Charley Patton |
Considerado por muchos como el padre del blues rural del sur de los Estados Unidos, Charley Patton, fue el prototipo del bluesman. Vagabundo, mujeriego, bebedor, pendenciero.. en fin, "un mal ejemplo" que, cuando las cosas se ponían feas se arrepentía y, sumergiéndose en la lectura de la Biblia, pretendía dedicarse a predicar el Evangelio, para después volver nuevamente a la carretera para tocar de un garito a otro.
Su última grabación, en 1934, con Bertha Lee, su compañera, tiene el sugerente título de Oh, Death, y está impregnada de la premonición de su próxima muerte:
Señor, oh, Señor, sé que no me queda mucho tiempo
será pronto por la mañana, cuando la muerte llegue a mi habitación
............
silencio, silencio, alguien me está llamando
Señor, oh, Señor, sé que no me queda mucho tiempo
............
Unas semanas después, Patton yacía en su lecho de muerte. Se
pasó una semana rezando, repitiendo su oración favorita, grabada por él mismo
en 1929:
“Cuando Él descienda, su cabello será cual lana de oveja y
sus ojos cual llamaradas de fuego, y todos los hombres sabrán que es hijo del
verdadero Dios vivo… en torno a sus hombros habrá un arcoíris y sus pies serán
cual el bronce más exquisito… y levantará un árbol entre las doce clases de
viandas, y sus hojas serán el pecado redimido… y tú te sentarás tras una gran
roca que te amparará para siempre del viento y verás a veinticuatro ancianos
que se sentarán contigo y les hablarás de tu problema y de que acabas de llegar
del mundo”
Las grabaciones que nos ha llegado de él marcan un hito en la evolución del blues.
Emocionémonos escuchando Oh Death:
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