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sábado, 29 de junio de 2013

PARA VIVIRLO

Siguen abriéndose entre mis manos paginas de este libro, y cómo no, hay párrafos que tocan las fibras del corazón y me pregunto cómo estamos tan lejos de vivir lo que el Evangelio siempre nos indica y nos propone desde la libertad y desde el seguimiento a Jesús, ¿estamos dispuestos a ser locos e ir contra corriente, amando este mundo con El lo ama?
Escucharle y dejarse seducir como le pasó a Charles de Foucauld, debería ser el movimiento que el Espíritu  encontrara en nosotros,  para hacernos dóciles a sus deseos.
En este día, donde Jesús pregunta, nos pregunta ¿me amas? encuentre, aun con nuestras pobrezas y debilidades "Tú lo sabes todo, tú sabes que te quiero". Esta es mi oración por ti y por mi. 
                                                                                               (Enviado por Miguel Ruano)

El éxito deforma nuestra visión de la realidad y, desde luego, la apreciación de nosotros mismos. A lo largo de mi vida he visto a menudo a las gentes de mundo caminando en una dirección y a mí en la contraria. Porque mientras el mundo busca la fama, yo llevo treinta años buscando anonimato; ellos buscan riqueza y poder, yo, en cambio, pobreza y debilidad; todos quieren ser grandes, por mi parte elijo la pequeñez; no hay quien no desee triunfar, yo perder. Prefiero los últimos puestos a los primeros, la vida oculta a la pública y la humillación al encumbramiento. Por todo ello veo a menudo a las gentes del mundo caminando en una dirección y a mí en la contraria. Pero no soy el único; hay otros conmigo, solitarios todos, todos locos. Y el primero de la fila es el propio Jesucristo, el más loco de todos.

                                                                                                    Charles de Foucauld


SAN PEDRO Y SAN PABLO

"El Señor me asistió y me confortó"  (2Tim 4,17)




La Iglesia celebra a través de estos dos apóstoles su fundamento apostólico, mediante el cual se apoya directamente en la piedra angular que es Cristo (cf. Ef 2,19ss).
Pedro y Pablo son los «fundadores» de nuestra fe; a partir de ellos se entabla el diálogo entre institución y carisma, a fin de hacer progresar el camino de la vida cristiana.
El pescador de Galilea empezó su extraordinaria aventura siguiendo al Maestro de Nazaret, primero, en Judea y, a continuación, tras su muerte, hasta Roma. Y aquí se quedó no sólo con su tumba, sino con su mandato, es decir, en aquellos que han subido a la «cátedra de Pedro». Pedro continúa siendo, en los obispos de Roma, la «roca» y el centro de unidad sobre el que Cristo edifica su Iglesia.
Pablo de Tarso, el apóstol de los gentiles, se convirtió de perseguidor de Cristo en celoso misionero de su Evangelio. Cogido por el amor al Señor, Cristo llegó a ser para él su mayor pasión (2 Cor 5,14), hasta el punto de decir: «Ya no vivo yo, sino que es Cristo quien vive en mí» (Gal 2,20). Su martirio revelará la sustancia de su fe.
La evangelización de estas dos columnas de la Iglesia no se apoya en un mensaje intelectual, sino en una praxis profunda, sufrida y atestiguada con la palabra de Jesús.



Lecturas del día:
http://oracionyvida.com/liturgia/lecturas-del-dia/3131-lectura-sabado-29-de-junio-2013


jueves, 27 de junio de 2013

13 DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO

"Haceos esclavos unos de otros por amor"  (Gal 5,13)


Sólo la caridad puede dilatar mi corazón.
Jesús, desde que esta suave llama me consume,
corro con alegría por el camino del mandamiento nuevo.
Quiero correr por él hasta el día feliz
en el que podré seguirte por los espacios infinitos
cantando tu cántico nuevo,
el del amor.

                                        (Teresa de Lisieux, Manuscrito C).


Lo que nos hace avanzar por el camino es el amor de Dios y al prójimo. Quien ama corre, y la carrera es tanto más solícita cuanto más solícito es el amor. A un amor débil le corresponde un caminar lento, y si además le falta el amor, cuando alguien se detiene por el camino y añora la vida mundana es como si volviera la mirada atrás, sin mirar ya a la patria. No ayuda el que uno se ponga en camino y después, en vez de caminar, se vuelva atrás. Si alguien se ha puesto en camino -es decir, se ha hecho cristiano católico realmente- y mira hacia atrás dirigiendo todavía su amor al mundo, no hace más que volver al lugar de donde había partido.
                                  (Agustín de Hipona, Sermón 346/B, 2).


Lecturas del día:
http://www.servicioskoinonia.org/biblico/calendario/texto.php?codigo=20130630&cicloactivo=2013&cepif=0&cascen=0&ccorpus=0

Vídeo:
http://www.youtube.com/watch?v=TpviIrnNJWw


miércoles, 26 de junio de 2013

FRANCISCO: "TODOS SOMOS IGUALES A LOS OJOS DE DIOS. YO SOY COMO UNO DE VOSOTROS"

Francisco ha asegurado que "nadie es 'inútil' o 'secundario' en la Iglesia", durante la última audiencia general que ha celebrado en la Plaza de San Pedro antes de la pausa estival y que no se retomarán hasta el miércoles 7 de agosto en el Vaticano.

"Todos somos iguales a los ojos de Dios --ha subrayado--. Si todos somos iguales, somos hermanos. Ninguno es anónimo porque todos formamos y construimos la Iglesia".

"Si alguno os dice, vete a casa eres inútil, no es verdad. Somos todos iguales ante los ojos del Señor", dijo el papa a las decenas de miles de fieles que como viene siendo habitual abarrotan los miércoles la Plaza de San Pedro.

El papa argentino agregó entonces: "Y oiga papa, pero ¿es usted igual que nosotros?. Si, yo soy como uno de vosotros. Somos  hermanos, ninguno es anónimo".

En esta línea, el Pontífice ha rememorado la imagen del 'templo', que ilustra el misterio de la Iglesia, y ha destacados que todos son necesarios para construir este templo.

Asimismo, el Papa ha destacado que "nadie está aislado" porque todos forman parte "del pueblo de Dios, que es la Iglesia" y ésta está animada "por la fuerza del Espíritu Santo" que ha donado "la variedad" que es "la riqueza de la Iglesia".

