielo.
Nuestro modo de vivir, de sufrir, de morir, debería manifestar con claridad que el misterio de la redención se va cumpliendo en nosotros.




Nosotros, viajeros por los senderos del mundo, suspiramos por revestirnos con esa túnica de luz sin ocaso que tú mismo, Señor, nos has preparado en tu amor. Haz que no se pierda nada de todo lo que, por gracia, has derramado como don en nuestras pobres manos.
Que la fuerza de tu Espíritu plasme en nosotros el hombre nuevo revestido de mansedumbre y de humildad. Te rogamos que no permitas que nos mostremos sordos a tus palabras de vida, porque si no te seguimos a ti y no nos confiamos al poder de tu nombre, nadie más podrá salvarnos. Que tu Espíritu triture todos los ídolos que todavía detienen y obstaculizan nuestro camino.
Que nada ni nadie pueda aprisionar nuestro corazón en esta tierra. Haz que, dirigiendo la mirada a ti y a tu Reino, consigamos ojos para ver por doquier los prodigios de tu amor.




¡Felices vosotros, que tenéis por abogado al mismo juez! Por vosotros ora aquel al que debemos adorar. Es natural que todo aquello por lo que ora Cristo se realice, porque su palabra es acto, y su voluntad, eficaz. ¡Qué gran seguridad para los fieles! ¡Cuánta confianza para los creyentes! [...]
¿Acaso no es fácil llevar el suave yugo de Cristo y sublime ser coronados en su Reino? ¿Qué puede ser más fácil que llevar las alas que llevan a aquel que las lleva? ¿Qué puede ser más sublime que volar por encima de los cielos donde ha ascendido Cristo? Algunos vuelan contemplando; tú, al menos, amando. Repróchate haber buscado en alguna ocasión lo que no es de arriba, sino de la tierra, y di al Señor con el profeta: «¿A quién tengo yo en el cielo? Estando contigo no hallo gusto en la tierra» (Sal 73,25). Con lo grande que es lo que me está reservado en el cielo y, sin embargo, lo desprecio [...]
Cristo, tu tesoro, ha ascendido al cielo: que también ascienda tu corazón. En él está tu origen, allí está tu suerte y tu herencia, de allí esperas al Salvador (Guerrico de Igny, Sermón sobre la ascensión del Señor, ls; enPL 185, 153-155).


Lecturas del día:



domingo, 3 de mayo de 2015

AVISOS SEMANA 4 DE MAYO

Lunes 4
-  A las 5 se reúne el Grupo de Mayores en el centro de la Anunciación.

Martes 5
-  Reunión del equipo de Cáritas de la UP a las 4:30 en la parroquia de Fátima.
-  A las 6 Oración de Silencio con exposición del Santísimo. A continuación, 6:45, rezo del Rosario.

Miércoles 6
-  El Grupo de Habilidades Sociales se reúne a las 4:30 en el centro de San Mateo.
-  Reunión de equipos de Pastoral de la Salud de la UP en el centro de la Anunciación.

Jueves 7
-  De 5 a 8 clases de guitarra de la UP en el centro de la Anunciación.

Viernes 8
-  Taller de punto a las 5 en los locales de la Anunciación.
-  Celebración de la Pascua del enfermo, con el sacramento de la unción en el marco de la Eucaristía, a las 6 de la tarde en la iglesia de la Anunciación.

Se comunica que todas las personas apuntadas en la actividad "Andariegos con Teresa de Jesús" se pasen por el despacho de San Mateo para abonar la participación y confirmar su presencia antes del martes 5.


viernes, 1 de mayo de 2015

QUINTO DOMINGO DE PASCUA

«Permaneced en mi amor»  (Jn 15,9)

Yo soy la vid: icono ortodoxo del siglo XVI. Museo bizantino de Atenas.


