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miércoles, 1 de mayo de 2013

OS DOY MI PAZ, NO COMO LA DEL MUNDO




Los condenados del «caso Pallerols» no irán a la cárcel a la espera de indulto.
El banquero Alfredo Saenz deja el Banco Santander con 88 millones de jubilación.
El Can de Roca (Gerona) es el mejor restaurante del mundo.
EL GRAN PROBLEMA DE ESPAÑA HOY: LA “REMONTADA” DEL MADRID Y BARCELONA.

            Si la semana pasada los titulares de mi reflexión eran tomados de la Sagrada Escritura, hoy son de los periódicos, esa escritura menos sagrada pero que ha de ser leída, aunque no nos ofrezca precisamente buenas sino indignantes noticias.
            La cosa no llamaría tanto la atención si los titulares de ayer o anteayer no fueran que en España hay más de seis millones de parados, que no pocos niños se duermen en el Colegio porque están infraalimentados, que hay dos millones de familias sin ningún ingreso, que miles de presos se pasan años en la cárcel preventiva por delitos menores, o que cientos de familias son desalojadas de sus casas por no pagar sus hipotecas, una vez que han perdido su trabajo y su salario.... Y que perdieron trabajo y salario por la mala administración o el robo a secas de quienes piden indulto o se retiran –antes de que les retiren- con pensiones millonarias.
            Lo de la justicia igual para todos, proclamada retóricamente por nuestra Constitución, suena a escarnio. Y, claro, sin justicia no puede haber paz. Por eso no debe sorprendernos la indignación de la sociedad española, incluso de los más pacientes y sufridores. Ni tampoco que algunos españoles, hartos de la corrupción política, de la parálisis gubernamental, de las mentiras de los gobernantes que hacen lo contrario de lo que prometen... salgan a la calle para protestar.
            Es muy posible que en estas protestas paguen justos por pecadores. Por ejemplo, los niños que escuchan las lindezas que se dirigen a sus padres y que se asustan y trauman por las amenazas y las agresiones ante sus viviendas. Por ello, no estamos en esos acosos ni los deseamos. Ni los justificamos. Menos aún entendemos que nada menos que el Presidente del Consejo Superior de Justicia salga con la estupidez y la sinrazón de que esos acosos son manifestaciones de la libertad de expresión. Sólo por esto, este señor debería marcharse a su casa. ¡Qué vergüenza!
            Pero no extraña y es muy explicable que quienes lo han perdido todo pierdan también la paciencia y, sin otra cosa mejor que hacer, protesten e incendien las calles. Luego, claro está, en el río revuelto pescarán los aprovechados de turno, los que no supieron y nunca sabrán organizar en justicia, paz y concordia la convivencia entre españoles. Por más que pretendan darnos a todos lecciones de democracia y valores.
            Por todo ello, anhelamos y pedimos esa otra Paz que promete Nuestro Señor Jesucristo. “Mi paz”, esa que arranca de dentro, del corazón humano y desea, lucha por y promueve la paz de todos, personas, familias, sociedad... Paz imposible sin justicia. Por lo que las primeras y urgentes reformas en este nuestro desdichado país son la de la Justicia y la de la Administración Pública. Precisamente las que no quiere (cómplice) o no se atreve (cobarde) a emprender nuestro Gobierno. Pues basta de paños calientes y de inequidad, que es la mayor de las iniquidades.

                                                      JOSÉ MARÍA YAGÜE CUADRADO

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