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domingo, 29 de diciembre de 2013

BLUES Y RELIGION. HOLY BLUES (9)



"Música del diablo", muy criticada por pastores y congregaciones religiosas, el blues puede parecer muy distante del gospel y los espirituales. Pero los límites que separan las diferentes músicas afroamericanas no son de ninguna manera impermeables.
Y, aunque la música de iglesia sí tiene una estructura diferente de la del blues, hay una forma de canción religiosa (la de los predicadores ambulantes que cantan proclamando la buena noticia con un violín o una guitarra entre las comunidades negras del sur) que puede ser considerada, junto con el folk, como el antecedente directo del blues.
Estos evangelistas predicadores itinerantes, blancos o negros, vivían animados por una fe profunda e intensa que necesitaban proclamar y propagar. Con frecuencia eran negros ciegos o paralíticos, que sólo podían contar con la mendicidad y la música para vivir. Pero también había embaucadores que se aprovechaban de la buena fe de la gente para, sin trabajar, estar alojados, alimentados, o ser objeto de los favores de las damas de fe ardiente.
En cualquier caso, su música es una forma de canción popular instructiva, derivada de canciones folk religiosas. Historias, por lo general, edificantes, tristes, conmovedoras e impresionantes, relacionadas con el más allá prometido, Cristo benefactor o con la inmortalidad del alma.
Estos predicadores del holy blues vivieron su momento de gloria a principios del siglo XX, pero su tradición perdurará hasta los años 40.

Entre los predicadores también había mujeres. Destaca Sister O.M. Terrell, una maravillosa y potente cantante, además de magnífica guitarrista de inspiración rural. Sólo grabó ocho temas, todos obras maestras.
Oigamosla  en I'm going to that city:
http://www.youtube.com/watch?v=T2oXf9Vc_co

sábado, 28 de diciembre de 2013

SANTOS INOCENTES

"La sangre de Jesús nos purifica de todo pecado"  (1Jn 1,7)







Señor Jesús, Tú eres el único intercesor que puede defender nuestra causa junto al Padre, cada vez que hacemos la experiencia negativa del pecado y del alejamiento de ti.
Muchas veces la humanidad ha quebrantado tu alianza y otras tantas Tú la has reanudado sin cansarte jamás, manifestándote rico en perdón y en bondad.
No dejes de ser nuestro defensor, a pesar de las muchas matanzas de Inocentes que se repiten en todo tiempo sobre nuestro planeta,  los sufrimientos de todo género que se infligen a muchos inocentes por la voracidad de otros tantos Herodes de hoy que buscan sólo el poder, el éxito y la posesión de bienes materiales.
Señor, Tú que has sufrido la marginación, el rechazo y la incomodidad de la falta de un domicilio, haz que todos estos males no se repitan más entre nosotros, que toda la humanidad pueda encontrar en ti, y por medio de tu ejemplo de vida, el sentido de la hermandad y de la unidad.
Ciertamente es obra tuya la unión de los dispersados, la justicia absoluta y la concordia, la paz mesiánica que Tú has predicado, pero también nosotros queremos colaborar a la construcción de un mundo más justo y fraterno, donde los lazos del egoísmo se rompan, donde todo pacifismo aparente sea superado y toda falsa justicia quebrantada. Señor Jesús, que nuestra vida cristiana nos haga capaces de edificar la nueva familia humana, basada en el amor al otro.


Lecturas del día:
http://www.servicioskoinonia.org/biblico/calendario/texto.php?codigo=20131228&cicloactivo=2014&cepif=0&cascen=0&ccorpus=0


jueves, 26 de diciembre de 2013

LA SAGRADA FAMILIA

"Tomó consigo al Niño y a su Madre"  (Mt 2,14)

Entrada de la Sagrada Familia en Egipto.
Icono de la Iglesia Al Mu´allaqah, Viejo Cairo



Restos de un intento de salto de la valla de Melilla.
 Como la Sagrada Familia, ellos huyen de la represión, la guerra o el hambre.

Uno de los temas más candentes de la sociedad actual es el de la familia, en el que emergen problemas y dificultades considerables, debidos a la falta de valores y de ideales, unidos, por ejemplo, al materialismo y al hedonismo de la vida, a la permisividad de los responsables en campos educativo y moral, y a la carencia de auténticos guías y formadores en este sector. También la Iglesia siente vivo el problema y se interroga acerca del designio que Dios tiene sobre la familia, animando a todos a vivir según el evangelio en el respeto de las culturas y empeñándose en aliviar las condiciones de pobreza y necesidad de muchos núcleos familiares, a ejemplo de la familia de Nazaret plenamente inserta en la vivencia humana y especialmente en la vida de los pobres y de los que sufren.
La experiencia actual de la familia cristiana presenta, también ella, notables problemas, porque no todo es pacífico o está resuelto, más bien se ven a menudo familias que portan cruces de distinto género y, a veces, pesadas: las de los exiliados de su propia tierra, las divididas por disensiones familiares o por motivos de trabajo, las que han perdido algún miembro por el empeño puesto en defensa de los derechos humanos y de la promoción humana, las laceradas por la inmigración, las que viven socialmente desahuciadas, incomprendidas, marginadas o en ambientes indignos y depravados que devalúan la condición humana.
La sagrada familia no era una familia sin problemas, pero la presencia de Dios le comunicó fuerza, serenidad y paz interior. Jesús es el lazo de unión de toda familia cristiana.  (Lectio Divina para cada día del año, de Giorgio Zevini y Pier Giordano Cabra (Eds.)


Señor Dios, nuestro mundo y también nuestra Iglesia tienen necesidad de reencontrar la unidad y la armonía en muchas familias a ejemplo de la santa familia de Nazaret, para que la paz de Dios se manifieste en ellas, superando discordias, rupturas, incomprensiones y dificultades de todo tipo. Especialmente los padres y los educadores de jóvenes, hoy, sienten vivo, lleno de responsabilidad y pesado su deber educativo en el crecimiento, en la formación y maduración de las nuevas generaciones que, a menudo, les hace experimentar un sentimiento de incapacidad e impotencia, los desanima y los mortifica frente a las dificultades y problemas siempre nuevos que asoman al horizonte de la sociedad.
Te rogamos que las familias cristianas no se cierren en sí mismas, en su aislamiento egoísta o en su orgullo herido, sino que todas estén abiertas al interés por los problemas de todos, sean animosas en ofrecer su colaboración para resolverlos en sentido evangélico. Que todas las familias tengan el espacio vital necesario para vivir en una casa, tengan una mesa donde no falte el pan y, sobre todo, la alegría de la comunión entre padres e hijos y la esperanza en un futuro mejor que nace de la fe. Señor y Padre de todos los hombres, el apóstol Pablo ha enseñado a los cristianos a vivir la vida familiar “en el Señor”: nosotros te pedimos que la persona de Jesús sea el hilo de oro que una toda nuestra familia cristiana.



