En un rincón de este mundo
me espera mi guarida.
Tú me aguardas en ella.
Estar a solas contigo.
Es mi más hondo deseo
te lo digo y lo pienso.
Dime ¿por qué no lo hago?
cuando me muero por ello.
No te cansas de esperarme.
Llevo ya tanto retraso
y además sin motivo
en un mar de incoherencias.
Será por las adherencias
que se me pegan a la piel.
Sólo tú puedes librarme,
pero me dejas muy libre.
Oculta en mi corazón
va creciendo la hoguera
que pronto va a desatarme
quemando las ataduras
que intentan retenerme.
Tú que vives en mi pecho
sopla sobre este fuego,
no me importa si muero
en este dulce incendio.
Oh amor ven a buscarme
llévame entre tus manos
hacia la morosa morada
que ilumina la llama de amor
estoy a solas contigo.
Abraham de la Cruz
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