Por otro lado, Francisco ha remarcado que un cristiano está llamado a ser "piedra viva" que construye el templo de la Iglesia y ha subrayado que el cristiano no puede ser piedra cansada, aburrida o indiferente, sino que "debe ser vivo, alegre, debe vivir la belleza de ser pueblo de Dios" y ha añadido que "Cristo es la piedra angular, el pilar".

                                                                                     (Enviado por Miguel Ruano)

martes, 25 de junio de 2013

DISPONIBILIDAD


            Predicadores, políticos, publicistas somos amantes de las grandes y hermosas palabras. Así, fácilmente nos convertimos en demagogos. Conceptos abstractos como justicia, libertad, igualdad y un largo etcétera podemos utilizarlos todos, muchas veces como arma arrojadiza frente al adversario, sin ser para nada libres, justos ni solidarios.

            Hay otras palabras más humildes, menos utilizadas, y que denotan más la calidad de las personas. Mejor si, en lugar de utilizarse en abstracto, se aponen como adjetivo a nombres concretos. Por ejemplo, si hablamos de disponibilidad, podemos decir que tal persona está disponible, que siempre está dispuesto a echar una mano.  Para mí que la libertad de las personas se mide, ni más ni menos, por lo dispuestas que están en cada momento a realizar lo que conviene, lo que es útil, lo que ayuda al prójimo.

            Acudid a Misa el próximo domingo y veréis a personas disponibles. Un campesino que está dispuesto a dejar de arar su campo para seguir al profeta y, a su vez, convertirse en el gran profeta Eliseo. Tiene que sacrificar sus bueyes y con los aperos hacer fuego para asarlos e invitar a sus colegas. Jesús exige a quienes quieren ser discípulos suyos estar disponibles para la itinerancia, sin casas ni bienes propios. Y también estar dispuestos para mirar hacia adelante sin lastre ni añoranzas del pasado.

            ¡Qué difícil es estar en cada momento disponibles para el bien! El bien que, como apunta San Pablo, es ni más ni menos que hacerse esclavos unos de otros. No por imperativos de nadie, no por leyes opresoras, ni por falta de oportunidades en la vida que nos hacen dependientes unos de otros. Hacerse esclavos por amor.   Tremendo y radical programa de vida que muy pocos son capaces de asumir y seguir.

            Vale esto de hacerse disponibles y esclavos de los demás para todas las personas cuyo estado y oficio nos exigen responsabilidades. Esposos, padres de familia, sacerdotes, políticos... ¿estamos disponibles para servir a quienes nos debemos? El sí de los esposos ante el altar o ante el juez, el juramento o la promesa de los que nos gobiernan, el sí del sacerdote ante el obispo que lo consagra al ministerio... ¿no es sino una promesa de disponibilidad para lo que la vida nos depare?

            Pues ¡qué lejos estamos de todo esto en nuestra sociedad! Puede hacerse demagogia hasta el infinito para camuflar nuestra irresponsabilidad, cuando no la propia corrupción. En esto son maestros los partidos en la oposición, sean del signo que sean. La cosa es de una actualidad lacerante con el asunto de la dichosa reforma de la Administración Pública. Se ha elaborado un proyecto de mínimos, que se queda muy corto para lo que habría que hacer, y ya están las protestas en boca de los demagogos de turno. No están nuestros políticos disponibles para el sacrificio. Mañana, sin embargo, se les llenará la boca de las ampulosas palabras como libertad, justicia e igualdad. Y hablarán en abstracto de los parados sin subsidio de desempleo... Es sólo un ejemplo. Busquemos cada uno dentro cuál es nuestra disponibilidad.


                                                                                      JOSÉ MARÍA YAGÜE

CLASES DE GUITARRA DE LA UNIDAD PASTORAL

El próximo jueves 27 tendrá lugar la última clase de guitarra del curso 2012-2013 de la UP.
Ha sido el primer año de esta actividad, que se ha desarrollado con numerosos alumnos y ha supuesto el inicio de algo que esperamos sea motivo de aprender y relacionarnos, así como de hacer comunión en la UP.
Desde aquí damos las gracias a Pedro por el interés y dedicación a sus alumnos, y a Angel por su ayuda.


 

 





 




lunes, 24 de junio de 2013

BAUTIZO DE DAVID RAUL Y PRIMERA COMUNIÓN DE VEGA

En la Eucaristía de ayer domingo en la Anunciación, se celebró el bautizo de David Raúl y la primera comunión de Vega.
A ellos y a sus familias muchas felicidades y deseamos que el camino que inician tenga continuidad en nuestra comunidad parroquial.





domingo, 23 de junio de 2013

SAN JUAN BAUTISTA

"Serás llamado profeta del Altísimo, porque irás delante del Señor a preparar sus caminos"  (Lc 1,76)



Oh Dios de nuestros padres, tú nos llamas a ser “voz”: concédenos reconocer tu Palabra, reconocer la única Palabra de vida eterna, para que anunciemos esta sola Verdad a los hermanos.
Oh Dios de nuestros padres, tú nos llamas a ser “el amigo del Esposo”: hazme solícito a preparar los corazones de los hombres, para que estén bien dispuestos a acogerlo.
Oh Dios de nuestros padres, tú nos llamas a señalar el Cordero de Dios a los hombres: haz que nunca me ponga sobre él, sino que él crezca y yo mengüe.


Lecturas del día:
http://www.servicioskoinonia.org/biblico/calendario/texto.php?codigo=20130624&cicloactivo=2013&cepif=0&cascen=0&ccorpus=0


AVISOS SEMANA 24 DE JUNIO

Lunes 24 
- San Juan Bautista
- A las 7:30, reunión de la subcomisión de la UP del foro Effeta en los locales de la Anunciación.

Miércoles 26
- A las 5, oración de silencio con exposición del Santísimo en la Anunciación.

Jueves 27
- Clase de guitarra de la UP a las 6 de la tarde en los locales de la Anunciación.
- Exposición del Santísimo en la Anunciación a las 6:15

Viernes 28
- Eucaristía de la Hermandad Ferroviaria a las 6:15.

A partir de julio no habrá exposición del Santísimo antes de las misas de San Mateo y la Anunciación hasta después del verano. Se mantiene en la oración de silencio todos los miércoles.
Tampoco habrá Eucaristía de la Hermandad Ferroviaria hasta el día de la fiesta de septiembre.