Vídeo de la semana.
http://www.youtube.com/watch?v=0IXLhpEhrkA&feature=c4-overview&list=UUUpxM9aeGr1dAVvlSX9VFdQ

Lecturas del día:
http://www.servicioskoinonia.org/biblico/calendario/texto.php?codigo=20131229&cicloactivo=2014&cepif=0&cascen=0&ccorpus=0


miércoles, 25 de diciembre de 2013

ABIERTAS AL PROYECTO DE DIOS

 Los relatos evangélicos no ofrecen duda alguna. Según Jesús, Dios tiene un gran proyecto: construir en el mundo una gran familia humana. Atraído por este proyecto, Jesús se dedica enteramente a que todos sientan a Dios como Padre y todos aprendan a vivir como hermanos. Este es el camino que conduce a la salvación del género humano.
Para algunos, la familia actual se está arruinando porque se ha perdido el ideal tradicional de “familia cristiana”. Para otros, cualquier novedad es un progreso hacia una sociedad nueva. Pero, ¿cómo es una familia abierta al proyecto humanizador de Dios? ¿Qué rasgos podríamos destacar?
Amor entre los esposos. Es lo primero. El hogar está vivo cuando los padres saben quererse, apoyarse mutuamente, compartir penas y alegrías, perdonarse, dialogar y confiar el uno en el otro. La familia se empieza a deshumanizar cuando crece el egoísmo, las discusiones y malentendidos.
Relación entre padres e hijos. No basta el amor entre los esposos. Cuando padres e hijos viven enfrentados y sin apenas comunicación alguna, la vida familiar se hace imposible, la alegría desaparece, todos sufren. La familia necesita un clima de confianza mutua para pensar en el bien de todos.
Atención a los más frágiles. Todos han de encontrar en su hogar acogida, apoyo y comprensión. Pero la familia se hace más humana sobre todo, cuando en ella se cuida con amor y cariño a los más pequeños, cuando se quiere con respeto y paciencia a los mayores, cuando se atiende con solicitud a los enfermos o discapacitados, cuando no se abandona a quien lo está pasando mal.
Apertura a los necesitados. Una familia trabaja por un mundo más humano, cuando no se encierra en sus problemas e intereses, sino que vive abierta a las necesidades de otras familias: hogares rotos que viven situaciones conflictivas y dolorosas, y necesitan apoyo y comprensión; familias sin trabajo ni ingreso alguno, que necesitan ayuda material; familias de inmigrantes que piden acogida y amistad.
Crecimiento de la fe. En la familia se aprende a vivir las cosas más importantes. Por eso, es el mejor lugar para aprender a creer en ese Dios bueno, Padre de todos; para conocer el estilo de vida de Jesús; para descubrir su Buena Noticia; para rezar juntos en torno a la mesa; para tomar parte en la vida de la comunidad de seguidores de Jesús. Estas familias cristianas contribuyen a construir ese mundo más justo, digno y dichoso querido por Dios. Son una bendición para la sociedad.


De  Eclesalia.net

martes, 24 de diciembre de 2013

¿FUE JESÚS UN NIÑO "DESEADO"?

       

         
            Perdonad lo intempestivo de la pregunta. Y que nadie se escandalice. Más bien que lea los evangelios. El de San Lucas o el de San Mateo. Da lo mismo. Cuando menos, lo que no sólo se puede sino que hay que decir, desde lo que sabemos, es que el Niño llega a destiempo. Ni María ni José contaban con él. Pero llega porque Dios así lo ha querido y punto. Se acepta, se acoge, se le ama. Y en las venas de la historia entra una fuerza nueva que todo lo transforma y hace posible el AMOR.

            Con los  criterios “modernos”, ese Niño no habría nacido. Y no tendríamos Navidad. Eso es lo que desean los que abogan por cambiar los nombres: fiestas de invierno, vacaciones nevadas, o lo que se les ocurra para borrar la historia más grande que jamás existió y sin la que el mundo sería otro, muchísimo peor.

            Los cristianos nos congratulamos de dos fiestas, íntimamente entrelazadas, que ya están ahí. Navidad y Sagrada Familia. Nos entristece que ni siquiera estas fiestas se vean libres de la nefasta politización de la vida y de la sociedad españolas. Cuánto bien harían los políticos callando muchas veces, trabajando más en silencio, buscando soluciones y sin pretender que todos bailemos a sus ritmos desacompasados. Casi siempre desacompasados, sean de derechas o de izquierdas. En nuestra cultura algo se ha hecho ley universal e incontestable: el deseo. Los deseos han de ser satisfechos. Quienes se oponen a mis deseos son intrusos, retrógrados, no viven en el presente. Si un niño es engendrado contra el deseo de la madre, es un derecho de ella quitarlo de en medio. Cualquier defensa de la vida del nasciturus es un horrible atentado contra la libertad de la mujer.  Eso se oye por ahí.

            Pena, penita produce tanta apelación a la democracia, a derechos inventados que atentan contra otros derechos fundamentales, tanta demagogia usada para descalificar no sólo al adversario político sino a todo el que osa pensar y sentir de modo diferente. Como suele ocurrir, los que más hablan de democracia son los menos demócratas. No se puede disentir de ellos. Quienes no creen a pies juntillas sus consignas son oscurantistas, no viven en el mundo presente de la ciencia y del progreso. Amenazan con estallidos sociales que ellos atizan o con eliminar las leyes aprobadas por mayorías legítimas. Terminan por deslegitimar a golpe de sofismas a quienes disienten del pensamiento único. Como telón de fondo de todo ello están la propia incompetencia y sus estruendosos fracasos de los últimos años.

            Pena me da escribir estas cosas en la víspera de Navidad. Porque, al fin, el Niño no deseado vino al mundo. Ya lo dijo San Juan: “el mundo no lo recibió”. Se lo sigue rechazando en nuestra sociedad tan evolucionada y pagada de sí misma. Felizmente no todos lo rechazan. En los tiempos de Tiberio, existieron María, José, Isabel, Zacarías, Ana, Simeón y un largo etc. También hoy existen muchos, muchísimos que, sin vociferar, alimentan y promueven la vida  de los indefensos y débiles, nacidos y no nacidos, en España, África o la India.  Mayorías silenciosas que hacen posible la alegría y la esperanza. Y que garantizan que la vida humana vale la pena. FELIZ NAVIDAD.


                                                                                       JOSÉ MARÍA YAGÜE 

UN NIÑO NOS HA NACIDO, UN HIJO SE NOS HA DADO

“Un niño nos ha nacido, un hijo se nos ha dado”  (Is 9,5)


Hasta el siglo VI, la solemnidad del nacimiento de Jesús se celebraba el 6 de enero, junto a la Adoración de los Reyes Magos (pequeña Teofanía) y el Bautismo del Señor (gran Teofanía). Posteriormente, queriendo hacer hincapié en la condición humana de Cristo, se instituyó la fiesta de la Navidad el 25 de diciembre. 
Preside el icono una montaña con una cueva, símbolo del infierno. María es la zarza ardiente que ha engendrado a Cristo, fajado como un muerto y depositado en la cuna-sepultura. El asno y el buey representan a judíos y paganos; la estrella y los ángeles simbolizan la presencia de la Trinidad, y los Reyes Magos remiten a las mujeres que llevaron aromas al sepulcro. José, tentado por el demonio-pastor, y Salomé, que baña al Niño con Eva, representan a la humanidad incrédula, vigilada atentamente por María.

