ESTOS SON MIS PRINCIPIOS. SI NO LE GUSTAN, TENGO OTROS. |
Como Groucho Marx, el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, tiene unos sólidos principios, pero si ve que no gustan en las encuestas, los cambia sin sonrojo. Es lo que ha sucedido con la retirada sin contemplaciones de la reforma de la Ley de aborto, que pretendía sustituir a la Ley Aído, la controvertida norma que motivó un recurso de inconstitucionalidad del PP y manifestaciones en toda España, a las que el propio Rajoy invitó a sumarse a los militantes de su formación. De ahí que este ejercicio de funambulismo político, además de ahondar en la ya preocupante desconfianza de la sociedad ante la clase política, deje el regusto muy amargo de que la defensa de los más débiles es fácilmente intercambiable por un puñado de votos.
De Vida Nueva
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