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sábado, 30 de octubre de 2010

EL ICONO DE LA TRINIDAD DE RUBLEV

En el ala derecha del templo de nuestra parroquia, se encuentra un pequeño cuadro que debería ser objeto de atención (y veneración) por parte de todos. Se trata del icono de la Trinidad, de A. Rublev, una de las mayores joyas de la espiritualidad de la Iglesia Oriental.
El pasaje que contemplamos se basa  en los primeros versículos del capítulo 18 del Génesis, en el que Abraham (y Sara) son visitados en Mambré por tres misteriosos personajes a los que brindan hospitalidad, y que la tradición de la Iglesia siempre ha identificado con la Trinidad.
Un icono es mucho más que un cuadro religioso. Se trata de una representación cuyo objeto fundamental es la oración, el adentrarnos en el misterio, la experiencia profunda de Dios. En este sentido, podemos decir que un icono es casi un sacramento. De hecho, para los cristianos orientales, lo es.
Contemplemos el icono, contemplemos la Trinidad. Abrámonos para dejar que entre y habite en nuestro interior, como en Mambré.



Más información en 
http://www.autorescatolicos.org/juancarlosnavarroeldiosVIII.htm

1 comentario:

  1. Es increíble todo lo que se recoge en un icono. Si leemos la explicación nos podemos quedar asombrados... como me ha pasado a mí: todo tiene un sentido teológico-catequético: la disposición de los personajes, los colores, el fondo... ¡es impresionante! Si nos adentramos en este mundo descubriremos toda la maravilla que se manifiesta en ellos. Os animo desde aquí a iniciaros en esa aventura.

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