El despacho de la Unidad Pastoral de la calle Begonias estará abierto media hora antes de la misa, de 7 a 7:30, durante los meses de julio y agosto.




miércoles, 19 de junio de 2013

12 DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO

¿Quién soy yo para ti?


¿Y quién soy yo para ti, pues me mandas que te ame, y si ni lo hago te irritas contra mí y me amenazas con grandes miserias?
¡Pero qué! ¿No es ya muchísima miseria simplemente el no amarte?
Dime pues, Señor, por tu misericordia, quién eres tú para mí. Dile a mi alma: «Yo soy tu salud».
Y dímelo en forma que te oiga; ábreme los oídos del corazón, y dime: «Yo soy tu salud».
Y corra yo detrás de esa voz, hasta alcanzarte.
No escondas de mí tu rostro
                                                                  (Agustín de Hipona, Confesiones, I, 5)


En 1917, siendo Edith Stein asistente de Edmund Husserl, llegó a Friburgo una noticia doloroso. Adolf Reinach, asistente también de Husserl, había muerto en el campo de batalla de Flandes. El dolor que sintió Edith Stein fue grande, pensó en la mujer de Reinach. Edith tenía miedo de volver a ver a la viuda. Su ánimo estaba descompuesto: Reinach, que junto con Husserl constituía el fulcro del círculo de Gotinga, ya no vivía. A través de su bondad, había podido lanzar una mirada sobre aquel mundo que le parecía sin salida. El recuerdo no le ayudaba. ¿Qué le hubiera podido decir a su mujer, presa a buen seguro de la desesperación? Edith Stein no podía creer en una vida eterna.
La actitud resignada de la señora Reinach la sorprendió como un rayo de luz que provenía de aquel reino escondido. La viuda no se encontraba abatida por el dolor. A pesar del luto, estaba llena de una esperanza que la consolaba y le daba paz. Frente a esta experiencia, se hicieron añicos los argumentos racionales de Edith Stein. No fue el conocimiento claro y distinto, sino el contacto con la esencia de la verdad lo que transformó a Edith Stein. La fe brilló para ella en el misterio de la cruz. Tuvo que recorrer todavía un largo camino antes de que consiguiera extraer todas las consecuencias de esta experiencia. A una pensadora como Edith Stein no le resultaba fácil cortar todos los puentes y atreverse a dar el salto a la nueva vida. Pero el impacto fue tan fuerte que, todavía poco antes de su muerte, hablaba en estos términos de su experiencia al padre Hirschmann, jesuita: «Fue mi primer encuentro con la cruz y con la fuerza divina que ella comunica a quien la lleva. Vi por vez primera, tangible ante mí, a la Iglesia, nacida del dolor del Redentor, en su victoria sobre el punzón de la muerte. Fue éste el momento en el que se hizo añicos mi incredulidad y brilló la luz de Cristo, Cristo en el misterio de la cruz»
 (W. Herbstrith [ed.], Edith Stein, La mística della croce. Scritti spirítuali sul senso della vita, Roma 1987,
 p. 87).


Lecturas del día:
http://www.servicioskoinonia.org/biblico/calendario/texto.php?codigo=20130623&cicloactivo=2013&cepif=0&cascen=0&ccorpus=0

Vídeo de la semana:
http://www.youtube.com/watch?v=37mJFubYvXg


¿QUIÉN ES PARA NOSOTROS?

La escena es conocida. Sucedió en las cercanías de Cesarea de Filipo. Los discípulos llevan ya un tiempo acompañando a Jesús. ¿Por qué le siguen? Jesús quiere saber qué idea se hacen de él: “Vosotros, ¿quién decís que soy yo?”. Esta es también la pregunta que nos hemos de hacer los cristianos de hoy. ¿Quién es Jesús para nosotros? ¿Qué idea nos hacemos de él? ¿Le seguimos?

¿Quién es para nosotros ese Profeta de Galilea, que no ha dejado tras de sí escritos sino testigos? No basta que lo llamemos “Mesías de Dios”. Hemos de seguir dando pasos por el camino abierto por él, encender también hoy el fuego que quería prender en el mundo. ¿Cómo podemos hablar tanto de él sin sentir su sed de justicia, su deseo de solidaridad, su voluntad de paz?

¿Hemos aprendido de Jesús a llamar a Dios “Padre”, confiando en su amor incondicional y su misericordia infinita? No basta recitar el “Padrenuestro”. Hemos de sepultar para siempre fantasmas y miedos sagrados que se despiertan a veces en nosotros alejándonos de él. Y hemos de liberarnos de tantos ídolos y dioses falsos que nos hacen vivir como esclavos.

¿Adoramos en Jesús el Misterio del Dios vivo, encarnado en medio de nosotros? No basta confesar su condición divina con fórmulas abstractas, alejadas de la vida e incapaces de tocar el corazón de los hombres y mujeres de hoy. Hemos de descubrir en sus gestos y palabras al Dios Amigo de la vida y del ser humano. ¿No es la mejor noticia que podemos comunicar hoy a quienes buscan caminos para encontrarse con él?
¿Creemos en el amor predicado por Jesús? No basta repetir una y otra vez su mandato. Hemos de mantener siempre viva su inquietud por caminar hacia un mundo más fraterno, promoviendo un amor solidario y creativo hacia los más necesitados. ¿Qué sucedería si un día la energía del amor moviera el corazón de las religiones y las iniciativas de los pueblos?

¿Hemos escuchado el mandato de Jesús de salir al mundo a curar? No basta predicar sus milagros. También hoy hemos de curar la vida como lo hacía él, aliviando el sufrimiento, devolviendo la dignidad a los perdidos, sanando heridas, acogiendo a los pecadores, tocando a los excluidos. ¿Dónde están sus gestos y palabras de aliento a los derrotados?

Si Jesús tenía palabras de fuego para condenar la injusticia de los poderosos de su tiempo y la mentira de la religión del Templo, ¿por qué no nos sublevamos sus seguidores ante la destrucción diaria de tantos miles de seres humanos abatidos por el hambre, la desnutrición y nuestro olvido?


