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domingo, 17 de octubre de 2010

DOMUND 2010

De la presentación de la campaña, por Monseñor Francisco Pérez González, Arzobispo de Pamplona - Tudela y Director Nacional de las Obras Misionales Pontificias para España

El lema que este año hemos escogido para la Jornada del Domund es una propuesta muy clara para todos: “Queremos ver a Jesús” (Jn 12,21). El cartel nos presenta a una joven religiosa que mira con amor cristiano a una niña frágil y hambrienta de afecto. No es fácil llevar a cabo este modo de vivir si antes no se tiene una experiencia de amistad con Aquel que llena el corazón de un amor y una paz indescriptibles. Recuerdo que en una ocasión un joven me preguntó: “Quiero ver a Dios y por más que lo busco no lo encuentro. ¿Qué he de hacer? ¿Dónde está Dios?”. Nos sentamos y hablamos largo rato. En aquel momento no podía hablarle con palabras complicadas o con elucubraciones más o menos metafísicas o con reflexiones elevadas y filosóficas; le abrí el libro de mi vida y le comencé a contar dónde encontré por primera vez a Dios. Fue el momento que me puse a servir por caridad a una persona que estaba necesitada. Allí estaba Dios y allí lo encontré. Y a este joven que me miraba con ojos ansiosos de ver a Dios, le dije: “No olvides que siempre que en nosotros hay amor y amamos a los demás, Dios se manifiesta. Él mismo nos lo asegura cuando nos dice que quien le ama y cumple sus palabras tendrá la dicha de ser habitado por Dios: Padre, Hijo y Espíritu Santo”. 

Toda la información de la jornada en

http://www.omp.es/OMP/domund/domund.html


1 comentario:

  1. ¿Realmente nos sentimos interpelados por lo que significa "Queremos ver a Jesús"? ¿Nos enteramos de si hay alguien a nuestro alrededor que quiera ver a Jesús? ¿Alguien me lo está preguntando?... O voy tan entretenida por la vida con mis quehaceres, compromisos, relaciones... que no me entero de que siempre hay quien quiere ver a Jesús. Porque verle significa amar y todos, absolutamente todos necesitamos amar y sentirnos amados. Al final volvemos a lo fundamental: el Amor, pero escrito con mayúscula, que es precisamente la presencia de Dios en medio de nosotros. ¡Qué fácil lo tenemos y qué difícil lo hacemos!

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