Para contemplar el misterio de Navidad necesitamos, sobre todo, simplicidad para asombrarnos ante su mensaje. Capacidad de asombro y mirada de niño son los medios necesarios para gustar el anuncio lleno de alegría de esta noche santa. Y esta alegría tiene una motivación clara: el nacimiento de un niño, Salvador universal, que trae motivos de esperanza para todos, que son paz, justicia y salvación. Y ¿qué signos cualifican a este niño? La debilidad, la pobreza, la impotencia y la humildad, cosas que el mundo ha rechazado siempre y que, por el contrario, ha hecho propias el Hijo de Dios.
Con la venida de Jesús las falsas seguridades de los hombres han zozobrado, porque Dios ha elegido no a los fuertes ni a los sabios, ni a los poderosos de este mundo, sino a los débiles, a los pequeños, a los necios, a los últimos: ha elegido «un niño acostado en un pesebre» (Lc 2,7.12.16; cf. 1 Cor 1,27; Mt 11,26), pobre, marginado y desestimado. Precisamente sobre esta pobreza se despliega el esplendor del mundo del Espíritu, mientras nosotros estamos complicados en dramas de conciencia, porque nos tienta seguir principios de fuerza, de poder, de violencia. El niño de Belén nos dice que el milagro de la paz de la Navidad es posible para aquellos que acogen sus dones.
A esta luz el acontecimiento de esta noche no es sólo una fecha para conmemorar, sino evento capaz, también hoy, de contagio y de transformación. Cuatro son las noches históricas de la humanidad, según una antigua tradición rabínica: la noche de la creación (Gn 1,3), la de Abraham (Gn 15,1-6), la del Éxodo (Ex 12,1-13) y la de Belén, es decir, esta noche, que es la más importante, porque el Hijo de Dios ha traído su paz, distinta dela pax augusta, y es el fundamento de la «civilización del amor» (Pablo VI). ¿Somos capaces de vivir el misterio?


Lecturas del día de Navidad


domingo, 22 de diciembre de 2013

AVISOS UP

-  El 24 de diciembre habrá Eucaristía de víspera de Navidad a las 6:45 en la Anunciación y a las 7:30 en San Mateo.
Asímismo, a las 12 de la noche, Misa del Gallo en la Anunciación.

-  El día 25, Navidad, Eucaristías en San Mateo y la Anunciación como un domingo.

-  Durante el tiempo de Navidad habrá exposición del Santísimo todos los miércoles de 5 a 6 de la tarde en la iglesia de la Anunciación, excepto el día de Navidad y el 1 de enero.

-  El domingo 29 celebramos la festividad de la Sagrada Familia, en la que tendremos presentes a todas las familias de la UP y de forma especial aquellas que están en dificultades.

-  El lunes 30 tendremos la Vigilia por la Paz a las 8 de la tarde en la iglesia de San Mateo.

-  El martes 31, horario de Eucaristías como un sábado.

-  El 1 de enero, miércoles, Maternidad de María y día de la Paz, horario de misas como un domingo.

OPERACIÓN VIVIENDA EN LA UP



Cáritas de la Unidad Pastoral informa que:
Durante este año, en la Anunciación del Señor se han realizado 27 ayudas de alquiler, luz y gas por un importe de 8.391 €.
En San Mateo se han procurado 90 ayudas por un importe de 23.626 €.
Muchas gracias a todos por vuestra colaboración.

4º DOMINGO DE ADVIENTO: YA QUEDA POCO





jueves, 19 de diciembre de 2013

DOMINGO 4 DE ADVIENTO

"La virgen concebirá y dará a luz un hijo, a quien pondrá por nombre Emmanuel (que significa Dios con nosotros)"   (Mt 1,23)

Salvador Emmanuel. Escuela de Moscú, hacia 1670
Es el profeta Isaías el primero que usó el término Emmanuel (Is 7,14). El icono plasma esta imagen. No estamos ante un niño, sino ante el rostro misterioso e incognoscible de Dios., eternamente joven y viejo al mismo tiempo. La edad infantil no remite al Niño, sino a la incorruptibilidad y eterna juventud del Cordero del sacrificio. Además, en la cultura rusa, Emmanuel representa el principio de la Sofía, la Sabiduría a la que se refiere San Juan en el inicio de su Evangelio (Jn 1,1).
En este icono la túnica real se cubre con una sutil y refinada filigrana de oro que impregna en la tela la impalpabilidad de la luz no creada. El manto naranja deja al descubierto el brazo derecho que bendice y la rodilla opuesta.
El libro que se muestra se abre por el pasaje de Isaías que Cristo leyó en la sinagoga de Nazaret: "El Espíritu de Dios está sobre mí, porque me ha ungido... etc"
Los dos personajes a los pies son probablemente cortesanos o altos dignatarios del zar Alexei Michailovich (Siglo XVII).

Las lecturas ofrecen hoy a nuestra consideración a dos personajes cuya reacción ante la promesa de Dios es diametralmente opuesta: el rey Acaz, imagen del incrédulo, y José, figura del creyente. La fe de José esboza algunos rasgos de nuestra fe. De hecho él, portador del nombre de uno de los padres de Israel, revive la fe de los patriarcas. Como Abrahán, padre en la fe, José está dispuesto a seguir el camino confiado del proyecto de Dios. Es el hombre «justo», es decir, el que cree las promesas de Dios incluso cuando éstas resultan extrañas e improbables y, de cualquier modo, incómodas: su vida se ve convulsionada por el nacimiento de aquel cuyo nombre significa salvación. Ser salvados no significa, por lo tanto, caminar por un sendero llano; exige de cada uno de nosotros la disponibilidad a dejarse modificar en pensamientos, proyectos, opciones. El justo en la Biblia es aquel que permanece firmemente anclado en Dios, a pesar de los pesares, aunque tenga que quedarse solo.
Además José es el hombre obediente, dispuesto a renunciar a María y luego a acogerla en casa si ésta es la voluntad de Dios. A María, su prometida, en cierto sentido se la «quitan» para volvérsela a «dar» de modo más sublime, y él la recibe como don de Dios. La encuentra distinta de como pensaba y la acoge bajo una luz nueva porque Dios se la da, y la quiere con amor delicado, respetuoso, silencioso y desinteresado. Lo dicho vale análogamente para la relación con Jesús: José es desapropiado del hijo -porque aquel niño no es hijo de sus entrañas-, pero a la vez no es un padre «disminuido», desde el momento en que será él quien impondrá el nombre a Jesús. El justo José experimenta así lo que es el sentido de cualquier hijo, una realidad que no pertenece a sus progenitores y que, precisamente por eso, se acoge con gozo como promesa abierta a la esperanza.
La fe aparece, pues, como la condición en la que descubrimos con nueva luz el sentido de las cosas y de las relaciones más preciosas que vivimos.


«Pide un signo»: en nuestro camino, Señor, has diseminado múltiples signos de tu presencia, pero nosotros no podemos darnos cuenta de su poder sino en el momento en que de veras nos comprometemos contigo. Danos la gracia de abrirnos a ti y de acogerlos.
Tu Palabra con frecuencia se reduce para nosotros a una serie de pobres signos, trazados sobre el papel, hasta que nos decidimos a hacerla nuestra, a meditarla y a asumirla como alimento de nuestro espíritu. La Eucaristía nos parece un simple trozo de pan si no nos acercamos con fe y no lo acogemos como alimento de vida que engendra en nosotros el amor. Nuestros hermanos con frecuencia no tienen nada de excepcional, hasta que no los miramos bajo el prisma de tu amor que hace de todos nosotros tu cuerpo, una Iglesia en la que aprendemos a conocerte y a amarte.
No permitas, Señor, que pasen desapercibidos estos signos preciosos de tu presencia. Eres tú mismo quien nos los da, no dejes que los rechacemos, como Acaz, por temor a comprometernos en la vida de fe. Al contrario, refuerza y guarda en nosotros la fe obediente del justo José.