De  Eclesalia.net


martes, 18 de junio de 2013

DE UNA MUJER DE PUEBLO

             Teresa es una zamorana sin otros estudios que los de la escuela en su pueblo. Pero dice lo que siente para que se le entienda. Me parece oportuno ser hoy altavoz suyo porque el asunto es pertinente. Dejo el texto tal como está, como salió de su pluma porque es claro y contundente. Cabrían pequeños retoques de forma, pero mejor dejarlo tal cual, que bastante elocuente es.

Teresa Rosón Martín (Monfarracinos)
Señor Llamazares:
Estoy bastante sorprendida de conocer el empeño que usted tiene en retirar de la vista de los ciudadanos todo signo religioso, en el caso de que así fuera, -que no lo va a conseguir- ¿Cree usted que por retirar una cruz de madera, de plata o de lo que sea, con eso lograría que la figura de Cristo en la tierra desapareciera? Pues no Señor. Cristo quedaría presente en tantos lugares, le nombro algunos: Quedaría presente en las religiosas que están dando su vida al cuidado de ancianos desamparados, unos porque no tienen familiar, otros porque no pueden atenderlos y otros, en el peor de los casos porque no los quieren, y todo por Cristo, no por una fortuna para evadir en paraísos fiscales. Cristo quedaría presente en tantas personas seglares que colaboran en Manos Unidas, visitan prisiones, Cáritas, sin cobrar ni un céntimo. Cristo quedaría presente en esos conventos de clausura, aislados del mundo, que están rezando por usted y por mí sin cobrar un céntimo. Cristo está presente en esos misioneros que dejándolo todos se van al otro lado del charco a dar la vida si fuera necesario, regresando a su patria sin más fortuna que alguna enfermedad. O de aquel curita que silenciosamente recoge para su casa al inmigrante que sale del hospital para que termine de curarse, sin cobrar un céntimo. Cristo está presente en esos centros de religiosas que haciendo el papel de madres, porque las de ellos no pueden atenderlos o los han abandonado que es peor. Señor Llamazares, me parece que con lo que tenemos encima, creo que es más importante que dedique sus esfuerzos a tareas más importantes como dar de comer al que tiene necesidad, dar cobijo al que se está quedando sin vivienda, dar trabajo a los jóvenes que están perdiendo la ilusión siendo una carga para sus padres ya mayores, ... Para todos estos, un respeto, Señor Llamazares.

            Hasta aquí lo que hemos podido leer en “La Opinión” de Zamora. Bien, Teresa. Sorprende que haya tanto interés en algunos políticos para erradicar de la vida pública y de todos sus espacios la imagen y el recuerdo de aquel “hijo de hombre que tiene que padecer mucho, ser desechado por los notables, sumos sacerdotes y letrados, ser ejecutado y resucitar al tercer día”. Claro, esos politiquillos son personajes que sirven a ideologías fracasadas, pero incapaces de “negarse a sí mismos, cargar con la cruz de cada día y seguir a Jesús”. Les resulta por eso molesta la persona de Jesucristo. Pues serían más justos y mejores servidores del pueblo, al que representan, si, en lugar de rechazarlo, lo siguieran de cerca. Métanse cuanto quieran con fallos y pecados de la Iglesia, que los tiene y muchos, pero dejen al menos en paz a Cristo y sus imágenes, cuya contemplación y seguimiento nos haría mejores a todos.

                                                                        JOSÉ MARÍA YAGÜE



domingo, 16 de junio de 2013

AVISOS SEMANA 17 DE JUNIO

Lunes 17
-  A las 4:30, reunión de Cáritas de la Anunciación y Fátima en los locales de Fátima
-  Reunión con los padres de niños y niñas del campamento de verano, a las 6 de la tarde, en la puerta de la iglesia de San Mateo.
-  A las 7:30, reunión de la subcomisión del Foro Effeta en el centro de la Anunciación.

Martes 18
-  Reunión del Grupo de Cáritas de la UP para revisar el curso.

Miércoles 19
-  Oración de Silencio a las 5, en la Anunciación, con exposición del Santísimo.

Jueves 20
-  A las 6 de la tarde, clases de guitarra de la UP en el centro de la Anunciación.
-  A las 8 exposición del Santísimo en San Mateo.

Viernes 21
-  A las 5:15, reunión del grupo de posconfirmación en el centro de la Anunciación.
-  A las 8, grupo de formación bíblica en el centro de San Mateo.


viernes, 14 de junio de 2013

CRISIS DE FE, UNA CRISIS CULTURAL

“Estamos ante una profunda crisis de fe, ante una pérdida de sentido religioso, que constituye el mayor desafío para la Iglesia de hoy”. El diagnóstico de Benedicto XVI nos obliga a responder a una pregunta que no es nueva: ¿sigue siendo la fe la posibilidad más radical y humana para el hombre, justo en un momento en el que este parece alcanzar sus deseos por caminos más mundanos y secularizados?
Más allá de la respuesta, lo que aquí nos interesa es la pregunta misma por esa posibilidad de la fe, lo cual nos permitirá descubrir la situación nueva que vivimos: la increencia como mentalidad dominante y una sociedad donde lo que se cuestiona, precisamente, es la fe en Dios.

