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domingo, 9 de enero de 2011

BAUTISMO DE JESUCRISTO


Del Bautismo de Jesucristo hablan los cuatro evangelios canónicos. He aquí cómo lo presenta el Evangelio de Mateo (3,13-17):
Entonces aparece Jesús, que viene de Galilea al Jordán donde Juan, para ser bautizado por él. Bautizado Jesús, salió luego del agua; y en esto se abrieron los cielos y vio al Espíritu de Dios que bajaba en forma de paloma y venía sobre él. Y una voz que salía de los cielos decía: «Este es mi Hijo amado, en quien me complazco».

El bautismo de Jesús manifiesta su naturaleza divina: en el mundo ha aparecido el Hijo de Dios encarnado en forma humana. Esta es la Epifanía.

El centro lógico y compositivo del icono es la figura de Cristo. Jesucristo, desnudo, recibe el bautismo de purificación en el Jordán: según la iconografía fijada, en la ribera izquierda del río Jordán se representa a Juan el Bautista; en la ribera derecha, a los ángeles (su número en los iconos de la Epifanía varía de tres a cuatro).
Juan Bautista ejecuta el acto del bautizar, poniendo la palmo de la mano derecha sobre la cabeza de Jesucristo; en la mano izquierda tiene la cruz, símbolo de la misión salvadora de Cristo y símbolo del Nuevo Testamento, de la Nueva Alianza concluida entre Dios y los hombres.
A los pies de Jesucristo se pueden distinguir en el agua dos pequeñas figuras. La masculina simboliza el río Jordán, la femenino el mar. Estas figuras son sorprendentes restos de la antigüedad pagana, que han penetrado y se han consolidado en la iconografía de la imagen ortodoxa de la "Epifanía". También está fijada su procedencia: se utilizan para ilustrar las palabras del Salmo 114,3: "Lo vio la mar y huyó, retrocedió el Jordán". Este hecho, en las primeras y más antiguas representaciones del Bautismo, ha sido representado de forma tradicional y habitual por la antigüedad: el mar y el río se representaban con pequeñas figuras antropomórficas. Su "huida" y el "retroceder" se volvieron vagos.
A veces, junto a estas pequeñas figuras también se representa la serpiente, que corresponde al versículo 13 del Salmo 74: "quebraste las cabezas de los montruos en las aguas".

Los ángeles, representados en las imágenes del Bautismo de Jesucristo, personifican a los padrinos, cuya tarea es acoger a los bautizandos, cuando salen del agua.
En el icono también encontramos la imagen simbólica de la paloma, que representa al Espíritu Santo, y la nube de la que ha salido la voz de Dios Padre.
Las figuras de los ángeles "construyen", por así decirlo, los peldaños de las escaleras, que se levantan de la tierra hacia el cielo. También las riberas del Jordán ascienden escarpadamente. Todo se dirige hacia arriba. En el centro de todo está Jesucristo. He aquí la Epifanía.

1 comentario:

  1. Es impresionante este icono...¡y todo lo que representa! Hace unos días he tenido la oportunidad de ver una exposición de iconos y ha sido emocionante comprobar la riqueza de símbolos que se utilizan para plasmar toda una catequesis en una tabla. Cada vez entiendo más el sentido que han tenido los iconos en una época en que la gente no tenía acceso a la lectura de la Palabra y era a través de las imágenes como se acercaban a la Buena Noticia... Nosotros tenemos acceso a la Palabra, a su estudio, a profundizarla en grupos de formación bíblica. Realmente somos unos afortunados.

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