Vídeo del día:
http://www.youtube.com/watch?v=TYnyvapc26c

Lecturas del día:
http://www.ciudadredonda.org/calendario-lecturas/evangelio-del-dia/?f=2013-12-22

EXPERIENCIA INTERIOR

El evangelista Mateo tiene un interés especial en decir a sus lectores que Jesús ha de ser llamado también “Emmanuel”. Sabe muy bien que puede resultar chocante y extraño. ¿A quién se le puede llamar con un nombre que significa “Dios con nosotros”? Sin embargo, este nombre encierra el núcleo de la fe cristiana y es el centro de la celebración de la Navidad.
Ese misterio último que nos rodea por todas partes y que los creyentes llamamos “Dios” no es algo lejano y distante. Está con todos y cada uno de nosotros. ¿Cómo lo puedo saber? ¿Es posible creer de manera razonable que Dios está conmigo, si yo no tengo alguna experiencia personal por pequeña que sea?
De ordinario, a los cristianos no se nos ha enseñado a percibir la presencia del misterio de Dios en nuestro interior. Por eso, muchos lo imaginan en algún lugar indefinido y abstracto del Universo. Otros lo buscan adorando a Cristo presente en la eucaristía. Bastantes tratan de escucharlo en la Biblia. Para otros, el mejor camino es Jesús.
El misterio de Dios tiene, sin duda, sus caminos para hacerse presente en cada vida. Pero se puede decir que, en la cultura actual, si no lo experimentamos de alguna manera dentro de nosotros, difícilmente lo hallaremos fuera. Por el contrario, si percibimos su presencia en nuestro interior, nos será más fácil rastrear su misterio en nuestro entorno.
¿Es posible? El secreto consiste, sobre todo, en saber estar con los ojos cerrados y en silencio apacible, acogiendo con un corazón sencillo esa presencia misteriosa que nos está alentando y sosteniendo. No se trata de pensar en eso, sino de estar “acogiendo” la paz, la vida, el amor, el perdón… que nos llega desde lo más íntimo de nuestro ser.
Es normal que, al adentrarnos en nuestro propio misterio, nos encontremos con nuestros miedos y preocupaciones, nuestras heridas y tristezas, nuestra mediocridad y nuestro pecado. No hemos de inquietarnos, sino permanecer en el silencio. La presencia amistosa que está en el fondo más íntimo de nosotros nos irá apaciguando, liberando y sanando.
Karl Rahner, uno de los teólogos más importantes del siglo veinte, afirma que, en medio de la sociedad secular de nuestros días, “esta experiencia del corazón es la única con la que se puede comprender el mensaje de fe de la Navidad: Dios se ha hecho hombre”. El misterio último de la vida es un misterio de bondad, de perdón y salvación, que está con nosotros: dentro de todos y cada uno de nosotros. Si lo acogemos en silencio, conoceremos la alegría de la Navidad.

De  Eclesalia.net



miércoles, 18 de diciembre de 2013

ENCERRADOS EN MUNDOS FICTICIOS

          Vísperas de Navidad. Cada uno con sus belenes. Todo el mundo con sus preparativos. Compras, regalos, lotería... A otros les da por hacerse mesías ellos mismos y forjadores de nuevos pueblos y nos traen a todos al retortero. Otros se encierran en sus propias ideas que esgrimen contra todos los demás. La vaciedad interior y la carencia de proyectos vitales son el mejor caldo de cultivo del fanatismo y la demagogia. A algunos les encanta este papel. Y de golpe, ¡zas! En Alcalá de Gaudaira, fallecen un matrimonio y una hija de 14 años porque, acuciados por la necesidad, ingieren jamón o pescado, o vaya usted a saber qué, en malas condiciones. Llaman a los servicios médicos y no parece que éstos hayan acertado en la emergencia. No son hospitalizados, quedan en casa y, cuando se produce una segunda llamada, ya es tarde para salvar esas vidas.  Increíble. ¿Cómo puede ocurrir todo esto en esta España del bienestar? La pérdida de estas vidas es grave, gravísima. Las circunstancias han permitido que todo salga inmediatamente a la luz como un fogonazo de cañón. Pero hay muchos españoles que ruedan y ruedan lanzados al tobogán de la deshumanización: pérdida de trabajo, unos meses de subsidio de desempleo, venta de chatarra o cartones, búsqueda de alimentos descartados por otros en contenedores, exclusión y marginación. No son dos ni cuatro. Son legión.

            Mientras tanto, los españolitos a quienes nos va bien, a consumir, a celebrar las navidades como si nada ocurriera a nuestro alrededor, a pretender enriquecernos con la lotería... Profesionales, sobre todo los autodenominados progresistas, a hacer huelgas y manifestaciones. Sindicatos y políticos a vivir del chollo y a pelearse unos con otros por cuatro ideítas de las que ninguna vale un comino, porque no arreglan nada y no dan de comer a los pobres. Algunos acuden a la amenaza del “estallido social” que ellos mismos jalean. Pero de cambiar el corazón, nada de nada.

            Tampoco nos agrada mirar fuera de nuestras fronteras. Lo que pasa en Siria, en la República Centroafricana, en Mali, en Filipinas... nos queda muy lejos. Felizmente no todos entran en este saco de la insolidaridad repugnante y del ciego y torpe egoísmo. Pero hay todavía demasiados que no quieren enterarse: hemos de defendernos de los africanos que vienen a quitarnos el pan, la asistencia médica o lo que sea. Si hay que levantar vallas con cuchillas asesinas, se levantan y no pasa nada. Así nos va. La insustancialidad se ha adueñado de nuestra sociedad. La hartura de unos y el hambre de otros produce hastío, vacío existencial, tristeza infinita...

            ¿No habrá llegado el momento de vivir y celebrar la Navidad de otra manera? “La alegría del evangelio llena el corazón y la vida entera de los que se encuentran con Jesús. Los que se dejan salvar por Él son liberados del pecado, de la tristeza, del vacío interior, del aislamiento” (Comienzo de la Exhortación La alegría del Evangelio del papa Francisco). Si buscásemos un tantico este encuentro con Jesús y su Evangelio...


                                                                                    JOSÉ MARÍA YAGÜE

martes, 17 de diciembre de 2013

EL SILENCIO, EN SAN JUAN DE LA CRUZ

Silencio... Hacía unos momentos sonaba la campana de una iglesia cercana, pero ahora, sólo silencio, sin músicas de fondo, sin comentarios...
Son las 12 de la noche, 14 de diciembre de 1591, un silencio sin poesía, sin acordes, acompaña el último suspiro de un enamorado. Se ha ido solo, nadie acompaña en la última travesía. Aquel hombre, sin talla aparente, ha vivido en un puñado de años una arriesgada aventura de silencio y soledad, ajeno de aprobaciones humanas. Ahora, Juan de la Cruz, se va sin ruidos, se deja...
- Nació en Fontiveros, en el silencio de un amor sin conveniencias sociales.
- Vivió buscando silencio para no distraer la música que le llevaba donde, secretamente, sólo moraba quien él bien sabía; buscando el silencio que le devolviera alguna verdad de su Amor.
- Murió en el silencio de una noche de diciembre...
Cuánto frío parece penetrarnos al resumir pobremente tanta vida escondida! ¡Cuánto frío, si no adivináramos la pasión que ardía en el corazón de aquel juglar al margen, aquel cantor descuidado e ignorante de todo aplauso! Juan es de aquella época y aquella condición en la que los cantores y las canciones nacían del silencio desnudo, del callado amor, cuando las palabras eran amasadas, tejidas al compás de una música callada, que cada uno ha de encontrar dentro, en su interior bodega.
Silencio de ruidos engañosos, que alejan de un amor, que alejan en la dirección equivocada: insatisfacción sin consuelo, guiños comerciales que dividen la mirada lejos de nuestro más profundo centro. Silencio que espera en desnudez y pobreza el regalo sencillo de tantos guiños sin brillo en los que nos saluda su Amor, sin habernos cansado para conquistarlo.
¡Cuánto necesitamos este silencio de Juan de la Cruz! ¿Para qué? Para encontrar la fuente que mana y corre, aunque es de noche, precisamente porque es de noche y nada vemos más allá, afortunadamente. Porque si viéramos dejaríamos de considerar hasta qué punto (todos) estamos heridos hacia un amor. ¡Cuánto necesitamos este silencio de Juan de la Cruz, para no contentarnos en ninguna palabra, en ningún discurso, en ninguna estrella fugaz, para dejar que nos sorprenda y alcance otra vez la frescura de su Voz recién nacida, la Voz del Amado! ¡Derriba, Dios de la vida, en nosotros tanto prejuicio, tanto miedo a entregarnos y no saber a dónde somos conducidos!
Y, por supuesto, silencio, para romper la vida y la copa en el brindis, con y por aquellos que no tienen voz, que no leerán esto, porque no hace falta. Aquellos que no se fían de ninguna palabra (con tanta razón), y esperan ser curados en cercanía y ternura silenciosa, sin contentadoras palabras. Porque, al fin, también esto palabras son, y se van, afortunadamente, con el viento, mientras sólo nos queda el silencio, y un amor, un amor.
 "Quedéme y olvidéme,
   el rostro recliné sobre el Amado,
 cesó todo, y dejéme,
dejando mi cuidado
    entre las azucenas olvidado"