Indiferencia existencial
Como ya hemos dicho más arriba, la crisis de fe es cultural, es decir, del humus en el que el ser humano se encuentra. No es tanto una actitud determinada contra ella, sino una atmósfera que ha terminado siendo una mentalidad. Esto hace que no pueda ser analizada en una dimensión exclusiva o unidireccional, y ni mucho menos puede ser achacada a la vida y pastoral de la Iglesia nacida del Concilio.
En este sentido, no es una crisis que afecte tanto al contenido de la fe, sino más bien a la gramática de la fe, es decir, al presupuesto de la fe y al lenguaje en el que se formula. No hay un problema de herejías doctrinales, sino de indiferencia existencial en torno a la fe y a su forma explícita de confesión eclesial. La cultura y el andamiaje social sobre el que se asentaba la fe cristiana, como un conjunto unitario o base común, se ha roto.
Es verdad que, desde el punto de vista del contenido de la fe, asistimos a un momento de ignorancia, confusión y ambigüedad. Pero este es, en realidad, un problema menor. Hay algunos aspectos que podemos señalar con preocupación: la comprensión de un Dios a-personal como energía del universo o aliento vital; una afirmación de la fe en la creación difícil de conjuntar con los datos que nos ofrecen las ciencias empíricas; la imposible afirmación de hecho de que el hombre es imagen de Dios en una comprensión eminentemente monista de su estructura fundamental; una confesión de la fe en Cristo más como Jesús de Nazaret que como verdadero Hijo de Dios encarnado; la siempre difícil comprensión de la mediación eclesial; la dificultad para afirmar una auténtica fe en la resurrección y la vida eterna.
No obstante, la crisis es más profunda. En la sociedad actual, tenemos la impresión de que el cristianismo ha dejado de ser el tejido fundamental de la sociedad, la comprensión decisiva del hombre y del mundo. Siempre hemos necesitado la conversión, el encuentro con el Señor, la purificación de las estructuras eclesiales, el arrojo misionero, pero estamos en un momento nuevo de la historia, en una auténtica encrucijada, donde el cristianismo ha dejado de ser la referencia fundamental para el desarrollo de la vida humana.
Hace años ya, denominamos esta situación como de post-cristianismo. Hemos conocido el desafío de una sociedad pre-cristiana que había que evangelizar desde el testimonio de la vida, especialmente, como belleza fundamental del existir humano, con la capacidad para unir fe, razón y vida (Iglesia antigua). Hemos vivido la evangelización cotidiana, al ritmo del humano vivir, tejiendo el discurrir de las horas y llenando los espacios con arquitectura y presencia social en una sociedad configurada por el propio cristianismo (Iglesia medieval). Desde aquí nos hemos lanzado a la evangelización de nuevos mundos llevando Evangelio y cultura, a veces con abusos y colonizaciones en nombre de la fe, pero con un resultado en su conjunto muy positivo (Iglesia moderna).
Ahora es un momento nuevo. Pues la cultura y la sociedad, sin ser pre-cristianas, ya no son decisivamente cristianas, sino post-cristianas y, en algunos casos, anti-cristianas. En ella, algunos quieren des-vincularse definitivamente de esta herencia, volviendo a un hedonismo y cinismo radical; otros permanecen en lo cristiano como valor occidental que hay que mantener frente a la agresividad del mundo islámico, lo que nos llevaría a un retorno a lo peor de la época medieval (cristianos culturales).

Otros siguen siendo tradicionalmente cristianos, pero de hecho viven en medio de la sociedad como si no lo fueran, dejan esta realidad exclusivamente para el ámbito de lo privado y familiar, sin capacidad ni brío para que esta forma de vida impregne de verdad la vida cotidiana en el ámbito donde se juegan las decisiones fundamentales…

De  Vida Nueva


P.D.: el que esté interesado en el artículo completo, puede ponerse en contacto conmigo a través del correo del blog

jueves, 13 de junio de 2013

11 DOMINGO DEL TIEMPO ORADINARIO

"Tu fe te ha salvado; vete en paz"  (Lc 7,50)



Señor Jesús, aquí estoy, en silencio a tus pies, como la pecadora. Mis lágrimas son como un bautismo de regeneración, y mi silencio, como la más elocuente de las con lesiones. He navegado lejos de ti por haber abandonado el timón a mi yo. Y al alejarme de ti me he perdido también a mí: lo confirma la tristeza y el vacío que tengo en el corazón. Sin embargo, tu Palabra me ha alcanzado (« Yo soy tu salvación»: Sal 35,3), y lo he creído.
Por eso vuelvo y me detengo a tus pies: de ahora en adelante camina tú en mí: «Sé que no puedo precisamente nada, literalmente; tú lo puedes todo, y de una manera incondicionada». Y ahora me ayudas a comprender, a vivir ese «amor grande que es la confesión de mi pecado, una confesión sincera hasta el fondo, profunda, completamente verdadera, absolutamente inexorable.
Sí, una confesión como ésta supone amar mucho, porque no hay nada a lo que pueda aferrarme de un modo tan desesperado como mi pecado (S. Kierkegaard). Sólo la palabra de tu perdón puede volver a darme la vida, fuerza de vida nueva.


Quien reconoce sus pecados y se acusa de ellos ya está con Dios. Dios reprueba tus pecados: si haces tú también lo mismo, te unes a Dios. El hombre y el pecador son como dos cosas distintas: el hombre es obra de Dios, el pecador es obra del hombre. Destruye lo que tú has hecho, a fin de que Dios salve lo que ha hecho él.
Debes odiar en ti tu obra y amar en ti la obra de Dios. Y cuando empieces a sentir disgusto en lo que has hecho, entonces empezarán tus obras buenas, porque repruebas tus obras malas. Entonces, obrarás la verdad y vendrás a la luz [...]. No te halagues, no te lisonjees a ti mismo, no te adules; no digas: «Soy justo», mientras no lo seas; así empezarás a obrar la verdad. Acércate después a la luz, a fin de que sea manifiesto que tus obras están hechas según Dios; en efecto, no podrías sentir dolor de tu pecado si Dios no te iluminara y no te lo mostrara su verdad [...].
Corred, hermanos míos, a fin de que no os sorprendan las tinieblas; velad por vuestra salvación, vigilad mientras estáis a tiempo; no os demoréis en correr al templo de Dios, no tardéis en realizar la obra del Señor, no os dejéis distraer de la oración continua, no os dejéis despojar de la devoción usual. Velad, mientras es de día; el día reluce y Cristo es el día. Él está dispuesto a perdonar, pero a los que reconocen sus pecados; y está dispuesto a castigar a los que defienden sus culpas, a los que pretenden ser justos, a los que se creen algo y no son nada.
 (Agustín de Hipona, Tratado sobre el evangelio de Juan XII, 13ss).


Vídeo de la semana:

Lecturas del día:



miércoles, 12 de junio de 2013

DEFENSOR DE LAS PROSTITUTAS

          Jesús se encuentra en casa de Simón, un fariseo que lo ha invitado a comer. Inesperadamente, una mujer interrumpe el banquete. Los invitados la reconocen enseguida. Es una prostituta de la aldea. Su presencia crea malestar y expectación. ¿Cómo reaccionará Jesús? ¿La expulsará para que no contamine a los invitados?

          La mujer no dice nada. Está acostumbrada a ser despreciada, sobre todo, en los ambientes fariseos. Directamente se dirige hacia Jesús, se echa a sus pies y rompe a llorar. No sabe cómo agradecerle su acogida: cubre sus pies de besos, los unge con un perfume que trae consigo y se los seca con su cabellera.
La reacción del fariseo no se hace esperar. No puede disimular su desprecio: “Si este fuera profeta, sabría quién es esta mujer y lo que es: una pecadora”. El no es tan ingenuo como Jesús. Sabe muy bien que esta mujer es una prostituta, indigna de tocar a Jesús. Habría que apartarla de él.