También la vid, cuando ha sido cavado el terreno que la rodea, es atada y mantenida derecha para que no se incline hacia la tierra. Algunos sarmientos son cortados, a otros se les hace ramifican se cortan los que ostentan una inútil exuberancia, se hacen ramificar los que el experto agricultor considera productivos. ¿Para qué voy a describir la ordenada disposición de los palos de apoyo y la belleza de los emparrados, que nos enseñan con verdad y claridad cómo se debe conservar en la Iglesia la igualdad, de modo que ninguno, por ser rico y notable, se sienta superior, ni nadie, por ser pobre y de oscuro nacimiento, se abata o se desespere? En la Iglesia existe para todo el mundo una única e igual libertad, y con todos se ha de usar una misma justicia e idéntica cortesía.
Para no vernos doblegados por las borrascas del siglo y arrollados por la tempestad, que cada uno de nosotros se estreche con todos los que tiene cerca como en un abrazo de caridad, como hace la vid con sus zarcillos y sus volutas, y unido a ellos se sienta tranquilo. Es la caridad lo que nos une a lo que está por encima de nosotros y nos introduce en el cielo. « 0 que permanece en el amor permanece en Dios» (1 Jn 4,16). Por eso dice también el Señor: «Permaneced unidos a mí, como yo lo estoy a vosotros. Ningún sarmiento puede producir fruto por sí mismo sin estar unido a la vid, y lo mismo os ocurrirá a vosotros si no estáis unidos a mí. Yo soy la vid, vosotros los sarmientos» (Jn 15,4s) (Ambrosio,Exaemeron III, 5,12, passirn).




Oh Padre, celeste viñador que has plantado en nuestra tierra tu vid preferida -el santo retoño de la estirpe de David- y llevas a cabo tu trabajo en todas las estaciones. Haz que aceptemos las podas de primavera, aunque, como tiernos sarmientos, gimamos con lágrimas bajo los golpes decididos de tus tijeras. Ven también a podarnos en la cumbre de la estación estival, para que los zarcillos superfluos no sustraigan linfa vital a los racimos que deben madurar.
Que el fruto de nuestra vida sea el amor, ese «amor más grande» que, desde tu corazón, y a través del corazón de Cristo, se derrama sobre nosotros en un flujo inagotable. Y que todos los hombres, hermanos nuestros en tu nombre, queden colmados de él, con espíritu de mansedumbre, de alegría y de paz.


El capítulo 15 de Juan nos aproximará a Cristo. El Padre, por ser el viñador, debe podar el sarmiento para que dé más fruto, y el fruto que debemos producir en el mundo es bellísimo: el amor del Padre y la alegría. Cada uno de nosotros es un sarmiento.
La última vez que fui a Roma, quise dar algunas pequeñas enseñanzas a mis novicias y pensé que este capítulo era el modo más bello de comprender lo que somos nosotros para Jesús y lo que es Jesús para nosotros. Pero no me había dado cuenta de algo de lo que sí se dieron cuenta las jóvenes hermanas cuando consideraron lo robusto que es el punto de conexión de los sarmientos con la vid: es como si la vid tuviera miedo de que algo o alguien les arrancara el sarmiento. Otra cosa sobre la que las hermanas llamaron mi atención fue que, si se mira la vid, no se ven frutos. Todos los frutos están en los sarmientos. Entonces me dijeron que la humildad de Jesús es tan grande que tiene necesidad de sarmientos para producir frutos. Ese es el motivo por el que ha prestado tanta atención al punto de conexión: para poder producir esos frutos ha hecho la conexión de tal modo que haga falta fuerza para romperla. El Padre, el viñador, poda los sarmientos para producir más fruto, y el sarmiento silencioso, lleno de amor, se deja podar sin condiciones.
Nosotros sabemos lo que es la poda, puesto que en nuestra vida debe estar la cruz, y cuanto más cerca estemos de él y tanto más nos toque la cruz, más íntima y delicada será la poda. Cada uno de nosotros es un colaborador de Cristo, el sarmiento de esa vid, pero ¿qué significa para vosotras y para mí ser una colaboradora de Cristo? Significa morar en su amor, tener su alegría, difundir su compasión, dar testimonio de su presencia en el mundo (Madre Teresa de Calcuta, Missione d'amore, Milán 1985, pp. 79s).


Lecturas del día:

Vídeo:




PRIMERO DE MAYO




El Roto, expresando como pocos el desconcierto del hombre de hoy.