Fuente:  Alfa y Omega

domingo, 15 de diciembre de 2013

RETIRO DE ADVIENTO EN LA UP





AVISOS SEMANA 16 DE DICIEMBRE

Rezaremos la Oración de Vísperas de la Iglesia de lunes a viernes en los dos templos y la misa comenzara quince minutos antes:
 6:30 h. en la Anunciación del Señor
 7:15 h. en San Mateo

Lunes 16 
-  Taller de punto a las 5 en los locales de la Anunciación.
-  Se reúne el Grupo de Mayores a las 5 en centro de la Anunciación del Señor.
-  A las 8 tendremos Celebración Penitencial de Adviento en la Iglesia de la Anunciación del Señor.

Miércoles 18
-  A las 5 en el templo de la Anunciación del Señor habrá Oración de Silencio, con exposición del Santísimo.
-  A las 8 Celebración Penitencial de Adviento en la Iglesia de San Mateo.

Jueves 19
-  Clases de Guitarra de la UP a las 5 en los locales de la Anunciación.
-  Exposición del Santísimo a las 8 en la Iglesia de San Mateo.

El festival de Navidad será el día 22 de Diciembre (Domingo) de 5 a 7 de la tarde en el Salón de Actos de la Gaceta (Avda. de los Cipreses) donde todos los grupos de la UP nos ofrecerán representaciones, villancicos, teatrillos... para  alegrarnos del nacimiento del Hijo de Dios. Os esperamos hasta llenar aforo.

sábado, 14 de diciembre de 2013

SAN JUAN DE LA CRUZ

Qué bien sé yo la fonte que mana y corre,
aunque es de noche.

1. Aquella eterna fonte está escondida,
que bien sé yo do tiene su manida,
aunque es de noche.

2. Su origen no lo sé, pues no le tiene,
mas sé que todo origen de ella tiene,
aunque es de noche.

3. Sé que no puede ser cosa tan bella,
y que cielos y tierra beben de ella,
aunque es de noche.

4. Bien sé que suelo en ella no se halla,
y que ninguno puede vadealla,
aunque es de noche.

5. Su claridad nunca es oscurecida,
y sé que toda luz de ella es venida,
aunque es de noche.

6. Sé ser tan caudalosos sus corrientes.
que infiernos, cielos riegan y las gentes,
aunque es de noche.

7. El corriente que nace de esta fuente
bien sé que es tan capaz y omnipotente,
aunque es de noche.

8. El corriente que de estas dos procede
sé que ninguna de ellas le precede,
aunque es de noche.

9. Aquesta eterna fonte está escondida
en este vivo pan por darnos vida,
aunque es de noche.

10. Aquí se está llamando a las criaturas,
y de esta agua se hartan, aunque a oscuras
porque es de noche.

11. Aquesta viva fuente que deseo,
en este pan de vida yo la veo,
aunque es de noche.




jueves, 12 de diciembre de 2013

TERCER DOMINGO DE ADVIENTO

"Dichoso el que se apoya en el Señor su Dios. Él mantiene por siempre su fidelidad"  (Sal 145,5-6)

Deesis. Siglo XII. Monasterio de Santa Catalina. Sinaí.
El icono de la Déesis (Intercesión) es uno de las imágenes más frecuentes de la iconografía,
ocupando un lugar central en el iconostasio. En él se representa a Nuestro Señor Jesucristo en el trono bendiciendo, con la Palabra en la mano izquierda. A su lado, la Virgen y San Juan Bautista interceden por toda la humanidad.

Por boca de Isaías, Dios promete un mundo nuevo, construido a partir de los últimos: los desfallecidos cobran ánimo, los ciegos y sordos podrán ver y oír, a los débiles se les ayuda en su camino incierto. ¿Hemos visto alguna vez algo semejante? ¿Quién está en un mar de sufrimientos frente al que nos sentimos impotentes? Además, junto a las enfermedades, prolifera aún más el mal que creamos nosotros con nuestras injusticias. ¿Hay alguien capaz de limpiar la tierra, para convertirla en un mundo de justicia según ese proyecto cantado por Isaías?
La respuesta de Jesús al Bautista todavía es válida para nosotros hoy: Jesús ya está llevando a cabo este cambio; nos da signos, pero debemos darles crédito, siguiéndole por el camino que ha elegido. El Reino de Dios llega sin ruido (será instaurado definitivamente sobre una cruz), pero si creemos podremos experimentar su fuerza y también nosotros nos comprometeremos en el verdadero cambio del mundo.
«Dichoso el que no se escandalice de mí»: en concreto viene a ser una llamada a creer. La vida aparentemente sigue como siempre, pero dichoso el que no se escandaliza de la forma “humilde” de la presencia del Mesías, sino que, por el contrario, reconocen en él la verdadera presencia de la acción de Dios que cambia y salva al mundo. El que ha conocido en Jesús la pasión de Dios por el hombre, sabe comprometerse en la caridad, aunque no pueda enjugar todas las lágrimas del mundo, consciente de que sólo Dios puede salvar a la humanidad del mal.
Nuestra fe, la fe de la comunidad cristiana, se manifestará, según la enseñanza de Santiago, en un conjunto de obras, no vistosas sino preciosas, las obras cotidianas de una comunidad que, convertida a la esperanza, se apasiona por el destino de la humanidad, y aunque sufre por la lentitud, no se encoge de ánimo sino que lo ensancha abriéndolo al proyecto “increíble” de Dios.


«Dichoso quien no se escandalice de mí»: sostén nuestra fe, Señor Jesús, cuando esté a punto de escandalizarse por tu “debilidad”. Danos la convicción y la sabiduría que animaba a tu apóstol Santiago: él, que conocía bien las promesas de Isaías, ha creído que tú las has realizado, aunque aparentemente parecía que nada había cambiado en el mundo tras tu paso. Danos también a nosotros la paciencia del agricultor, para sembrar esperanza.
Haz que acojamos con agradecimiento tu evangelio de gozo, la buena noticia a los pobres y enséñanos la paciencia; danos una fe firme. Concédenos la dicha de ser tus discípulos, tu misma alegría, la alegría del Padre en hacer el bien, aunque nos toque aparecer como perdedores.
Reaviva en nosotros la memoria de los beneficios recibidos, para que aún hoy podamos apostar por tu evangelio y para que, aunque no reconozcamos tus caminos, continuemos como el Bautista siéndote fieles.