          Pero Jesús no la expulsa ni la rechaza. Al contrario, la acoge con respeto y ternura. Descubre en sus gestos un amor limpio y una fe agradecida. Delante de todos, habla con ella para defender su dignidad y revelarle cómo la ama Dios:“Tus pecados están perdonados”. Luego, mientras los invitados se escandalizan, la reafirma en su fe y le desea una vida nueva: “Tu fe te ha salvado. Vete en paz”. Dios estará siempre con ella.

         Hace unos meses, me llamaron a tomar parte en un Encuentro Pastoral muy particular. Estaba entre nosotros un grupo de prostitutas. Pude hablar despacio con ellas. Nunca las podré olvidar. A lo largo de tres días pudimos escuchar su impotencia, sus miedos, su soledad… Por vez primera comprendí por qué Jesús las quería tanto. Entendí también sus palabras a los dirigentes religiosos: “Os aseguro que los publicanos y las prostitutas entrarán antes que vosotros en el reino de los cielos”.

         Estas mujeres engañadas y esclavizadas, sometidas a toda clase de abusos, aterrorizadas para mantenerlas aisladas, muchas sin apenas protección ni seguridad alguna, son las víctimas invisibles de un mundo cruel e inhumano, silenciado en buena parte por la sociedad y olvidado prácticamente por la Iglesia.         Los seguidores de Jesús no podemos vivir de espaldas al sufrimiento de estas mujeres. Nuestras Iglesias diocesanas no pueden abandonarlas a su triste destino. Hemos de levantar la voz para despertar la conciencia de la sociedad. Hemos de apoyar mucho más a quienes luchan por sus derechos y su dignidad. Jesús que las amó tanto sería también hoy el primero en defenderlas.


De  Eclesalia.net


TU PECADO YA HA SIDO PERDONADO

             

            Es impresionante el diálogo entre el rey David y el profeta Natán. Es de hace tres mil años, pero de tanta actualidad que no me resisto a transcribirlo. Creyentes y no creyentes, practicantes o no, léanlo despacio y aplíquense el cuento:

            ... Natán dijo a David : Así dice el Señor: “Yo te ungí rey de Israel, te libré de las manos de Saúl, te entregué la casa de tu señor, puse sus mujeres en tus brazos, te entregué la casa de Israel y de Judá, y, por si fuera poco, pienso darte otro tanto. ¿Por qué has despreciado tú la palabra del Señor, haciendo lo que a él le parece mal? Mataste a espada a Urías, el hitita, y te quedaste con su mujer. Pues bien, la espada no se apartará nunca de tu casa; por haberme despreciado quedándote con la mujer de Urías”. David respondió a Natán “He pecado contra el Señor”. Natán le dijo: “El Señor ha perdonado ya tu pecado, no morirás”.

            ¿Qué necesita el hombre egoísta, cerrado sobre sí mismo, para satisfacerse? Nunca tendrá bastante y despreciará a todos con tal de conseguir lo que desea. Este David se parece no poco a nuestro mundo desarrollado a costa de arruinar y ningunear al resto del mundo. David es también el político, el que ocupa un cargo de confianza o el hombre de negocios que, ajeno a las necesidades del prójimo, acapara millones de euros en paraísos fiscales y llega a presumir de ello. Se acumulan los delitos con total insensibilidad. No cuenta para David el dolor del otro. Lo único que le importa es su “ego”; para ello hay que hinchar posesiones, poder y mostrar superioridad.

            Ningún perdón disminuye la culpa y ahorra el sufrimiento creado. Lo malo del pecado es que siempre lleva consigo la muerte de algún Urías. Al final, la muerte del hijo. Esa es la tragedia del pecado, de eso que no quiere ni escuchar la sociedad moderna. Ya podemos debatir sobre la “violencia de género” y dar leyes contra la corrupción. El mal crecerá mientras se alimenten los instintos básicos: egolatría, competencia, sexualidad como pura satisfacción del deseo, avaricia... “Cuidadito”, que decía un viejísimo maestro de mi infancia, con confundir los derechos personales con la inclinación a los pecados capitales.

            Por eso, el perdón siempre ofrecido y siempre otorgado no abarata  en absoluto la malicia del pecado. Y por eso no puede haber perdón sin arrepentimiento. Arrepentimiento que no es una triquiñuela legal para irse de rositas. Es llorar de veras y para siempre por el mal causado. Lo que implica devolver todo lo que se ha robado y resarcir a las víctimas directas. Perdón no es impunidad. El hijo del pecado tiene que morir. Entiéndase bien. Lo que significa la muerte del hijo de David es que nadie, si ha ser perdonado, puede seguir aprovechándose de sus fechorías.

            Esto es lo que no acabamos de entender en nuestra sociedad. Entenderlo es cambiar. Reparar el mal cometido, devolver la dignidad a las víctimas y hacerles posible el seguir viviendo sin ira. No hay arrepentimiento y no hay perdón, por tanto, hasta que el pecador se pone de rodillas, confiesa su pecado y vuelve a la casa del Padre para vivir no como verdugo sino como hermano.


                                                                                              JOSÉ MARÍA YAGÜE


sábado, 8 de junio de 2013

AVISOS SEMANA 10 DE JUNIO

Lunes 10
  - A las 4:30 reunión del grupo de Cáritas de la Anunciación y Fátima en los locales de Fátima.

Martes 11
  - Alas 5 de la tarde, reunión del grupo de Cáritas de la UP en el despacho de San Mateo.
  - También a las 5, en los locales de San Mateo, se reúne el Grupo de la Legión de María.

Miércoles 12
  - Excursión fin de curso de la Unidad Pastoral al Castañar y Candelario. Salida a las 10:30. Se ha puesto un segundo autobús. Los interesados se pueden pasar por el despacho de San Mateo.

Jueves 13
  - Clases de guitarra a las 6 de la tarde en los locales de la Anunciación.
  - A las 6:15 en la iglesia de la Anunciación, exposición del Santísimo.

