Dijo el falso profeta:
Felices los Ricos porque ellos lo tienen todo y poseen la tierra…
Y dijo el dios Tener: Si quieres venir tras de mi, ve,… acumula todo
lo que puedas, no lo compartas con nadie y sígueme. Nunca
estarás solo, tendrás muchos amigos y nada te faltará. Quien más
tienen más vale.
Felices los Conformistas porque todo os va bien y nadie tienen que
consolaros…
Y dijo el dios Comodidad: Si quieres seguirme, ve y prueba de todo
un poco pero sin comprometerte con nada ni con nadie. No seas
creativo, no te comas el coco, adáptate a lo que hay. Puedes hacer
lo que quieras pero sin mojarte, incluso celebrar la Eucaristía…, no
soy un dios celos; eso sí –y en esto soy muy exigente- que estar
cómodo sea lo más importante de tu vida.
Felices los Poderosos, los trepas, ya que ellos hacen lo que les da la gana
sin que nadie les vacile.
Y dijo el dios Poder: Ve… pisa a quien puedas, haz la pelota,
miente, machaca con tu crítica y créetelo… ¡eres el mejor!.
Pásaselo por delante de la cara a los demás. ¡Ah! Y de vez en
cuando haz algo bueno. Perdona a alguien la vida, pero eso sí,
díselo a todo el mundo que has sido tú, no vayan a pensar que
pasas de los demás.
Felices los superficiales, los que viven de apariencias dando el pego,
porque siempre estáis de moda.
Y dijo el dios Masa: Ve, disuélvete en el mogollón, ponte las marcas
que te diga, da como puedas culto al cuerpo. No preguntes el
porqué de las cosas, si todo el mundo lo hace no hay duda que está
bien. ¡Ah! Y algo muy importante: señala con el dedo a quien no me
siga. No te compliques en ser, yo seré por ti.
Felices los fríos de corazón, porque nadie os la pega.
Y dijo el dios Yo: Ve, desconfía de todos, especialmente de los
pobres, aprovéchate de ellos. No ames, pues el amor roba tu
intimidad. No dejes que entre nadie en tu vida. Tú mejor utiliza las
personas y siempre serás libre. Date cuenta de lo mucho que te
ofrezco…
Mi precio no te lo vas a creer; es la monotonía y la depresión. Pero
eso sí, no se lo digas a nadie.
Felices vosotros cuando os aplaudan y os admiren. Alegraos porque será
grande vuestro prestigio y la fama estará siempre con vosotros. Bien os
habéis ganado la recompensa. Benditos vosotros porque vuestro es el
éxito en el reino de la tierra. Amén.
Me parece a mi que el mundo tiene esas claves de interpretacion pero la Buena Noticia de Jesus no queda olvidada sino que esta latente en muchas personas. Confiemos que el mundo puede cambiar.
ResponderEliminarDesde luego, entre las propuestas de una sociedad saturada - cuanto más tenemos, menos somos- y la propuesta del Reino -cuanto más nos entregamos, más somos- , no dudo en elegir esta última. Y es una elección consciente, a sabiendas de que me va "complicando la vida", pero he comprobado que me va haciendo feliz... Es una aventura emocionante, exigente, dolorosa a veces pero que ayuda a vivir con sentido hasta las situaciones más difíciles. Y una vez experimentado esto, ya no hay vuelta atrás... ¡Gracias a Dios!
ResponderEliminarComo bien dice el título Bienaventuranzas del Mundo, donde prevalece el TENER por encima del SER. Los cristianos tenemos la suerte de seguir las Bienaventuranzas de Jesús, con la certeza de ser el camino para la construcción de un mundo donde habite el amor y la justicia.
ResponderEliminarCambiará el mundo cuando cambiemos las personas.
ResponderEliminarEn mi interior se mezclan y están en permanente conflicto entre sí los valores del mundo y los del Evangelio. Incluso San Pablo ya lo decía ("no hago lo que quiero, sino lo que aborrezco" Romanos 7, 15 ss). Y es que los valores del mundo son tan fuertes por anclarse profundamente en el yo. En fin.
Sólo la fuerza de la Gracia puede ayudarnos en esta lucha, tanto externa como interior. Quizá entonces podamos al final decir como en la carta de hoy a Timoteo "he combatido un buen combate, he concluido la carrera, he conservado la fe".
Caramba, casi me ha salido una homilía.