Vídeo de la semana:

Lecturas del día:

CURAR HERIDAS

La actuación de Jesús dejó desconcertado al Bautista. Él esperaba un Mesías que extirparía del mundo el pecado imponiendo el juicio riguroso de Dios, no un Mesías dedicado a curar heridas y aliviar sufrimientos. Desde la prisión de Maqueronte envía un mensaje a Jesús: “¿Eres tú el que ha de venir o tenemos que esperar a otro?”.
Jesús le responde con su vida de profeta curador: “Decidle a Juan lo que estáis viendo y oyendo: los ciegos ven y los inválidos andan; los leprosos quedan limpios y los sordos oyen; los muertos resucitan y a los pobres se les anuncia la Buena Noticia”. Este es el verdadero Mesías: el que viene a aliviar el sufrimiento, curar la vida y abrir un horizonte de esperanza a los pobres.
Jesús se siente enviado por un Padre misericordioso que quiere para todos un mundo más digno y dichoso. Por eso, se entrega a curar heridas, sanar dolencias y liberar la vida. Y por eso pide a todos: “Sed compasivos como vuestro Padre es compasivo”.
Jesús no se siente enviado por un Juez riguroso para juzgar a los pecadores y condenar al mundo. Por eso, no atemoriza a nadie con gestos justicieros, sino que ofrece a pecadores y prostitutas su amistad y su perdón. Y por eso pide a todos: “No juzguéis y no seréis juzgados”.
Jesús no cura nunca de manera arbitraria o por puro sensacionalismo. Cura movido por la compasión, buscando restaurar la vida de esas gentes enfermas, abatidas y rotas. Son las primeras que han de experimentar que Dios es amigo de una vida digna y sana.
Jesús no insistió nunca en el carácter prodigioso de sus curaciones ni pensó en ellas como receta fácil para suprimir el sufrimiento en el mundo. Presentó su actividad curadora como signo para mostrar a sus seguidores en qué dirección hemos de actuar para abrir caminos a ese proyecto humanizador del Padre que él llamaba “reino de Dios”.
El Papa Francisco afirma que “curar heridas” es una tarea urgente: “Veo con claridad que lo que la Iglesia necesita hoy es una capacidad de curar heridas y dar calor, cercanía y proximidad a los corazones… Esto es lo primero: curar heridas, curar heridas”. Habla luego de “hacernos cargo de las personas, acompañándolas como el buen samaritano que lava, limpia y consuela”. Habla también de “caminar con las personas en la noche, saber dialogar e incluso descender a su noche y oscuridad sin perderse”.
Al confiar su misión a los discípulos, Jesús no los imagina como doctores, jerarcas, liturgistas o teólogos, sino como curadores. Su tarea será doble: anunciar que el reino Dios está cerca y curar enfermos. 


De  Eclesalia.net

martes, 10 de diciembre de 2013

ELLOS VERÁN LA BELLEZA DE DIOS

            Cuando queremos comentar algunos pasajes de la Biblia, es frecuente sentir una especie de pudor. Consiste este pudor en que no hay posibilidad de que el comentario aclare o supere en nada que el mismo texto dice. Lo he sentido hoy al leer y releer los textos de la liturgia del domingo próximo. Todos nos invitan a la alegría y a la esperanza. No por comodidad, sino porque me parece que los textos son insuperables, dejo que hablen Isaías, el apóstol Santiago y el mismo Jesús.

            Ellos verán la gloria del Señor, la belleza de nuestro Dios. Fortaleced las manos débiles, robusteced las rodillas vacilantes; decid a los cobardes de corazón: “sed fuertes, no temáis”. Mirad a vuestro Dios, que trae el desquite, viene en persona, resarcirá y os salvará”. Se despegarán los ojos del ciego, los oídos del sordo se abrirán, saltará como un ciervo el cojo, la lengua del mudo cantará... en cabeza, alegría perpetua; siguiéndolos, gozo y alegría. Pena y aflicción se alejarán (Is 35, 1-6.10).  Esto está dicho en tiempos muy difíciles. El pueblo desterrado. La Ciudad Santa destruida. Los campos, yermos. La historia cambió la suerte de Israel. Se reconstruyeron murallas y Templo. La ciudad se llenó de risas y cantares. En la fe de Israel está claro que esto se debe a Dios. Él suscitó al libertador (Ciro) y envió a su pueblo los líderes que levantaron la moral del pueblo.

            ¿Nos atreveremos nosotros a esperar y desear al Señor que viene? No viene con cargas nuevas; llega para sanar, para ponerse a la cabeza de la fiesta, para mostrarnos la gloria del Señor. En la actualidad, ya nos ha mandado por delante al papa Francisco que nos habla de la alegría del evangelio, de sanar heridas en el campo de batalla, de incorporar a los excluidos por la pobreza o la enfermedad. ¿Colaboraremos, secundaremos este empeño? Si es así, con seguridad la salvación y la alegría están más cerca de cuanto podíamos imaginar.

            Tened paciencia, hermanos, hasta la venida del Señor. El labrador aguarda paciente el fruto valioso de la tierra, mientras recibe la lluvia temprana y tardía. Tened paciencia también vosotros, manteneos firmes, porque la venida del Señor está cerca. (Carta de Santiago 5, 7-10). Otra vez la paciencia. Es decir, el aguante, la resistencia al mal, el cultivo de las buenas semillas del corazón, el sembrar cada día esas pequeñisimas cosas buenas a nuestro alcance. Y dejar a un lado cada hora la pequeña o grande queja, la amargura, el resquemor, la impaciencia de querer lograr ya la satisfacción de todos los gustos y deseos. La cosecha de una alegría mayor será abundante y recogida en su tiempo.

            Id y anunciad lo que estáis viendo y oyendo: los ciegos ven, los cojos andan, los leprosos quedan limpios, y los sordos oyen; los muertos resucitan y a los pobres se les anuncia el Evangelio. 

            Ya ocurrió. Dios lo hizo en Jesús. Y ocurre donde hay fe. Es posible. Dios lo hace.

          
                                                            JOSÉ MARÍA YAGÜE

sábado, 7 de diciembre de 2013

OPERACIÓN VIVIENDA EN LA UNIDAD PASTORAL (1)


El grupo de matrimonios jóvenes de la Unidad Pastoral comienza mañana, con motivo de la operación vivienda de Cáritas, una actividad consistente en ofrecer casitas elaboradas por ellos con el fin de recaudar donativos para los alquileres en nuestro barrio Garrido, a partir de este domingo después de misa.
Además, esta acción la quieren extender a los bares y comercios del barrio. 



AVISOS SEMANA 9 DE DICIEMBRE

Rezaremos la Oración de Vísperas de la Iglesia de lunes a viernes en los dos templos. La misa comenzara 15 minutos antes:
 6:30 h. en la Anunciación del Señor
 7:15 h. en San Mateo

Martes 10
-  A las 5,30 h. se reúne el Grupo de la Legión de María en los locales de San Mateo.

Miércoles 11
-  A las 5 de la tarde, en el templo de la Anunciación del Señor habrá Oración de Silencio, con exposición del Santísimo

Jueves 12
-  Clases de Guitarra de la UP a las 5 en los locales de la Anunciación.  
-  A las 9 de la noche en el monasterio de las Dueñas (Gran Vía abajo) se celebra la Vigilia de Adviento para Jóvenes.

Viernes 13
-  A las 8 nos reuniremos de forma puntual el Grupo de Doctrina Social de la Iglesia en el Centro de la Anunciación del Señor.