Viernes 14
  - Formación bíblica a las 8 de la tarde en los locales de San Mateo.


miércoles, 5 de junio de 2013

EL SUFRIMIENTO HA DE SER TOMADO EN SERIO

Jesús llega a Naín cuando en la pequeña aldea se está viviendo un hecho muy triste. Jesús viene del camino, acompañado de sus discípulos y de un gran gentío. De la aldea sale un cortejo fúnebre camino del cementerio. Una madre viuda, acompañada por sus vecinos, lleva a enterrar a su único hijo.

En pocas palabras, Lucas nos ha descrito la trágica situación de la mujer. Es una viuda, sin esposo que la cuide y proteja en aquella sociedad controlada por los varones. Le quedaba solo un hijo, pero también éste acaba de morir. La mujer no dice nada. Solo llora su dolor. ¿Qué será de ella?

El encuentro ha sido inesperado. Jesús venía a anunciar también en Naín la Buena Noticia de Dios. ¿Cuál será su reacción? Según el relato, “el Señor la miró, se conmovió y le dijo: No llores”. Es difícil describir mejor al Profeta de la compasión de Dios.

No conoce a la mujer, pero la mira detenidamente. Capta su dolor y soledad, y se conmueve hasta las entrañas. El abatimiento de aquella mujer le llega hasta dentro. Su reacción es inmediata: “No llores”. Jesús no puede ver a nadie llorando. Necesita intervenir.

No lo piensa dos veces. Se acerca al féretro, detiene el entierro y dice al muerto: “Muchacho, a ti te lo digo, levántate”. Cuando el joven se reincorpora y comienza a hablar, Jesús “lo entrega a su madre” para que deje de llorar. De nuevo están juntos. La madre ya no estará sola.

Todo parece sencillo. El relato no insiste en el aspecto prodigioso de lo que acaba de hacer Jesús. Invita a sus lectores a que vean en él la revelación de Dios como Misterio de compasión y Fuerza de vida, capaz de salvar incluso de la muerte. Es la compasión de Dios la que hace a Jesús tan sensible al sufrimiento de la gente.

En la Iglesia hemos de recuperar cuanto antes la compasión como el estilo de vida propio de los seguidores de Jesús. La hemos de rescatar de una concepción sentimental y moralizante que la ha desprestigiado. La compasión que exige justicia es el gran mandato de Jesús: “Sed compasivos como vuestro Padre es compasivo”.

Esta compasión es hoy más necesaria que nunca. Desde los centros de poder, todo se tiene en cuenta antes que el sufrimiento de las víctimas. Se funciona como si no hubiera dolientes ni perdedores. Desde las comunidades de Jesús se tiene que escuchar un grito de indignación absoluta: el sufrimiento de los inocentes ha de ser tomado en serio; no puede ser aceptado socialmente como algo normal pues es inaceptable para Dios. Él no quiere ver a nadie llorando.

De  Eclesalia.net




martes, 4 de junio de 2013

10 DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO

"Bendito sea el Señor, Dios de Israel, porque ha visitado y redimido a su pueblo"  (Lc 1,68)



«Acercándose, tocó el féretro». Jesús no realiza el milagro sólo con la palabra. Toca también el féretro. ¿Por qué lo hace? Para enseñarnos que su cuerpo desempeña un papel en nuestra redención. Este cuerpo, cuerpo de vida, carne del Verbo omnipotente, ha llevado el poder del Verbo. El hierro puesto al fuego adquiere sus propiedades y produce sus efectos. Del mismo modo, esta carne, después de que fuera asumida por el Verbo que da la vida a todos los seres, se convirtió también ella en portadora de vida, capaz de destruir la corrupción y la muerte. Nosotros creemos que el cuerpo de Cristo, por el hecho mismo de que es el templo y la morada del Verbo de la vida, también es vivificante y posee todo el poder del Verbo. Por eso Cristo no se limitó a darle al muchacho la orden de levantarse. Otras veces, es cierto, obró lo que quería simplemente con su palabra, pero en esta ocasión puso también la mano en el féretro, haciendo ver de este modo que su cuerpo posee el poder de restituir la vida (Cirilo de Alejandría, Comentario al evangelio de Lucas).


Yo quisiera darle algo al Señor,
pero no sé qué.
Ni siquiera creo en mis lágrimas,
estas alegrías son pobres todas ellas:
pondré un clavel rojo en el balcón
cantaré una canción
sólo para él.
Iré al bosque esta noche
y abrazaré a los árboles
y me pondré a escuchar al ruiseñor,
a ese ruiseñor que canta siempre solo
desde medianoche al alba.
Después iré al lavarme al río,
y al alba pasaré bajo las puertas
de todos mis hermanos
y diré a cada casa: «¡Paz!».
Y después regaré la tierra
de agua bendita
a los cuatro puntos del universo,
después no dejaré apagarse nunca
la lámpara del altar
y me vestiré de blanco cada domingo.
Yo quisiera darle algo al Señor,
pero no sé qué.
Pero no lloraré más.
No volveré a llorar inútilmente,
sólo diré: «¿Habéis visto al Señor?»,
pero lo diré en silencio
y sólo con una sonrisa
después no diré nada más

                      (D. M. Turoldo, «Per il mattino di Pasqua», en id., O sensi miei, Milán 1996, p. 366)

Lecturas del día:


LA CLAVE DEL ACTUAR DE JESÚS.

            Naturalmente que a nadie nos es dado realizar eso que vemos a Jesús hacer en los evangelios. Llegar a un pueblo, ver un entierro y resucitar al muerto. Estos comportamientos de Jesús, como el que leíamos el pasado domingo dando de comer a una muchedumbre con cinco panes y dos peces, nos alejan de él, al menos en apariencia. Sólo en apariencia. Porque incluso tras estos relatos de milagros en los que el Señor parece actuar de manera sobrehumana, se pone de relieve algún aspecto del común sentir y actuar humanos. En ese sentir es donde radica la originalidad del comportamiento de Jesús. Y también su ejemplaridad para con nosotros. El resto, lo sobreañadido es ya obra de Dios. Las consecuencias del actuar del cristiano, cuando es semejante al de Cristo, son imprevisibles. No es que sea bueno desear o pedir milagros. Pero los milagros se producen cuando el seguimiento de Cristo es cercano.

