"La caridad todo lo excusa, todo lo cree, todo lo espera,
todo lo aguanta" (1 Cor 13,7).
Sed santos porque Yo, el Señor, vuestro Dios, soy santo |
Da la impresión que el evangelio de hoy nos propone algo imposible
de practicar. Esta deducción nos parece lógica o, al menos, impregnada de
sentido común, pues experimentamos, incluso superficialmente, lo que sucede
dentro y fuera de nosotros. Y algo desencantados y, quizá, resignados nos
preguntamos: ¿el Dios de Jesucristo qué idea tiene del hombre para proponerle
semejante «osadía»? Inmediatamente podemos invertir la cuestión: ¿Qué imagen
nos hemos hecho de Dios para considerar utópico el horizonte que nos despliega
Jesús? Destruida la tablilla con el listado de penas calculadas sobre la base
de la ofensa cometida y desenmascarados por Dios, nos mostramos titubeantes
ante su modo de comportarse: «¿No puedo hacer lo que quiera con lo mío? ¿O
es que tienes envidia porque soy bueno?» (Mt 20,15).
Ésta es la santidad de Dios, su radical diversidad respecto
a la sabiduría del mundo. Sin embargo, corremos el riesgo de extraviarnos
cuando, fascinados y atraídos por su perfección, caminamos fijándonos sólo en
aquello que estimamos con sano realismo pero que apaga el interés de ese
«sueño» de Dios, ver las espadas transformadas en arados.
No es posible vivir odiando, en enemistad profunda e
irreversible. El daño interior provocado por una relación rota corroe nuestras
mejores energías, nos sumerge en la convicción de que, antes o después, el otro
pagará por cuanto ha hecho. El templo de Dios en nosotros se deteriora, y
sentimientos de revancha lo saquean, lo deforman, lentamente, a veces sin que
nos enteremos de ello hasta el momento en que, si no hemos apaciguado
constantemente nuestras palabras y nuestros gestos, sentimos desencadenarse en
nuestro interior una violencia devastadora. El perdón es el testamento escrito
por Jesús en la cruz, la herencia y la bendición otorgadas desde el costado
traspasado por donde pasa el odio esparcido a lo largo de las estaciones de la
historia humana y de las páginas menores de nuestra historia. Dios nos cura con
su perdón, que desciende como lluvia sobre justos e injustos para devolverles
la viveza a nuestras asperezas; un don a implorar, procedente de lo alto, que
podemos compartir con los otros.
Dios quiere que seamos perfectos en todos los órdenes y en
todas partes. Antiguamente, en la Ley, se decía: «Amarás al amigo y
odiarás al enemigo»; tal precepto fue dado por necesidad, y con carácter
provisional, a un pueblo terreno y carnal, por ello se explica este dicho: «Ojo
por ojo, diente por diente». Ahora, a un pueblo evangélico le han sido
entregados mandamientos de una doctrina celeste y de una justicia próxima a la
perfección; se nos ordena amar a los enemigos, amar a quien nos odia, orar por
quienes nos calumnian y persiguen; sólo de este modo mereceremos ser dignos
hijos de Dios, quien -bueno como es- al repartir sus dones no hace distinción
entre buenos y malos, justos e injustos: se trata de bienes que se gozan aquí
abajo, frutos de un don celeste del Padre. El Espíritu Santo, por boca de
Isaías, nos espolea a custodiar celosamente tales normas evangélicas cuando
proclama: «Escuchad la Palabra del Señor los que tembláis ante su Palabra.
Vuestros hermanos, que os detestan y os rechazan por mi causa, dicen: “Que el
Señor muestre su gloria para que veamos vuestra alegría”. Pues quedarán
confundidos». También David, y con rectitud, lo corrobora en un salmo: «Señor,
mi Dios: si he hecho eso, si he devuelto mal por mal, que quede desamparado
frente a mis enemigos» [...].
El Señor nos da a entender que es imposible alcanzar un amor
perfecto si sólo amamos a quienes estamos seguros de conseguir a cambio un amor
igual, pues -y no es ningún secreto- un amor parecido lo podemos ver entre los
paganos y los pecadores. El Señor quiere que superemos la ley del amor humano
mediante la ley del amor evangélico
(Cromacio de Aquilea, Comentario al
evangelio de Mateo, tratado 26,1,1-11,1).
Lecturas del día:
http://www.ciudadredonda.org/calendario-lecturas/evangelio-del-dia/?f=2014-02-23
Vídeo de la semana:
http://www.youtube.com/watch?v=0vA6M9zp2JU&list=UUUpxM9aeGr1dAVvlSX9VFdQ&feature=c4-overview
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