RETIRO DE ADVIENTO.
Como ya se ha anunciado,  será el 14 de Diciembre en el Colegio de San Agustín. Es necesario que tengamos tiempo de silencio y oración. Hay que apuntarse para calcular el numero de personas y quienes que quedan a comer. El plazo estará abierto desde 25 de Noviembre hasta 11 de Diciembre y apuntarse en el Despacho o en las sacristías antes de misa.

El Festival de Navidad será el día 22 de Diciembre (Domingo).  Podrán participar todos los grupos de la Unidad Pastoral con el fin de que sea una entrada en la alegría y el gozo del nacimiento del Hijo de Dios. (Animaros y lo comunicáis en el despacho)

jueves, 5 de diciembre de 2013

RECORRER CAMINOS NUEVOS

Por los años 27 o 28 apareció  en el desierto del Jordán un profeta original e independiente que provocó un fuerte impacto en el pueblo judío: las primeras generaciones cristianas lo vieron siempre como el hombre que preparó el camino a Jesús.
Todo su mensaje se puede concentrar en un grito: “Preparad el camino del Señor, allanad sus senderos”. Después de veinte siglos, el Papa Francisco nos está gritando el mismo mensaje a los cristianos: Abrid caminos a Dios, volved a Jesús, acoged el Evangelio.
Su propósito es claro: “Busquemos ser una Iglesia que encuentra caminos nuevos”. No será fácil. Hemos vivido estos últimos años paralizados por el miedo. El Papa no se sorprende: “La novedad nos da siempre un poco de miedo porque nos sentimos más seguros si tenemos todo bajo control, si somos nosotros los que construimos, programamos y planificamos nuestra vida”. Y nos hace una pregunta a la que hemos de responder: “¿Estamos decididos a recorrer los caminos nuevos que la novedad de Dios nos presenta o nos atrincheramos en estructuras caducas, que han perdido capacidad de respuesta?“.
Algunos sectores de la Iglesia piden al Papa que acometa cuanto antes diferentes reformas que consideran urgentes. Sin embargo, Francisco ha manifestado su postura de manera clara: “Algunos esperan y me piden reformas en la Iglesia y debe haberlas. Pero antes es necesario un cambio de actitudes”.
Me parece admirable la clarividencia evangélica del Papa Francisco. Lo primero no es firmar decretos reformistas. Antes, es necesario poner a las comunidades cristianas en estado de conversión y recuperar en el interior de la Iglesia las actitudes evangélicas más básicas. Solo en ese clima será posible acometer de manera eficaz y con espíritu evangélico las reformas que necesita urgentemente la Iglesia.
El mismo Francisco nos esta indicando todos los días los cambios de actitudes que necesitamos. Señalaré algunos de gran importancia. Poner a Jesús en el centro de la Iglesia: “una Iglesia que no lleva a Jesús es una Iglesia muerta”. No vivir en una Iglesia cerrada y autorreferencial: “una Iglesia que se encierra en el pasado, traiciona su propia identidad”. Actuar siempre movidos por la misericordia de Dios hacia todos sus hijos: no cultivar “un cristianismo restauracionista y legalista que lo quiere todo claro y seguro, y no halla nada”. “Buscar una Iglesia pobre y de los pobres”. Anclar nuestra vida en la esperanza, no “en nuestras reglas, nuestros comportamientos eclesiásticos, nuestros clericalismos”. 


De  Eclesalia.net

miércoles, 4 de diciembre de 2013

SEGUNDO DOMINGO DE ADVIENTO. LA INMACULADA CONCEPCIÓN.

"Alégrate, María, llena de gracia, el Señor está contigo"  (Lc 1,28)

Árbol de Jesé. Siglo XVII. Galería Tretjakov. Moscú.
La compleja composición de este icono se inserta dentro de un arco polilobulado, que representa un suntuoso templo, símbolo del paraíso, en cuyo interior se levanta el frondoso árbol de la genealogía de Cristo. Como frutos producidos por este árbol, en las ramas aparecen los bustos de los antepasados de Cristo, de los profetas y de los justos que prefiguraron su venida al mundo. El tronco del árbol está formado por siete medallones decorativos: en el inferior aparece el rey David, sentado en el trono y tocando el salterio; en el superior se halla la Madre de Dios con el niño sobre las rodillas; en los cinco medallones intermedios se encuentran los reyes de la estirpe de David. A izquierda y derecha de cada uno de los medallones salen ramas, cada una compuesta a su vez de seis medallones, con bustos y escenas evangélicas. Sobre cada uno de los medallones, a excepción de los de la fila superior, se encuentran representadas otras figuras de antepasados de Cristo y de profetas con rollos en las manos.
En la base del árbol, como su raíz, sobre un fondo verde, está la figura recostada del progenitor Jesé, padre del rey David. Pero la genealogía de Cristo hunde sus raíces más profundas hasta Abrahán, como indica el artista representándole en las ramas inferiores a él y a sus descendientes: Isaac y Jacob.
Debajo del árbol hay una serie de personajes, profetas y profetisas de la antigüedad , filósofos y sabios del mundo pagano, a los que los escritores y enciclopedistas cristianos atribuían dichos y testimonios relativos a Cristo. Por otro lado, las representaciones de los antepasados de Cristo se alternan a menudo con personajes que no están ligados a él por vínculos de sangre. Por ejemplo, en la rama más alta, a derecha e izquierda de la Madre de Dios sentada en el trono, puede verse a san José, san Efrén, san Juan Bautista y el anciano Simeón. Más abajo puede verse al profeta Isaías, los tres jóvenes en el horno, el profeta Daniel y otros justos del Antiguo Testamento. El icono representa, pues, una especie de exposición del plan de salvación del género humano proyectado por Dios, de la creación de la Iglesia cristiana en la tierra, de la que la Virgen constituye la primera piedra visible en la nueva alianza.


"Se ha edificado el templo en el que será recibido el Creador, porque se ha dispuesto una morada acogedora para el Verbo creador de todas las cosas; una nube de luz envuelve al Sol de justicia; se ha erigido un tálamo de divino esplendor para el Esposo inmortal; se ha hecho una vestidura de tela divina para el que cubre el cielo de nubes; se ha preparado un encuentro nupcial para el que entrelaza las estaciones con los tiempos y los años"
                                Teodoro Estudita. Sobre la Natividad de nuestra Señora la Madre de Dios.

Lecturas del día:
http://www.aciprensa.com/Maria/Inmaculada/lecturas.htm

Vídeo de la semana:
http://www.youtube.com/watch?v=E7Y1jqF02L8


martes, 3 de diciembre de 2013

VA DE PUENTES

            Este fin de semana tenemos el tan esperado puente de la Constitución y la Inmaculada. Con la particularidad de que este año la Inmaculada cae en domingo. Ese puente tan esperado para profesores y alumnos que ya vienen cansados de un largo trimestre. Que es el más duro por aquello de que profesor y alumnos tienen que conocerse, adaptarse... no digamos nada para aquellos niños que están empezando a leer. Siempre he pensado que lo más difícil es aprender las letras y saber unirlas. A partir de ahí, ya viene todo de corrido. Vaya de paso mi admiración a maestros y maestras que enseñaron y enseñan las primeras letras a los niños. Como sé del mucho amor que ponen en este empeño, les felicito de corazón.

            Pero vamos a lo de los puentes. Sin ellos no es posible atravesar los ríos caudalosos, a no ser con mucho tiempo y coste. Viví durante algunos años a las orillas del río Madre de Dios, uno de los afluentes del Amazonas. Entonces no había puente. Había que surcar las aguas en barca. Mucho tiempo, algún dinero, a veces larga espera, sobre todo cuando tenías que pasar el coche para seguir viaje por la otra orilla. El catamarán podía tardar horas, si tenías que hacer cola. Hoy, se ha construido un hermoso puente de casi un kilómetro, por el que se transita caminando o en coche con toda comodidad y rapidez.