            Observemos el hecho tal como nos lo cuenta San Lucas. Llega Jesús al pueblo de Naín. Observa algo nada insólito: un sepelio. Ve a una señora angustiada caminando tras el féretro. Surge la pregunta: ¿el esposo, un hermano, un hijo? Cualquiera le responde: el difunto es el hijo único de esa viuda. Jesús no soporta tanto dolor. Dice el evangelio que sintió lástima. Lo que dice San Lucas exactamente es que se le removieron las entrañas. Vemos con frecuencia en los relatos evangélicos esos sentimientos de Jesús: no quiere y no puede ver sufrir a la gente sin tomar alguna medida. “No llores”, le dice. Esa es la clave de todo el quehacer de Jesús.

            A Jesús nadie le pide nada, ni le dice nada. Tampoco es esclavo de un rol, de una función que tiene que cumplir por oficio. Lo único que hace Jesús es escuchar su corazón que late con tanta fuerza como dolor. Y actúa en consecuencia. No piensa en sí mismo, piensa en la viuda que ahora se ha quedado también huérfana del hijo.

            No es tan extraordinario lo que viene a continuación. Es la consecuencia de un gran deseo, trasformado en acción, en orden perentoria: “a ti te lo digo, muchacho, levántate”. Así actúa Jesús. Y así actúan las personas de corazón grande que se olvidan de sí mismos, que son libres, que no actúan por el miedo, ni por el qué dirán y que gozan de una concepción positiva y generosa de la vida, del ser humano, de la creación. Pero ¿quién actúa hoy espontáneamente con gratuidad?

            Ha llegado al Vaticano un papa nuevo al que se le adivinan algunos de estos rasgos: la espontaneidad y libertad de quien no está pensando en sí mismo, unidas a la clarividencia para ver en los otros –quienesquiera que sean- personas humanas, hermanos, ni inferiores ni superiores. Y la firmeza para saber que las cosas no tienen que seguir siendo como son, que muchas realidades, de ayer o de hoy, pueden y deben cambiar. ¿Cuándo obtendremos libertad y espontaneidad para actuar guiados sólo por un corazón noble, sensible y capaz de amar? Quizá ese día seamos testigos de muchos milagros. Muchos más, sin duda, que cuando nos movemos por intereses personales y con la ramplonería de la queja y la mera reclamación de derechos.


                                                                                      JOSÉ MARÍA YAGÜE


lunes, 3 de junio de 2013

SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

"Aprended de mí, que soy sencillo y humilde de corazón"  (Mt 11,29)




Y tanto amaste al mundo, Padre santo, que, al cumplirse la plenitud de los tiempos, nos enviaste como salvador a tu único Hijo. El cual se encarnó por obra del Espíritu Santo, nació de María, la Virgen, y así compartió en todo nuestra condición humana, menos en el pecado; anunció la salvación a los pobres, la liberación a los oprimidos, y a los afligidos el consuelo. Para cumplir tus designios, él mismo se entregó a la muerte y, resucitando, destruyó la muerte y nos dio nueva vida. Y porque no vivamos ya para nosotros, sino para él, que por nosotros murió y resucitó, envió, Padre, al Espíritu Santo como primicia para los creyentes, a fin de santificar todas las cosas, llevando a plenitud su obra en el mundo.

                                                                                             (Plegaria eucarística IV)


Lecturas del día:
http://www.servicioskoinonia.org/biblico/calendario/texto.php?codigo=20130607&cicloactivo=2013&cepif=0&cascen=0&ccorpus=0


domingo, 2 de junio de 2013

BAUTIZOS EN LA UNIDAD PASTORAL

Hoy domingo 2 de junio, se han incorporado a la comunidad de la Iglesia Lucía, David y Cristian.
Felicidades a ellos y deseamos que el camino que hoy han emprendido, con la ayuda de padres, padrinos y la comunidad parroquial, les haga crecer cada día más en la adhesión a Jesús de Nazaret.





EXCURSIÓN FIN DE CURSO DE LA UNIDAD PASTORAL




El próximo 12 de junio, festividad de San Juan de Sahagún, tendremos la salida final de curso de la UP al santuario del Castañar y Candelario.
El horario es el siguiente:
a las 10:30 salida desde la Gaceta, en la Avenida de los Cipreses.

  • 12:30 Eucaristía de acción de gracias en el Santuario del Castañar (Béjar).
  • 14:00 comida en el merendero. Cada uno lleva su comida.
  • 16:30 salida para Candelario.
  • 19:00 Regreso a Salamanca.
Si alguien va en vehículo propio, que lo comunique en el despacho de San Mateo, para poder aprovechar las plazas de coche de personas que no tienen plaza en el autobús.





AVISOS SEMANA 3 DE JUNIO

Lunes 3
  - A las 4:30 reunión Cáritas de la Anunciación y Fátima en los locales de Fátima
  - Reunión de los padres de primeras comuniones a las 7:15 en el centro de San Mateo.

Miércoles 5
  - A las 5 de la tarde, oración de silencio con exposición del Santísimo en la Anunciación.

Jueves 6
  - A las 6 de la tarde, clases de guitarra de la UP en los locales de la Anunciación.
  - A las 8, exposición del Santísimo en San Mateo.

Primeras comuniones
  • Sábado 8 de junio a las 12:30 en San Mateo.
  • Domingo 9 de junio a la 1 en San Mateo.



EN LA NOCHE

Reina la noche cuando al alba
vengo cabe ti a tu ventana.
Pronto va a nacer el nuevo día
de las entrañas de la aurora.

Es un destello casi invisible.
Dulce resplandor, lugar secreto
derramándose en el espacio.
Dándole vida y movimiento.
Lo sé de sobra y no lo veo,
no veo nada del universo
te miro a ti en el sagrario.

No veo nada, tan poca cosa,
una llamita muy temblorosa,
un poco de pan blanco, sin color,
cuando comulgo no noto sabor.

Voy como un ciego a tu ventana
para contemplar la eternidad,
entro sin saber en tu regazo,
sin darme cuenta estoy adentro.
Palacio de paz, plenitud toda
en el corazón del Ser eterno.
¡Oh, tu ventana de madrugada!

No veo nada, perdí mis ojos
al entrar así en tu misterio
pero qué más da tengo los tuyos
para guiarme en el camino.
La luz primordial no se puede ver
sólo tú puedes vivir en ella.
Al asomarme de madrugada
pasé adentro por tu ventana.


                                                                                        Abraham de la Cruz