            Hay otros traslados y otras orillas que es menester alcanzar en la vida. Si nos quedamos en nuestro pequeño mundo, la vida se hace anodina. Nos convertimos en juguetes, consumidores, ansiosos buscadores de una felicidad y de una paz que o no llega, y nos deprimimos, o se alcanza a costa de narcotizarnos a nosotros mismos. Es el camino que hallan o hallamos muchos en esta nuestra cacareada sociedad del bienestar y del consumo.

            Cuando Jesús de Nazaret invitó a sus discípulos a cruzar a la otra orilla no era sólo el lago de Galilea lo que tenían que cruzar. Se les proponían otros horizontes, otras metas. Por eso se hizo presente en medio de la noche y del mar para hacer posible que su barca tocase puerto de inmediato en medio de la tormenta (Juan 6, 21).

            Nos empeñamos los humanos en escalar el cielo y ser dioses, como Adán o Prometeo, sin tiempos, espacios, puentes y porteadores. Por nosotros mismos. Imposible. La historia nos muestra los fracasos de tal pretensión. Hoy vivimos uno de esos fracasos espeluznantes: una sociedad descarriada, excelsa en los progresos técnicos y deplorable en el orden moral. Enferma. Duelen todas las junturas de los miembros: víctimas y verdugos, ricos y pobres, nacionalismos, norte y sur, derechas e izquierdas, corrupción allí donde menos había que esperarla. Hasta la naturaleza se resiente porque enviamos hacia arriba toneladas de gases contaminantes. Hay que buscar y encontrar EL PUENTE. Está ahí. Se llama Jesucristo. ¿Nos acordaremos de él, ahora que celebramos su venida a la tierra para acompañarnos y llevarnos al Puerto de la concordia y la solidaridad. ¡Ah! Viene de la mano de María, la sin mancha, la llena de gracia y de solícita ternura hacia los que la invocamos.


                                                                                JOSÉ MARÍA YAGÜE

lunes, 2 de diciembre de 2013

ESPERAR Y VIGILAR

Adviento significa Venida, Llegada. Durante este tiempo litúrgico las Iglesias cristianas se preparan para conmemorar, con el corazón y el espíritu preparado, hacer presente y celebrar con inmensa alegría el nacimiento de Jesús. Dos de las características principales de este tiempo que debemos potenciar son la esperanza y la vigilia.
Vigilar, estar atentos. No perder detalle. Abrir los ojos físicos y los de las entrañas para “ver” lo que ocurre a nuestro alrededor, las alegrías y los sufrimientos de las personas que nos rodean, de los pueblos que están más allá de nuestras fronteras, muchas veces en situaciones dramáticas. Para compartir los gozos y las ilusiones, los anhelos de tanta gente que busca un mundo más fraterno, libre y justo.
Vigilar para que no nos engañen. Los políticos de distintos signos, los economistas, la ONU, el FMI y el BM. Las jerarquías de cualquier índole. Vigilar junto a otras personas que nos ayuden a descubrir esos engaños. En redes, unidos, entrelazados. Para no sentirnos solos e impotentes ante tanta injusticia, tan inhumanos y salvajes recortes, tanta humillación, marginación y exclusión, sobre todo de los más débiles y empobrecidos. Para iluminarnos los unos a los otros, para pasarnos las lámparas encendidas, las informaciones alternativas, las derrotas y los logros de tantas mujeres y hombres a lo largo y ancho de la tierra. Vigilar, para no caer en la tentación de aliarnos con el poder, de tirar la toalla, de sentirnos impotentes, de llegar a decir “no puedo más y aquí me quedo”.
Y la esperanza, para mantener la ilusión, para resucitar los anhelos, para seguir sonriendo a pesar de todo, para seguir luchando por otro mundo más fraterno y justo, hoy más necesario que nunca: el mundo de nuestra cotidianidad, de nuestro círculo más íntimo, sin olvidar jamás el que se abre más allá del horizonte, tan nuestro como el más cercano.
Esperanza para poder seguir diciendo “Ven, Señor Jesús”, sin que suene a escapismo, a falsa seguridad, a un espiritualismo desencarnado. Para que Dios haga por nosotros lo que está en nuestras manos llevar a cabo. Sin mirar al cielo, esperando la vuelta de Alguien que pensamos que se fue hace dos mil años, cuando jamás ha dejado de estar presente en nuestra Tierra, encarnado en este planeta devastado, expoliado, polucionado; en las mujeres víctimas de violencia machista; en los africanos que intentan llegar a nuestras costas en frágiles pateras o saltando una verja vergonzosa; en los enfermos, ancianos, extranjeros que no pueden pagar las medicinas o son excluidos de nuestra Sanidad; en las mujeres y niñas prostituidas por mafias sin alma; en los hombres y mujeres obligados a sufrir el drama del paro; en los jóvenes que tienen que salir de su país para poder sobrevivir con cierta dignidad… y tantas injusticias y vejaciones más del ser humano que se dan en nuestro días.
No miremos más al cielo. Mirémonos a nosotros mismos, dentro de nosotros/as. Para descubrir nuestras incoherencias, sumisiones, connivencias, dejaciones… para intentar cambiar con la ayuda de los demás y de nuestro buen Dios. Vigilemos, observemos, abramos los ojos a otra realidad que está ya en las entrañas de esta misma realidad. Esperemos, luchando, trabajando, esforzándonos.
Dios Madre y Padre, su Hijo Jesús, el Espíritu de fuerza y amor nos habita desde el primer momento de nuestra existencia. Decir Ven es tomar conciencia de esta presencia. Entonces nuestra debilidad adquirirá una enorme potencia, cuando vivamos y nos desvivimos junto al Crucificado, es decir, junto a los crucificados de la historia, para resucitar a una nueva vida, en una nueva tierra de solidaridad, paz y armonía. 


De  Eclesalia.net

domingo, 1 de diciembre de 2013

LA NOCHE ESTÁ AVANZADA. SE ACERCA EL DÍA.








AVISOS SEMANA 2 DE DICIEMBRE

Lunes 2
-  A partir del lunes 2 de diciembre hasta el día 24, de lunes a viernes rezo de Vísperas un cuarto de hora antes del inicio de la Eucaristía. Por lo tanto, a las 6:30 en la Anunciación y a las 7:15 en San Mateo.
-  Taller de punto de 5 a 6:30 en el centro de la Anunciación.

Martes 3
-  A las 4:30 Grupo de Mayores en el centro de San Mateo.

Miércoles 4
-  Oración de Silencio a las 5 en la Anunciación, con exposición del Santísimo.

Jueves 5
-  De 5 a 8 en el centro de la Anunciación, clases de guitarra de la UP.
-  Exposición del Santísimo a las 8 en San Mateo.

Rezo del Rosario de lunes a sábado a las 7 de la tarde en San Mateo para preparar la Fiesta de la Inmaculada Concepción.

Como se ha comunicado, el retiro de Adviento será el 14 de diciembre, sábado, en el Colegio de San Agustín. Apuntarse para calcular el número de personas y quiénes se quedan a comer. Plazo abierto para ello hasta el 11 de diciembre, en el despacho parroquial o en las sacristías antes de la Eucaristía.

Festival de Navidad el domingo 22. Podrán participar todos los grupos de la UP. Animaos y lo comunicáis en el despacho parroquial.